El Betis ha sacado los tres puntos 'in extremis' de casa del Vitoria Guimaraes gracias a un tanto con el tiempo cumplido (94') de Chuli, con el que los de Pep Mel pasan a liderar en solitario el Grupo I de la Europa League tras la cuarta jornada y suman algo de moral en tiempos difíciles antes de recibir al FC Barcelona en la Liga BBVA.
De nuevo mostró fe el Betis, pero de nuevo evidenció falta de confianza y efectividad. Pese a dominar el partido, el tanto de la victoria llegó de manera agónica después de una segunda mitad mejor que la primera, con ocasiones pero sin acierto en los últimos metros. Al final, Chuli, que saltó al campo en el minuto 80, encontró el camino de la red definiendo cruzado y blandito un gran pase de Verdú.
La historia en Europa para el Betis es otra. En el Viejo Continente parece que algo de fortuna acompaña a los de Pepe Mel. Con estos tres puntos y el empate del Lyon ante el Rijeka, los béticos pasan a dominar su grupo con 8 puntos, dos más que los franceses y cuatro que los portugueses de Guimaraes. Una paso adelante para estar en dieciseisavos pero el Betis sigue sin encontrarse. La situación sigue crítica aunque una victoria contra el Barça sí podría ser el empujón definitivo. Y es que, hace dos semanas un triunfo ante el Vitoria parecía ser un punto de inflexión, algo que viendo al Betis colista está claro que no fue.
Bajo la lluvia, el Betis ejerció un estéril dominio en la primera mitad en la que le faltó la referencia atacante. Braian Rodríguez entró de inicio para dar descanso a Jorge Molina, pero estuvo desparecido. Vadillo y Juan Carlos trabajaban bien sus bandas pero las ocasiones no llegaban. Los de Mel chocaban con un Vitoria bien formado que incluso trataba de buscar la contra con cierta superioridad. La mejor de los verdiblancos pudo llegar antes del descanso en un gran desmarque de Juan Carlos que anuló el árbitro por un fuera de juego que no era.
En la segunda mitad el Betis dio un paso al frente, de nuevo de la mano de Vadillo y Juan Carlos, también Verdú, pero las jugadas seguían sin encontrar destino. Con la entrada de Molina, las ocasiones comenzaron a ser claras, aunque los de Mel entraron en cierto descontrol que permitía crecerse a los locales con alguna tentativa. Necesitados de puntuar, los locales tuvieron sus llegadas, pero con el paso de los minutos los visitantes se encerraban más y más. Cedric, Chuli, el Betis sacó toda su artillería y la fe mueve montañas. Aún con motivos para desesperar, los de Mel lo siguieron intentando y al final el premio llegó de las botas de Chuli, regalo de Verdú.
