Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Antes muerto que en silencio
Una tras otra, no hay fin. Si se continúa así, el Gobierno acabará por conseguirlo

La destrucción de lo público

|

Que no lo dude nadie. Todos los movimientos que realiza este omnívoro Gobierno tienen como objetivo la destrucción de lo público. Ya empezó en tal menester la torpe, torpísima e incompetente administración socialista, ya dejó Zapatero los mimbres de la cesta en posición. Ahora, el ejecutivo de Rajoy se ha aplicado a fondo en la encomienda y persigue, paso a paso, decreto a decreto, ley a ley, que los empleados públicos desaparezcan. Primero se sataniza al sujeto, después se le culpa de todos los males y, por último, se le ejecuta.

No interesa la independencia en la gestión, no es conveniente para los intereses políticos que aquéllos que con su trabajo sostienen el funcionamiento de la administración sean coherentes en el desarrollo de sus funciones, no quiere el rector público de turno que nadie le tosa. La imparcialidad en la aplicación de la ley, la corrección en los procedimientos y no ser perros falderos son características molestas para la reata de manipuladores que rigen el destino del Estado español. Mérito, capacidad e igualdad al vertedero.

Se privatizan los servicios, se prostituye la Sanidad, se mangonea la Justicia y se adultera el sistema educativo, todo ello con alevosía y premeditación. Y ahora, para que la impunidad del muñidor sea absoluta, toca ponerle los grilletes a las Fuerzas de Seguridad del Estado, garantes máximos de los derechos constitucionales que amparan a todos los españoles. El Gobierno ha decidido pagarse a sí mismo una barra libre que le permita la creación de una Stasi y el control de grupos parapoliciales que intimiden al pueblo soberano y así maniobrar sin temor. La democracia, entendida como forma de organización en la que el poder recae en el conjunto de la sociedad, agoniza, tiene los días contados. La casta política está imponiendo su doctrina dictatorial y represiva.

Estamos muertos. Nada va a poder impedir los desmanes políticos, nadie va a poder interponerse entre el aparato coercitivo y nosotros. Policías y guardias civiles tendrán que plegarse al mandato o serán apartados de sus funciones, sustituidos por una Gestapo privada. Éste es el fin y el principio de la nueva Ley de Seguridad Privada, tener el servilismo asegurado y maniatar a los justos.

Los españoles soportamos una tormenta que, lejos de amainar, empeora agigantándose, convirtiéndose en un tifón que nos está arrebatando los derechos y las libertades y que nos va a dejar, sino lo estamos ya, desnudos y desarmados ante los abusos del poder. Si consentimos que se destruya lo público, estamos perdidos, no habrá marcha atrás, porque lo que se va no regresa jamás. O reaccionamos o cuando vayamos a revolvernos ya será demasiado tarde. Tiempo al tiempo.

La destrucción de lo público

Una tras otra, no hay fin. Si se continúa así, el Gobierno acabará por conseguirlo
Tomás Salinas
viernes, 13 de diciembre de 2013, 07:57 h (CET)
Que no lo dude nadie. Todos los movimientos que realiza este omnívoro Gobierno tienen como objetivo la destrucción de lo público. Ya empezó en tal menester la torpe, torpísima e incompetente administración socialista, ya dejó Zapatero los mimbres de la cesta en posición. Ahora, el ejecutivo de Rajoy se ha aplicado a fondo en la encomienda y persigue, paso a paso, decreto a decreto, ley a ley, que los empleados públicos desaparezcan. Primero se sataniza al sujeto, después se le culpa de todos los males y, por último, se le ejecuta.

No interesa la independencia en la gestión, no es conveniente para los intereses políticos que aquéllos que con su trabajo sostienen el funcionamiento de la administración sean coherentes en el desarrollo de sus funciones, no quiere el rector público de turno que nadie le tosa. La imparcialidad en la aplicación de la ley, la corrección en los procedimientos y no ser perros falderos son características molestas para la reata de manipuladores que rigen el destino del Estado español. Mérito, capacidad e igualdad al vertedero.

Se privatizan los servicios, se prostituye la Sanidad, se mangonea la Justicia y se adultera el sistema educativo, todo ello con alevosía y premeditación. Y ahora, para que la impunidad del muñidor sea absoluta, toca ponerle los grilletes a las Fuerzas de Seguridad del Estado, garantes máximos de los derechos constitucionales que amparan a todos los españoles. El Gobierno ha decidido pagarse a sí mismo una barra libre que le permita la creación de una Stasi y el control de grupos parapoliciales que intimiden al pueblo soberano y así maniobrar sin temor. La democracia, entendida como forma de organización en la que el poder recae en el conjunto de la sociedad, agoniza, tiene los días contados. La casta política está imponiendo su doctrina dictatorial y represiva.

Estamos muertos. Nada va a poder impedir los desmanes políticos, nadie va a poder interponerse entre el aparato coercitivo y nosotros. Policías y guardias civiles tendrán que plegarse al mandato o serán apartados de sus funciones, sustituidos por una Gestapo privada. Éste es el fin y el principio de la nueva Ley de Seguridad Privada, tener el servilismo asegurado y maniatar a los justos.

Los españoles soportamos una tormenta que, lejos de amainar, empeora agigantándose, convirtiéndose en un tifón que nos está arrebatando los derechos y las libertades y que nos va a dejar, sino lo estamos ya, desnudos y desarmados ante los abusos del poder. Si consentimos que se destruya lo público, estamos perdidos, no habrá marcha atrás, porque lo que se va no regresa jamás. O reaccionamos o cuando vayamos a revolvernos ya será demasiado tarde. Tiempo al tiempo.

Noticias relacionadas

La libertad de expresión es un derecho fundamental que abarca las libertades de opinión, información y prensa, es esencial para ejercer otros derechos humanos y participar activamente en una sociedad libre y democrática, pero lo mismo en España que toda Europa, este derecho se enfrenta a desafíos y tensiones debido a la censura y a las restricciones.

Tras conocer por la prensa que un juzgado ha abierto diligencias de investigación por una denuncia contra su esposa, el presidente del Gobierno ha publicado una carta abierta dirigida a la ciudadanía en el antiguo Twitter, en la que afirma que: "Vive con impotencia el fango que se esparce sobre su mujer", y se pregunta si debe continuar o renunciar, motivo por el cual cancela su agenda, y se da de plazo hasta el próximo lunes, para meditar su futuro.

Pedro Sánchez habría dado por amortizada la actual legislatura y, con un golpe de efecto, anunciará presumiblemente el 29 de abril el adelanto de las Elecciones Generales para el próximo otoño, con la esperanza de renacer cual Ave Fénix y obtener unos resultados que le permitan conformar un Gobierno en solitario tras fagocitar los restos del naufragio de la efímera candidatura unitaria de izquierdas Sumar y con apoyos externos de los grupos nacionalistas periféricos.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto