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21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Productividad
Etiquetas | Entrevista | María Fernández | Coaching
​María Fernández es coach personal, ejecutivo y de equipos, titulada por ICF (Federación Internacional de Coaching).

Conociendo a … María Fernández

|

Fundadora y directora de Coaching&Media, firma especializada en coaching a personajes públicos.


Colaboradora habitual en distintos medios de comunicación, tanto de prensa, radio y televisión, además de formadora en habilidades directivas y sociales.

Superación, consecución de objetivos y liderazgo femenino forman parte del abanico de temas sobre los que versan sus conferencias.

Autora de “El pequeño libro que hará grande tu vida” (Alienta -2018), manual práctico para vivir en autenticidad, alcanzar tus metas, mejorar tus relaciones personales, y tener la vida que deseas.

Entrevista


María, en la portada de “El pequeño libro que hará grande tu vida”, aparece un arco y una flecha preparada para el disparo, ¿Qué simboliza dicha portada?

La flecha simboliza la determinación de ir a por ese objetivo del que estemos hambrientos, y no valorar otra dirección que no sea ir hacia delante.

Suelo comparar la determinación con la situación en la que un ser querido está en peligro y vamos a ayudarle. En ese momento no pensamos cuales son las consecuencias, sino en salvarle y punto. Es un estado de guerra y plena convicción en conseguirlo.

La determinación es como un interruptor, o está apagado o está encendido. No existen medias tintas. No se puede estar determinado a medias. Y cuando encendemos ese interruptor, es sólo una cuestión de tiempo llegar a nuestro objetivo.

Otro factor importante es que, para lanzar la flecha se necesita tensar el arco y para ello hay un pequeño retroceso. Este movimiento de ir hacia atrás simboliza las dificultades que la vida nos envía. El verdadero poder de la flecha es el de usar todo ese aparente retroceso para luego propulsarnos con más fuerza hacia nuestro objetivo.

En el libro, habla de que el principal componente que dará sentido a nuestra vida es tener un propósito que nos emocione profundamente. En este sentido, ¿Qué le llevó a ponerse en la tarea de escribirlo?

Dos motivos. El primero eran las ganas de dejar un legado. Quería seguir tocando el corazoncito de las personas, más allá de mis intervenciones en televisión, radio y prensa. El libro permanecerá incluso cuando yo ya no esté, dentro de 100 años (Risas).

El segundo motivo, es que notaba que mi carrera como coach me estaba pidiendo otra marcha. Mi evolución profesional me estaba pidiendo un libro a gritos. De hecho, cuando acudía a alguna librería y estaba en la sección de desarrollo personal me ponía muy nerviosa. Sabía que debía tener un libro ahí, y que lo antinatural era no tenerlo.

En alguna ocasión ha declarado que sentía un amor platónico por el Coaching, ¿Qué proceso siguió para que ese amor, a priori deseable se convirtiese en amor correspondido?

Como ya sabes, me dedicaba al sector del turismo y era una persona feliz, iba al trabajo contenta, pero sentía que no estaba viviendo a la altura de mis capacidades y me di cuenta de que el mundo del desarrollo personal era el terreno donde quería -y debía- estar.

Ese amor, lo conquisté a base de creer en mí misma y de perseverar. Aposté todo por el coaching, dejé el trabajo, vendí el coche, regresé a España y comencé a formarme con los mejores.

Antes hablábamos de la flecha y, en mi caso, no me di permiso a fallar porque había apostado todo en mi vida por una única carta y solo valoraba ir hacia delante.

Todo mi tiempo lo usaba en leer libros, en desarrollar ideas y en ver videos de crecimiento personal. Hacía sesiones de coaching al mayor número de personas que podía e iba a todos los eventos de networking. Me volví una auténtica obsesiva-compulsiva de mi trabajo. Finalmente, me hice con un espacio en Madrid y en mi sector.

María en “El pequeño libro que hará grande tu vida” nos invita a aspirar a lo mejor y tener hambre de resultados, ¿Cómo se conjuga ambición por crecer con frustración de no ser capaz de conseguir los objetivos planteados?

Sabes que te digo Alfonso (Risas), que no conozco a nadie que se haya muerto de frustración. Pero sí he conocido a muchas personas que han llegado al final de sus vidas con la frustración de no haber vivido la vida que querían llevar.

Creo que nos hemos vuelto muy blanditos. Es cierto que la frustración hace daño, pero no mata y es interesante convivir con ella.

Personalmente prefiero sentir frustración por no alcanzar un objetivo, que vivir frustrada por no haberlo intentado.

No pasa nada por poner toda la carne en el asador y arriesgar. Si luego no llegamos a donde queremos, al menos tendremos la paz interior de haber perseguido aquello que nos hacía vibrar, de haber sido fieles a nosotros mismos y a nuestras ilusiones. Aun así, creo firmemente que, si estamos dispuestos a asumir casi cualquier coste por conseguirlo, antes o después ese objetivo será nuestro.

