Posiblemente a pocos sorprenda que Alejo Vidal-Quadras abandone el Partido Popular. Las mentiras, los innecesarios recortes en muchas facetas y el ‘endiosamiento’ de muchos ‘peperos’ ha hecho que no solo el vicepresidente del Parlamento Europeo abandone las filas de la rancia derecha sino que , a lo largo de estos últimos años, hemos podido comprobar cómo otros ilustres y significados militantes abrían camino para salir de una formación que –en palabras de ex militantes—se caracteriza por la indiferencia, la cerrazón, el hermetismo ante propuestas serias y el silencio más provocador.

Es evidente que, si alguna vez tuvo valores el PP, ahora no se ven por ninguna parte. A ello hay que añadir la falta de seriedad; resulta ser cierto que los programas se hacen para no cumplirlo, como decía el profesor Tierno Galván. Claro que, si eso es así, mejor no escuchar cantos de sirena que dejan de serlo cuando se toca poder. Hemos podido comprobar que el PP representa una actitud blandengue y ‘ñoña’; si alguien lo duda, no hay más que mirar hacia Burgos y comprobar cómo la derecha se arruga ante las dificultades: hoy cualquier pequeña ‘hoguera’ puede convertirse en un monstruoso ‘incendio’; ahí está el “efecto Gamonal”, que no lo es por casualidad.

Si alguien pensaba que la crisis era solo económica, hoy tiene evidencias suficientes para pensar que tiene un alcance mucho mayor. Hasta el propio Vidal-Quadras la ha definido como "económica, institucional, moral y de unidad nacional". Muchas de las soluciones pasan por seguir caminos opuestos a los que marca el Gobierno actualmente

Una prueba de que lo que preconiza el Gobierno no es lo que procede, es que amplios colectivos llevan varios días preparando una respuesta contundente. Y se pretende que traspase fronteras. Precisamente, la Convención que celebrará el PP en Valladolid los próximos días, va a ser el punto de confluencia del descontento general. Decenas de colectivos de color variopinto pretenden poner de manifiesto que  la gestión del Gobierno ha sido decepcionante, al igual que la del partido que lo sustenta.

A la vista de las opiniones vertidas en las redes sociales, los comentarios de la calle y el “completo” de los hoteles y residencias durante el fin de semana de la Convención, no hay duda de que no se van a regatear esfuerzos ni vocablos. Seguramente, a más de uno “le calificarán de todo menos de guapo”, empezando por el propio presidente y siguiendo por  los ‘ínclitos’ Wert, Gallardón y Anita Mato.

El “efecto Gamonal” se va a estrenar en un buen momento, de ahí que la Convención del PP en Valladolid sea catalogada por numerosos sectores sociales como de alto riesgo, altísimo cabreo  y tremenda decepción. Al tiempo. Doy fe.