“El día en que ETA me diga que tengo que coger una pistola y matar, lo haré”. Quien así se expresa es la repugnante Arantza Zulueta, sonriente detenida en la reciente operación de la Guardia Civil contra la banda terrorista. Es la mejor imagen de lo que es y significa el llamado "proceso de paz" que iniciara José Luis Rodríguez Zapatero, y que todo indica habría asumido el indolente Mariano Rajoy,que no es otra cosa más que la integración de la banda terrorista en el consenso. Operación ordenada por la Audiencia Nacional que incluía la detención del matarife conocido como “Kubati” y que a punto estuvo de fracasar por la incompetencia del Ministerio del Interior y su inoportuna nota de prensa adelantada. Posiblemente las ganas de entrar en el telediario permitieron la destrucción de documentación importante. Además, son el origen delchusco episodio del senador chuleta a la fuga. Para que nos digan que Bildu nada que ver con ETA.
El caso es que la detención de la fea, pero mira que eres fea, Zulueta y sus conmilitones fue duramente criticada por el mundo proetarra, el PNV del cual ETA es escisión, y el PSE-PSOE, que parece haber entrado en el MNLV, en un bochornoso comunicado aprobado por dichos partidos en el ayuntamiento de San Sebastián. El mismo ayuntamiento que habría casi presidido Gregorio Ordóñez si no hubiera sido cobardemente asesinado por los del partido que ahora allí mangonea. Los años de nihilismo equidistante que representó Odón Elorza a buen seguro tienen que ver en que los bilduetarras gobiernen el consistorio.
Zulueta, fanática de psiquiátrico – me viene a la mente esa otra tarada que tuvo por hijo a Ramón Mercader, Caridad-, es la responsable máxima del llamado Grupo de Coordinación del Frente carcelario de ETA, bajo orden directa de ETA, y fue la redactora de la macabra reivindicación que 63 asesinos, 309 muertos, leyeron hace unos días en Durango. Ante unos periodistas que, con la excepción del valiente Cake Minuesa -qué orgullo de compañero- de Intereconomía, aceptaron silentes y mansos una rueda de prensa sin preguntas. Como aceptó la Audiencia Nacional la manifestación de los cien mil de siempre porque la había convocado el PNV y en estos momentos la Justicia, que de independiente no tiene nada, no es capaz de hacerle un corte de mangas a Urkullu.
Nos dicen muchos que ETA está derrotada y ya no existe. Sin embargo, la realidad se empeña, una y otra vez en destruir la realidad, poniendo así de manifiesto su miseria moral. Y lo que nos queda por ver.