En uno de los capítulos del libro, habla de la magia de cambiar nuestro lenguaje. Cuando lenguaje y pensamiento están más íntimamente ligados de lo que podría parecer, ¿De qué modo podemos romper la pesada carga que supone la inundación de dichos populares con creencias limitantes que nos rodea?
En realidad, nos han educado para la seguridad. Esa seguridad ha sido sinónimo de felicidad para nuestros padres.

Estos dichos populares como “Vas vale malo conocido que bueno por conocer”, “Piensa mal y acertarás” o “Virgencita, que me quede como estoy” poco a poco se irán diluyendo y caerán por su propio peso. Y aunque todavía están en nuestro día a día, nuestra programación mental afortunadamente va evolucionando. Ya no estamos programados para “no perder” sino para “ganar”. En ocasiones, firmar “el pacto de la seguridad” significa también firmar “el pacto de la mediocridad”.

Para realizar ejercicios de visualización recomienda acompañarnos de música para estimular el hemisferio derecho del cerebro, y a ser posible siempre la misma, ¿Qué tipo de música de fondo aconseja?

Suelo aconsejar música instrumental, o en un idioma que no entendamos para evitar distraernos con la letra.

A mis clientes les digo que elijan un tipo de música que les transporte. Una melodía que tenga poder sobre ellos y que, al escucharla, se evadan y se emocionen.

De hecho, lo más importante en las visualizaciones es el componente de la emoción. Es decir, sentir las sensaciones que tendremos cuando alcancemos ese objetivo. Cuanto más conectemos con la emoción que nos va a proporcionar conseguir la meta deseada, más nos engancharemos con la energía de haberla conseguido, y antes generaremos esa autopista neuronal para hacer que suceda.

María, en su faceta de coach de personajes públicos, ¿Hay algunos patrones que se repitan, por el cual estas personas solicitan sus servicios de coaching que se diferencien de los motivos por los que personas anónimas lo hacen?

Realmente Alfonso, mi trabajo consiste en hacer coaching a personas, y no diferencio que tenga una faceta pública o no.

Lo que sí noto es que el personaje público es más vulnerable en el sentido de que tiene más sed de encontrar a alguien con quien abrirse y abandonarse emocionalmente. Al personaje público le cuesta mostrar su interior, y lo que más valora es estar en un entorno seguro y de confianza. Un espacio donde pueda pensar en voz alta y no sentirse juzgado.

El respeto de la confidencialidad y el anonimato es básico. Para mí no hay nada más bello que meterme en su mundo interior, y que compartan sus retos, miedos e ilusiones. Los custodio como mi mayor tesoro.

Comenta que los procesos de coaching se fundamentan en la acción, desde la práctica y el seguimiento. En este sentido, ¿Es adecuado ponerse en manos de un coach para erradicar hábitos compulsivos, como pueden ser por ejemplo morderse las uñas, tocarse el pelo en demasía o comer con ansiedad?

Estos hábitos son en realidad la punta del iceberg. La base del iceberg es un tipo de ansiedad o insatisfacción.

Yo no soy psicóloga y, por tanto no curo patologías. Pero, como coach, yo le preguntaría a una persona que se muerde las uñas para qué se las muerde. Y si me responde que, para calmar la ansiedad, hay que ir a la causa vital que le provoca esa falta de serenidad.

De igual modo pasa con la comida. Es curioso cuando personas con sobrepeso acuden a un nutricionista, cuando en realidad lo que les sucede no se soluciona con una dieta, sino con curar una relación disfuncional con la comida. En este caso habría que preguntarle ¿Qué tipo de vacío estás llenando con la comida?, ¿de amor?, ¿de apoyo?, ¿de realización personal? En definitiva, ¿qué te está faltando en tu vida que lo llenas con comida?

Detrás de cualquier adicción, inclusive las drogas, es importantísimo detectar cual es la base de ese iceberg que dan como resultado esas consecuencias.

Al final un comportamiento anómalo es una señal que debemos leer, saber de dónde procede y erradicarlo desde la raíz.

Cuando nos fijamos objetivos que queremos conseguir, ¿Cómo debemos plantearlos para mantener la motivación a niveles aceptables durante tiempo prolongado, evitando el efecto “botella de champán”?

Cuando vamos a por un objetivo, es necesario hacer una distinción entre compromiso y motivación.

La motivación se trata de una aspirina efervescente. Se alcanzan altos picos de euforia, pero con la misma facilidad que subimos, bajamos. Tenemos un chute de energía y nos queremos comer el mundo en ese momento. Queremos ponernos en forma, emprender o dejar de fumar, pero al cabo de una semana desistimos.

Sin embargo, el compromiso es un eslabón que une nuestra situación actual con nuestro objetivo. Ese compromiso es saber que vas a ir a por todas, y que incluso en los peores momentos no vas a tirar la toalla. Podrás ir rápido o lento, pero en ningún momento abandonas. Conseguir ese objetivo se convertirá en un clavo fijo en nuestra cabeza. Penetrante e inamovible. Sólo con el foco obsesivo conseguimos nuestros objetivos. Sí o sí.

