Estos días, aprovechando las fiestas entre santas y báquicas de la Navidad, he leído el libro “Crónica General del Sexo Oral” o de cómo la “lingüística” puede llegar a cambiar el devenir de la historia. El autor del libro es mi colega y, sin embargo, gran amigo Miguel Ángel Almodóvar, periodista, sociólogo e investigador con una larga lista de publicaciones en su curriculum, destacando, especialmente, entre los temas que suele tratar los dedicados a la nutrición, la gastronomía y la intrahistoria. Precisamente uno de sus últimos libros sobre gastronomía, del que hablaré otro día, lo tengo constantemente en mis manos, es el titulado “Bocados con historia” donde me sumerjo a menudo en las recetas en el mismo recogidas cuando quiero sorprender a alguien demostrando mis conocimientos culinarios.

Pero en esta ocasión Miguel Ángel Almodóvar nos habla de utilizar la lengua para placeres diferentes a los gastronómicos. El autor en esta “Crónica General del Sexo Oral” ha realizado un amplio trabajo de investigación para recorrer la historia de la oralidad en los juegos sexuales desde sus principios hasta los últimos tiempos, y en las 271 páginas del libro nos ilustra con las primeras “paleo-felaciones” a cargo de la Australophitecus Lucy hasta llegar a los tiempos actuales en los que el tenista Boris Becker tuvo que reconocer la paternidad de una niña fruto de una felación.

Durante mucho años este tipo de libros estuvieron prohibidos en España aunque la lectura de esta “Crónica General del Sexo Oral” nos da una amplia lista de autores que a lo largo de la historia pusieron blanco sobre negro en tomos diversos este tipo de práctica sexual. Jin Pig Mei es un texto chino que, como dijo el mismo Mao Zedong “describe la verdadera historia de la dinastía Ming”, en todo el texto son numerosas las referencias sexuales disfrazadas con expresiones como tocar la flauta o libar el cáliz. Entre los escritores más conocidos por el gran público que entre su producción literaria hablan del sexo y las diferentes formas de obtener placer con la práctica sexual encontramos nombres como Aristóteles, Catulo y Marcial entre los griegos y romanos, en una obra como esta no pueden faltar citas referidas al Kamasutra o a los maestro japoneses del género, ni el Marqués de Sade al que muchos leímos de escondidas como si de cualquier ejemplar de la revista Paris-Hollywood se tratara.

Tampoco faltan en el texto referencias a políticos que en algún que otro momento han tenido alguna relación con el mundo de la oralidad sexual como el presidente francés Fauré que, según dicen, murió de un ataque al corazón mientras una adiestrada felatriz estimulaba su partes bajas mediante su diestra lengua, o el “Monicagate” que casi le costó el puesto de Presidente de los Estados Unidos a Bill Clinton por sus jugueteos con Mónica Lewinsky en pleno despacho oval de la Casa Blanca. Tampoco se salva la Monarquía española de los juegos “sicalípticos” como se decía en los tiempos de Alfonso XIII, el Borbón era una gran pornógrafo e hizo rodar sólo para su uso particular tres películas en las que incluso se veía personal eclesiástico ejercitándose en las nobles artes del sexo oral o la sodomía, la también reina de España Isabel II que al no verse bien atendida por su esposo Francisco de Asís, más conocido como “Paco Natillas” además de sus amantes conocidos también solía retozar con alabarderos y palafreneros del servicio real, los hermanos Becquer la inmortalizaron dibujándola en diversas poses licenciosas en la revista “Gil Blas”.

Este libro, con ilustraciones de José Antonio Alcácer, es un compendio de las diversas maneras de la oralidad sexual a lo largo de los tiempos, su lectura supone un viaje a través de los tiempos en alas de los diversos placeres sexuales que con el devenir de los años las gentes han intentado procurarse. En su parte final unos consejos en los que se habla de la utilización del semen como elemento gastronómico, de las desventajas y peligros de practicar el sexo oral, por cierto, si alguna vez alguien se decide a “libar el cáliz” que compruebe primero que el “Cáliz” no esté untando con veneno pues le podría pasar como a un brasileño que, hace un par de años, murió envenenado después de practicar un cunilingus a su esposa quien, seguramente, le quería más muerto que vivo. Es una prueba de que el sexo oral puede ser peligroso si se practica sin las debidas garantías.

Esta “Crónica general del Sexo Oral” se presenta hoy 19 de Enero en la FNAC de Valencia a las 19 horas, además del autor intervendrán los pornógrafos y libertinos profesores Juan Miquel Company y Vicente Ponce, autor del prólogo.