María, en lugar de huir de la diversidad, nos aconseja abrazarla como fuente de riqueza y aprendizaje. En este sentido ¿Es de la opinión de que el modelo educativo no acaba de adaptarse a los tiempos actuales y continua “fabricando” clones?

En mi opinión, estamos más centrados en meterles información a los niños en sus cabezas, en lugar de enseñarles a que reflexionen por sí mismos.

Me pregunto para qué les sirve retener tanta información si luego no saben gestionar sus emociones. Si no se les enseña a ser felices, a relacionarse con los demás, a ser tolerantes, a trabajar en equipo, o a cuestionarse.

No es cuestión de absorber conocimiento de fuera a dentro, sino a que ellos sean generadores de sus propias ideas.

Creo que es interesante conocer los distintos tipos de inteligencia que cada uno tenemos y, en lugar de homogeneizar conocimientos, tratar de estimular y desarrollar aquellas habilidades en las que sean buenos. En este sentido, en “El pequeño libro que hará grande tu vida” hablo del caso de Carlos Jean, uno de los grandes referentes de la industria musical en España. Él podría haber sido según el sistema educativo, lo que mal llaman un “fracaso escolar”, porque no aprobaba todas las asignaturas. Pero en realidad lo que tenía era una altísima inteligencia musical. Menos mal que se enfocó en desarrollar su talento, y no se colgó ninguna etiqueta castradora.

A mí lo que más me preocupa y con lo que más conecto es con enseñar a los niños a ser compasivos. Creo que la COMPASIÓN es un valor en el que no se nos ha educado lo suficiente. Solo hay que abrir una red social para darnos cuenta de que no hay compasión en nuestra sociedad, de que la gente está pensando en cómo criticar al otro y ver la paja en el ojo ajeno. Lo que no saben es que la crítica evidencia más al que critica que al criticado. Las críticas públicas muestran frustraciones privadas.

En su libro, menciona a Enhamed en varias ocasiones. Él, también es de la opinión de tener por escrito nuestros sueños es el primer paso para conseguirlos, como recalca en “El pequeño libro que hará grande tu vida”, ¿Por qué considera esta acción tan determinante y dónde radica su importancia?

Porque es el primer paso para materializar el objetivo. Mientras solo esté en tu cabeza, tu objetivo sigue siendo algo etéreo. Sin embargo, escribirlo permite tangibilizarlo y materializarlo. No solo no se te puede olvidar, sino que te lo recuerda constantemente. Yo suelo escribir mis objetivos y me los pongo en la nevera, en el espejo, o en la mesa de trabajo.

Es importante recordarnos nuestro norte y hacia dónde vamos porque hay una relación directa entre el grado de claridad de nuestras metas con las probabilidades de éxito de éstas.

Cuanto más concretos, medibles y retadores sean nuestros objetivos, más fácil será llegar a ellos. Además, también podemos elaborar un collage con imágenes de revistas, representando aquello que queremos conseguir.

Es el primer paso de materializar un objetivo que inicialmente era abstracto, y estaba solo en el mundo de las ideas.

Debemos tomarnos nuestros objetivos y nuestros sueños muy en serio porque hablan de nosotros y de la huella que queremos dejar en el mundo. En uno de mis primeros collages puse una foto de unos niños africanos en una escuela y al año siguiente estaba yo allí con ellos haciéndoles coaching.

En primera persona


- María, casi siempre se la ve con el pelo recogido en una coleta y en raras ocasiones con el pelo suelto, ¿Comodidad, seguridad, belleza?

Las tres cosas. Considero que el pelo puede ser motivo de distracción y cuantos menos motivos de distracción tenga para mi trabajo mejor. Voy con coleta porque no me tengo que preocupar de cómo voy peinada y solo me enfoco en mi trabajo.

Por este motivo, tampoco llevo pulseras, pendientes o collares, porque quiero que lo más importante sea mi mensaje, y de este modo también evito distracciones en la persona que tengo frente a mí.

Esto unido a que también suelo vestir de blanco, lo considero una forma de transparencia y de mostrarme tal y como soy, sin artificios.

- El experto en management y escritor Kenneth Blanchard suele decir que, el feedback es el desayuno de los campeones. Además de feedback, ¿Qué suele desayunar?

Lo primero que tomo al levantarme es un café ecológico, con leche de almendra ecológica y azúcar panela ecológica, o si no miel.

Me tomo ese café y lo disfruto muchísimo porque es mi momento de reflexión. Me siento sola con mi café y analizo el día que tengo por delante; cómo estoy llevando la semana; mis próximos objetivos. Es el momento de ir despertándome y conectándome a la vida, como un proceso de renacimiento diario, y me encanta.

Suelo escuchar mucho a mi cuerpo y siempre me alimento de lo que el cuerpo me pide, hasta el punto de que noto cuando necesito cítricos, carne, verduras o frutos secos.

Es cierto que, como muchos alimentos ecológicos, sin llegar a ser una exagerada y siempre miro las etiquetas, evitando consumir productos con conservantes o aditivos.

Cuido mi alimentación para que los productos que tomo sean lo más puros posibles.

- Siendo gallega de nacimiento y madrileña de adopción, gastronómicamente hablando prefiere, ¿Cazuela de pulpo gallego con almejas de Carril o cocido madrileño?

Las dos. Me mimetizo con el sitio donde estoy y no echo casi nunca de menos aquello que no puedo tener en ese momento.

Si estoy en Madrid, me apetecerá un cocido, y si estoy en Galicia me apetecerá el pulpo o un caldo gallego. Incluso cuando vivía en el extranjero, recuerdo que mis amigos solían echar de menos los productos españoles y yo no, porque comía la comida del lugar donde estaba en ese momento y me encantaba.

- Hay una frase gallega, en cierto modo antagónica, muy popular que dice así: "Eu non creo nas meigas, mais habelas, hainas” ("No creo en las meigas, pero haberlas, haylas"), ¿Cómo se posiciona en asuntos de meigas?

Me gusta creer en la magia. Obviamente como Coach, confío en la responsabilidad que tenemos los seres humanos para conseguir aquello que queremos y para vivir la vida que queremos. Pero también es bonito creer en algo más, me gusta convivir con esa energía mágica, sin ser fanática de ella.

- En “El pequeño libro que hará grande tu vida”, dedica un capítulo al miedo y lo introduce, entre otras con la siguiente cita de Facundo Cabral:” Los años solo arrugan la piel, pero el miedo arruga el alma”. María, ¿Algún miedo confesable, al que le ha realizado un tratamiento de lifting?

Es cierto que, durante un tiempo, tuve dos miedos relevantes.

Por una parte, con veinte y pico años tuve miedo a la muerte durante tres años aproximadamente. Creo que por esa época era muy feliz y no quería que se terminara en ningún momento esa situación. Ahora tengo una perspectiva distinta y acepto la muerte como parte de la vida y ni siquiera pierdo tiempo en pensar en ella

Otro miedo que tuve en su día fue el miedo al éxito. Nunca tuve miedo al fracaso, lo que me preocupaba era el vértigo del éxito y también, poco a poco lo fui conquistando y ganándole terreno a ese miedo.

Soy de la opinión de que nuestros miedos son una fuente de aprendizaje, siempre y cuando, éstos no nos paralicen.

- En otro de los capítulos, comenta que no hay mejor inversión, que la que hacemos en nosotros mismos, dedicando tiempo, energía y recursos en cultivar mente, cuerpo y espíritu. En este sentido, ¿Cuáles han sido las últimas acciones que ha emprendido?

En realidad, lo hago diariamente. Por ejemplo, aunque no lo parezca paso mucho tiempo en soledad. Soy super sociable porque me encantan las personas, pero me recargo en soledad. A veces me hago un viaje sola o me voy al campo a pasear.

También suelo invertir recursos económicos en mi desarrollo personal, porque mi trabajo me exige estar siempre al 100 % en mis capacidades.

En definitiva, invertir en mí es fundamental. Desde comer bien a tener un mínimo de actividad física, descansar, leer los libros que me enriquecen, estar con las personas que me aportan, y no con quienes a veces pueden llegar a ser “sumideros energéticos”.

Para mí también es importante generar una burbuja protectora entorno a mí. Me protejo de ver contenidos desagradables en televisión, de escuchar críticas hacia los demás o quejas inconsistentes.

- Entre la serie de propuestas que plantea para pasar del modo OFF (letargo), al modo ON (generador de cambios), sugiere cometer de vez en cuando una locura, ¿Cuál diría que ha sido esa última locura que ha realizado?

(Risas) Yo creo que mi vida es una continua locura, Alfonso. Todos los días aprendo algo nuevo, todos los días me supero, todos los días digo que sí a un reto que me desafía, todas las semanas conozco a gente nueva. Esto es lo que yo llamo vivir en “modo generador de cambios”.

Con respecto a una mini locura reciente, te puedo decir que el mes pasado organicé junto a mis hermanos una sorpresa para celebrar el cumpleaños de nuestro padre. Bloqueamos días de trabajo y volamos a Galicia a darle una sorpresa.

- En su mesilla de noche, ¿Qué libro la espera a la hora de acostarse para ser leído antes de conciliar el sueño?

Suelo leer antes de acostarme, siempre y cuando no me active mucho, porque dependiendo de lo que lea, mi cabeza se pone a mil por hora, se me ocurren ideas y ya me quiero levantar y hacer cosas.

Tengo muchos libros en la mesilla. Leo según con lo que estoy conectada en ese momento. Leo y admiro a Raimón Samsó. Tiene un nivel de consciencia muy elevado, y me sigue sorprendiendo. Recomiendo también leer a Esther Hicks, y sus libros “Pide y se te dará”, y “El universo oye lo que sientes”, este último junto con Wayne Dyer. 

Conociendo a … María Fernández

​María Fernández es coach personal, ejecutivo y de equipos, titulada por ICF (Federación Internacional de Coaching).
Alfonso Miñarro López
miércoles, 5 de febrero de 2020, 08:28 h (CET)

Fundadora y directora de Coaching&Media, firma especializada en coaching a personajes públicos.


Colaboradora habitual en distintos medios de comunicación, tanto de prensa, radio y televisión, además de formadora en habilidades directivas y sociales.

Superación, consecución de objetivos y liderazgo femenino forman parte del abanico de temas sobre los que versan sus conferencias.

Autora de “El pequeño libro que hará grande tu vida” (Alienta -2018), manual práctico para vivir en autenticidad, alcanzar tus metas, mejorar tus relaciones personales, y tener la vida que deseas.

Entrevista


María, en la portada de “El pequeño libro que hará grande tu vida”, aparece un arco y una flecha preparada para el disparo, ¿Qué simboliza dicha portada?

La flecha simboliza la determinación de ir a por ese objetivo del que estemos hambrientos, y no valorar otra dirección que no sea ir hacia delante.

Suelo comparar la determinación con la situación en la que un ser querido está en peligro y vamos a ayudarle. En ese momento no pensamos cuales son las consecuencias, sino en salvarle y punto. Es un estado de guerra y plena convicción en conseguirlo.

La determinación es como un interruptor, o está apagado o está encendido. No existen medias tintas. No se puede estar determinado a medias. Y cuando encendemos ese interruptor, es sólo una cuestión de tiempo llegar a nuestro objetivo.

Otro factor importante es que, para lanzar la flecha se necesita tensar el arco y para ello hay un pequeño retroceso. Este movimiento de ir hacia atrás simboliza las dificultades que la vida nos envía. El verdadero poder de la flecha es el de usar todo ese aparente retroceso para luego propulsarnos con más fuerza hacia nuestro objetivo.

En el libro, habla de que el principal componente que dará sentido a nuestra vida es tener un propósito que nos emocione profundamente. En este sentido, ¿Qué le llevó a ponerse en la tarea de escribirlo?

Dos motivos. El primero eran las ganas de dejar un legado. Quería seguir tocando el corazoncito de las personas, más allá de mis intervenciones en televisión, radio y prensa. El libro permanecerá incluso cuando yo ya no esté, dentro de 100 años (Risas).

El segundo motivo, es que notaba que mi carrera como coach me estaba pidiendo otra marcha. Mi evolución profesional me estaba pidiendo un libro a gritos. De hecho, cuando acudía a alguna librería y estaba en la sección de desarrollo personal me ponía muy nerviosa. Sabía que debía tener un libro ahí, y que lo antinatural era no tenerlo.

En alguna ocasión ha declarado que sentía un amor platónico por el Coaching, ¿Qué proceso siguió para que ese amor, a priori deseable se convirtiese en amor correspondido?

Como ya sabes, me dedicaba al sector del turismo y era una persona feliz, iba al trabajo contenta, pero sentía que no estaba viviendo a la altura de mis capacidades y me di cuenta de que el mundo del desarrollo personal era el terreno donde quería -y debía- estar.

Ese amor, lo conquisté a base de creer en mí misma y de perseverar. Aposté todo por el coaching, dejé el trabajo, vendí el coche, regresé a España y comencé a formarme con los mejores.

Antes hablábamos de la flecha y, en mi caso, no me di permiso a fallar porque había apostado todo en mi vida por una única carta y solo valoraba ir hacia delante.

Todo mi tiempo lo usaba en leer libros, en desarrollar ideas y en ver videos de crecimiento personal. Hacía sesiones de coaching al mayor número de personas que podía e iba a todos los eventos de networking. Me volví una auténtica obsesiva-compulsiva de mi trabajo. Finalmente, me hice con un espacio en Madrid y en mi sector.

María en “El pequeño libro que hará grande tu vida” nos invita a aspirar a lo mejor y tener hambre de resultados, ¿Cómo se conjuga ambición por crecer con frustración de no ser capaz de conseguir los objetivos planteados?

Sabes que te digo Alfonso (Risas), que no conozco a nadie que se haya muerto de frustración. Pero sí he conocido a muchas personas que han llegado al final de sus vidas con la frustración de no haber vivido la vida que querían llevar.

Creo que nos hemos vuelto muy blanditos. Es cierto que la frustración hace daño, pero no mata y es interesante convivir con ella.

Personalmente prefiero sentir frustración por no alcanzar un objetivo, que vivir frustrada por no haberlo intentado.

No pasa nada por poner toda la carne en el asador y arriesgar. Si luego no llegamos a donde queremos, al menos tendremos la paz interior de haber perseguido aquello que nos hacía vibrar, de haber sido fieles a nosotros mismos y a nuestras ilusiones. Aun así, creo firmemente que, si estamos dispuestos a asumir casi cualquier coste por conseguirlo, antes o después ese objetivo será nuestro.

En uno de los capítulos del libro, habla de la magia de cambiar nuestro lenguaje. Cuando lenguaje y pensamiento están más íntimamente ligados de lo que podría parecer, ¿De qué modo podemos romper la pesada carga que supone la inundación de dichos populares con creencias limitantes que nos rodea?
En realidad, nos han educado para la seguridad. Esa seguridad ha sido sinónimo de felicidad para nuestros padres.

Estos dichos populares como “Vas vale malo conocido que bueno por conocer”, “Piensa mal y acertarás” o “Virgencita, que me quede como estoy” poco a poco se irán diluyendo y caerán por su propio peso. Y aunque todavía están en nuestro día a día, nuestra programación mental afortunadamente va evolucionando. Ya no estamos programados para “no perder” sino para “ganar”. En ocasiones, firmar “el pacto de la seguridad” significa también firmar “el pacto de la mediocridad”.

Para realizar ejercicios de visualización recomienda acompañarnos de música para estimular el hemisferio derecho del cerebro, y a ser posible siempre la misma, ¿Qué tipo de música de fondo aconseja?

Suelo aconsejar música instrumental, o en un idioma que no entendamos para evitar distraernos con la letra.

A mis clientes les digo que elijan un tipo de música que les transporte. Una melodía que tenga poder sobre ellos y que, al escucharla, se evadan y se emocionen.

De hecho, lo más importante en las visualizaciones es el componente de la emoción. Es decir, sentir las sensaciones que tendremos cuando alcancemos ese objetivo. Cuanto más conectemos con la emoción que nos va a proporcionar conseguir la meta deseada, más nos engancharemos con la energía de haberla conseguido, y antes generaremos esa autopista neuronal para hacer que suceda.

María, en su faceta de coach de personajes públicos, ¿Hay algunos patrones que se repitan, por el cual estas personas solicitan sus servicios de coaching que se diferencien de los motivos por los que personas anónimas lo hacen?

Realmente Alfonso, mi trabajo consiste en hacer coaching a personas, y no diferencio que tenga una faceta pública o no.

Lo que sí noto es que el personaje público es más vulnerable en el sentido de que tiene más sed de encontrar a alguien con quien abrirse y abandonarse emocionalmente. Al personaje público le cuesta mostrar su interior, y lo que más valora es estar en un entorno seguro y de confianza. Un espacio donde pueda pensar en voz alta y no sentirse juzgado.

El respeto de la confidencialidad y el anonimato es básico. Para mí no hay nada más bello que meterme en su mundo interior, y que compartan sus retos, miedos e ilusiones. Los custodio como mi mayor tesoro.

Comenta que los procesos de coaching se fundamentan en la acción, desde la práctica y el seguimiento. En este sentido, ¿Es adecuado ponerse en manos de un coach para erradicar hábitos compulsivos, como pueden ser por ejemplo morderse las uñas, tocarse el pelo en demasía o comer con ansiedad?

Estos hábitos son en realidad la punta del iceberg. La base del iceberg es un tipo de ansiedad o insatisfacción.

Yo no soy psicóloga y, por tanto no curo patologías. Pero, como coach, yo le preguntaría a una persona que se muerde las uñas para qué se las muerde. Y si me responde que, para calmar la ansiedad, hay que ir a la causa vital que le provoca esa falta de serenidad.

De igual modo pasa con la comida. Es curioso cuando personas con sobrepeso acuden a un nutricionista, cuando en realidad lo que les sucede no se soluciona con una dieta, sino con curar una relación disfuncional con la comida. En este caso habría que preguntarle ¿Qué tipo de vacío estás llenando con la comida?, ¿de amor?, ¿de apoyo?, ¿de realización personal? En definitiva, ¿qué te está faltando en tu vida que lo llenas con comida?

Detrás de cualquier adicción, inclusive las drogas, es importantísimo detectar cual es la base de ese iceberg que dan como resultado esas consecuencias.

Al final un comportamiento anómalo es una señal que debemos leer, saber de dónde procede y erradicarlo desde la raíz.

Cuando nos fijamos objetivos que queremos conseguir, ¿Cómo debemos plantearlos para mantener la motivación a niveles aceptables durante tiempo prolongado, evitando el efecto “botella de champán”?

Cuando vamos a por un objetivo, es necesario hacer una distinción entre compromiso y motivación.

La motivación se trata de una aspirina efervescente. Se alcanzan altos picos de euforia, pero con la misma facilidad que subimos, bajamos. Tenemos un chute de energía y nos queremos comer el mundo en ese momento. Queremos ponernos en forma, emprender o dejar de fumar, pero al cabo de una semana desistimos.

Sin embargo, el compromiso es un eslabón que une nuestra situación actual con nuestro objetivo. Ese compromiso es saber que vas a ir a por todas, y que incluso en los peores momentos no vas a tirar la toalla. Podrás ir rápido o lento, pero en ningún momento abandonas. Conseguir ese objetivo se convertirá en un clavo fijo en nuestra cabeza. Penetrante e inamovible. Sólo con el foco obsesivo conseguimos nuestros objetivos. Sí o sí.

María, en lugar de huir de la diversidad, nos aconseja abrazarla como fuente de riqueza y aprendizaje. En este sentido ¿Es de la opinión de que el modelo educativo no acaba de adaptarse a los tiempos actuales y continua “fabricando” clones?

En mi opinión, estamos más centrados en meterles información a los niños en sus cabezas, en lugar de enseñarles a que reflexionen por sí mismos.

Me pregunto para qué les sirve retener tanta información si luego no saben gestionar sus emociones. Si no se les enseña a ser felices, a relacionarse con los demás, a ser tolerantes, a trabajar en equipo, o a cuestionarse.

No es cuestión de absorber conocimiento de fuera a dentro, sino a que ellos sean generadores de sus propias ideas.

Creo que es interesante conocer los distintos tipos de inteligencia que cada uno tenemos y, en lugar de homogeneizar conocimientos, tratar de estimular y desarrollar aquellas habilidades en las que sean buenos. En este sentido, en “El pequeño libro que hará grande tu vida” hablo del caso de Carlos Jean, uno de los grandes referentes de la industria musical en España. Él podría haber sido según el sistema educativo, lo que mal llaman un “fracaso escolar”, porque no aprobaba todas las asignaturas. Pero en realidad lo que tenía era una altísima inteligencia musical. Menos mal que se enfocó en desarrollar su talento, y no se colgó ninguna etiqueta castradora.

A mí lo que más me preocupa y con lo que más conecto es con enseñar a los niños a ser compasivos. Creo que la COMPASIÓN es un valor en el que no se nos ha educado lo suficiente. Solo hay que abrir una red social para darnos cuenta de que no hay compasión en nuestra sociedad, de que la gente está pensando en cómo criticar al otro y ver la paja en el ojo ajeno. Lo que no saben es que la crítica evidencia más al que critica que al criticado. Las críticas públicas muestran frustraciones privadas.

En su libro, menciona a Enhamed en varias ocasiones. Él, también es de la opinión de tener por escrito nuestros sueños es el primer paso para conseguirlos, como recalca en “El pequeño libro que hará grande tu vida”, ¿Por qué considera esta acción tan determinante y dónde radica su importancia?

Porque es el primer paso para materializar el objetivo. Mientras solo esté en tu cabeza, tu objetivo sigue siendo algo etéreo. Sin embargo, escribirlo permite tangibilizarlo y materializarlo. No solo no se te puede olvidar, sino que te lo recuerda constantemente. Yo suelo escribir mis objetivos y me los pongo en la nevera, en el espejo, o en la mesa de trabajo.

Es importante recordarnos nuestro norte y hacia dónde vamos porque hay una relación directa entre el grado de claridad de nuestras metas con las probabilidades de éxito de éstas.

Cuanto más concretos, medibles y retadores sean nuestros objetivos, más fácil será llegar a ellos. Además, también podemos elaborar un collage con imágenes de revistas, representando aquello que queremos conseguir.

Es el primer paso de materializar un objetivo que inicialmente era abstracto, y estaba solo en el mundo de las ideas.

Debemos tomarnos nuestros objetivos y nuestros sueños muy en serio porque hablan de nosotros y de la huella que queremos dejar en el mundo. En uno de mis primeros collages puse una foto de unos niños africanos en una escuela y al año siguiente estaba yo allí con ellos haciéndoles coaching.

En primera persona


- María, casi siempre se la ve con el pelo recogido en una coleta y en raras ocasiones con el pelo suelto, ¿Comodidad, seguridad, belleza?

Las tres cosas. Considero que el pelo puede ser motivo de distracción y cuantos menos motivos de distracción tenga para mi trabajo mejor. Voy con coleta porque no me tengo que preocupar de cómo voy peinada y solo me enfoco en mi trabajo.

Por este motivo, tampoco llevo pulseras, pendientes o collares, porque quiero que lo más importante sea mi mensaje, y de este modo también evito distracciones en la persona que tengo frente a mí.

Esto unido a que también suelo vestir de blanco, lo considero una forma de transparencia y de mostrarme tal y como soy, sin artificios.

- El experto en management y escritor Kenneth Blanchard suele decir que, el feedback es el desayuno de los campeones. Además de feedback, ¿Qué suele desayunar?

Lo primero que tomo al levantarme es un café ecológico, con leche de almendra ecológica y azúcar panela ecológica, o si no miel.

Me tomo ese café y lo disfruto muchísimo porque es mi momento de reflexión. Me siento sola con mi café y analizo el día que tengo por delante; cómo estoy llevando la semana; mis próximos objetivos. Es el momento de ir despertándome y conectándome a la vida, como un proceso de renacimiento diario, y me encanta.

Suelo escuchar mucho a mi cuerpo y siempre me alimento de lo que el cuerpo me pide, hasta el punto de que noto cuando necesito cítricos, carne, verduras o frutos secos.

Es cierto que, como muchos alimentos ecológicos, sin llegar a ser una exagerada y siempre miro las etiquetas, evitando consumir productos con conservantes o aditivos.

Cuido mi alimentación para que los productos que tomo sean lo más puros posibles.

- Siendo gallega de nacimiento y madrileña de adopción, gastronómicamente hablando prefiere, ¿Cazuela de pulpo gallego con almejas de Carril o cocido madrileño?

Las dos. Me mimetizo con el sitio donde estoy y no echo casi nunca de menos aquello que no puedo tener en ese momento.

Si estoy en Madrid, me apetecerá un cocido, y si estoy en Galicia me apetecerá el pulpo o un caldo gallego. Incluso cuando vivía en el extranjero, recuerdo que mis amigos solían echar de menos los productos españoles y yo no, porque comía la comida del lugar donde estaba en ese momento y me encantaba.

- Hay una frase gallega, en cierto modo antagónica, muy popular que dice así: "Eu non creo nas meigas, mais habelas, hainas” ("No creo en las meigas, pero haberlas, haylas"), ¿Cómo se posiciona en asuntos de meigas?

Me gusta creer en la magia. Obviamente como Coach, confío en la responsabilidad que tenemos los seres humanos para conseguir aquello que queremos y para vivir la vida que queremos. Pero también es bonito creer en algo más, me gusta convivir con esa energía mágica, sin ser fanática de ella.

- En “El pequeño libro que hará grande tu vida”, dedica un capítulo al miedo y lo introduce, entre otras con la siguiente cita de Facundo Cabral:” Los años solo arrugan la piel, pero el miedo arruga el alma”. María, ¿Algún miedo confesable, al que le ha realizado un tratamiento de lifting?

Es cierto que, durante un tiempo, tuve dos miedos relevantes.

Por una parte, con veinte y pico años tuve miedo a la muerte durante tres años aproximadamente. Creo que por esa época era muy feliz y no quería que se terminara en ningún momento esa situación. Ahora tengo una perspectiva distinta y acepto la muerte como parte de la vida y ni siquiera pierdo tiempo en pensar en ella

Otro miedo que tuve en su día fue el miedo al éxito. Nunca tuve miedo al fracaso, lo que me preocupaba era el vértigo del éxito y también, poco a poco lo fui conquistando y ganándole terreno a ese miedo.

Soy de la opinión de que nuestros miedos son una fuente de aprendizaje, siempre y cuando, éstos no nos paralicen.

- En otro de los capítulos, comenta que no hay mejor inversión, que la que hacemos en nosotros mismos, dedicando tiempo, energía y recursos en cultivar mente, cuerpo y espíritu. En este sentido, ¿Cuáles han sido las últimas acciones que ha emprendido?

En realidad, lo hago diariamente. Por ejemplo, aunque no lo parezca paso mucho tiempo en soledad. Soy super sociable porque me encantan las personas, pero me recargo en soledad. A veces me hago un viaje sola o me voy al campo a pasear.

También suelo invertir recursos económicos en mi desarrollo personal, porque mi trabajo me exige estar siempre al 100 % en mis capacidades.

En definitiva, invertir en mí es fundamental. Desde comer bien a tener un mínimo de actividad física, descansar, leer los libros que me enriquecen, estar con las personas que me aportan, y no con quienes a veces pueden llegar a ser “sumideros energéticos”.

Para mí también es importante generar una burbuja protectora entorno a mí. Me protejo de ver contenidos desagradables en televisión, de escuchar críticas hacia los demás o quejas inconsistentes.

- Entre la serie de propuestas que plantea para pasar del modo OFF (letargo), al modo ON (generador de cambios), sugiere cometer de vez en cuando una locura, ¿Cuál diría que ha sido esa última locura que ha realizado?

(Risas) Yo creo que mi vida es una continua locura, Alfonso. Todos los días aprendo algo nuevo, todos los días me supero, todos los días digo que sí a un reto que me desafía, todas las semanas conozco a gente nueva. Esto es lo que yo llamo vivir en “modo generador de cambios”.

Con respecto a una mini locura reciente, te puedo decir que el mes pasado organicé junto a mis hermanos una sorpresa para celebrar el cumpleaños de nuestro padre. Bloqueamos días de trabajo y volamos a Galicia a darle una sorpresa.

- En su mesilla de noche, ¿Qué libro la espera a la hora de acostarse para ser leído antes de conciliar el sueño?

Suelo leer antes de acostarme, siempre y cuando no me active mucho, porque dependiendo de lo que lea, mi cabeza se pone a mil por hora, se me ocurren ideas y ya me quiero levantar y hacer cosas.

Tengo muchos libros en la mesilla. Leo según con lo que estoy conectada en ese momento. Leo y admiro a Raimón Samsó. Tiene un nivel de consciencia muy elevado, y me sigue sorprendiendo. Recomiendo también leer a Esther Hicks, y sus libros “Pide y se te dará”, y “El universo oye lo que sientes”, este último junto con Wayne Dyer. 

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