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Enorme partido de los sevillanos, que se estrenan en la Liga Endesa. El Baskonia, sin respuesta
(82-62) El Cajasol sorprende apabullando al Laboral Kutxa
Victor Diaz |
sábado, 2 de noviembre de 2013, 22:45
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82- Cajasol: Satoransky (11), Bamforth (20), Mata (18), Porzingis (12), Williams (11) -cinco inicial--; Burjanadze (-), Franch (7), Balvin (3) y Hernangómez (-). 
62- Laboral Kutxa: Hodge (10), Jelinek (4), San Emeterio (7), Nocioni (13), Pleiss (13) --cinco inicial--; Mainoldi (-), Van Oostrum (-), Kaukenas (7), Kelati (-) y Bjeliça (8). Los 3.700 espectadores presentes en San Pablo tuvieron que frotarse los ojos para cerciorarse de que era real lo que estaban viendo. Un equipo con la intensidad que le había faltado en las tres jornadas anteriores, y con acierto y fortuna de cara al aro rival.
De hecho, el Laboral Kutxa sólo tomó la delantera con el 0-2 inicial de Tibor Pleiss, el único con sus rebotes, junto al primer cuarto de San Emeterio, que pudo minimizar la sangría provocada por los sevillanos.
Tres triples -dos de ellos muy afortunados, de Porzingis y de Bamforth- dieron al Cajasol su primera ventaja importante (11-4, min 5), obligando a un sorprendido Scariolo a pedir tiempo muerto. El trabajo ofensivo bajo aros de Williams contribuyó a que los locales terminaran el primer parcial cuatro arriba (19-15).
Porzingis, estelar
Aunque la gran explosión llegó en el segundo cuarto. Porzingis, inmenso -12 puntos y 14 de valoración en el intermedio-, explotó con canastas de todos los colores; y dos triples suyos más siete puntos de Satoransky lideraron el parcial de 17-4 con el que el Cajasol llegó a ganar 36-19 (min 17).
Los sevillanos levantaron a la media entrada presente en el Palacio de los Deportes, de tal forma que esta vez quienes tuvieron que apelar a la “testiculina” desde las gradas no fueron los miembros de la peña cajista "La Keka", sino el puñado de fieles que se trasladaron desde Vitoria con un Laboral Kutxa bien en los rebotes, pero muy errático en los tiros. Al descanso, 40-25; ver para creer.
Scariolo debió aleccionar a los suyos en el vestuario, porque el Laboral Kutxa salió mordiendo en el tercer cuarto, presionando arriba e incluso robando algún balón cerca de la canasta cajista. Pleiss y Nocioni rebajaron la renta hasta los 9 (46-37, min 24) ante un Cajasol al que mantenía en ataque un regularísimo Marcos Mata.
Mata y Franch mandan en el correcalles
Aíto reaccionó metiendo en cancha a Franch, y bajo su dirección el Cajasol aceptó el reto del correcalles que estaba planteando el Baskonia. Un para acá y para allá con el que ambos equipos nos obsequiaron, además de con velocidad, con canastas y acciones espectaculares en general, y con el que San Pablo se divirtió sobremanera.
Especialmente porque su equipo aguantó el pulso gracias al trabajo de todo el bloque, ahora principalmente de Franch y de Mata. Así, se entró en el último cuarto con once arriba para el Cajasol (58-49), y con la convicción en la afición local de que, esta vez sí, se lograría la victoria.
"Bamforth´s time" en el último cuarto
Y así fue. Mata preparó el ajusticiamiento definitivo del Laboral Kutxa (68-51, min 34), y Bamforth remató a los vitorianos con doce puntos y espectaculares triples cuando los de Scariolo quemaban sus últimas naves.
Noche más que feliz, naturalmente, en la capital de Andalucía; no así en la vasca, donde Scariolo deberá seguir trabajando duro para que su equipo alcance el nivel esperado y deseado.
| Sala de prensa | |
Sergio Scariolo (Entrenador del Laboral Kutxa) “Felicito al Cajasol, que ha jugado un gran partido, con agresividad, precisión en el tiro, y energía en el rebote. Tiene mucho mérito lo que han hecho. Por nuestra parte, es evidentísimo que no hemos aterrizado emocionalmente después de la gesta en Lituania, y no hay duda de que el entrenador es el responsable de no haber conseguido hacer entender a sus jugadores que el partido del otro día fue grandísimo, pero no daba puntos para el de hoy. Había que jugarlo con el máximo respeto para todos, y pedimos disculpas a nuestros aficionados por la mala imagen de esta noche. Desde el primer cuarto nos olvidamos de conceptos fundamentales como defender nuestra canasta y pasar la pelota; y la consecuencia es que el rival ha entrado cómodo y ha seguido muy cómodo”. “No nos ha sorprendido la intensidad del Cajasol, porque es justo en lo que hemos hecho más hincapié en estos dos últimos días, y además es una de las señas tradicionales de los equipos de Aíto. Si es cierto que no hemos sabido contrarrestarla con un grado similar o superior, y yo no he sabido comunicar a los jugadores de que era uno de los puntos fuertes del Cajasol. Hemos de seguir apretando la tecla para hacerlo mejor, y eso es trabajo mío”. | Aíto García Reneses (Entrenador del Cajasol) “Hemos tenido muchos errores y muchos aciertos, pero con una cualidad que ha sido un muy buen espíritu desde el principio hasta el final. Cuando tienes errores no te puedes desmoralizar y no seguir luchando, y hoy sí que hemos luchado. El planteamiento ha sido el mismo, pero muchas veces eso depende, si mentalmente no eres duro, de tu acierto y de la falta del mismo del rival. Está claro que vamos aprendiendo, y ojalá que lo que vengo intentando que sea la seña de identidad del equipo desde la pasada temporada se haga más verdad este año. No debemos jugar con miedo; podemos tener errores pero no venirnos abajo”. “Hemos de encontrar una línea, pero no ser unos ilusos. A veces parece que se nos olvida que tenemos unas posibilidades presupuestarias limitadas; hubiésemos querido tener algún veterano bueno más pero no hemos podido. Espero que se vea un Cajasol en esta línea de lucha y progresión a tope, pero no hay que confundir eso con que el equipo sea favorito en ningún partido. Tenemos que luchar en todos los encuentros, y si vamos mejorando, lógicamente lo haremos mejor”. |
(82-62) El Cajasol sorprende apabullando al Laboral Kutxa | ||||||||||
| Enorme partido de los sevillanos, que se estrenan en la Liga Endesa. El Baskonia, sin respuesta | ||||||||||
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Los 3.700 espectadores presentes en San Pablo tuvieron que frotarse los ojos para cerciorarse de que era real lo que estaban viendo. Un equipo con la intensidad que le había faltado en las tres jornadas anteriores, y con acierto y fortuna de cara al aro rival.
De hecho, el Laboral Kutxa sólo tomó la delantera con el 0-2 inicial de Tibor Pleiss, el único con sus rebotes, junto al primer cuarto de San Emeterio, que pudo minimizar la sangría provocada por los sevillanos. Tres triples -dos de ellos muy afortunados, de Porzingis y de Bamforth- dieron al Cajasol su primera ventaja importante (11-4, min 5), obligando a un sorprendido Scariolo a pedir tiempo muerto. El trabajo ofensivo bajo aros de Williams contribuyó a que los locales terminaran el primer parcial cuatro arriba (19-15). Porzingis, estelar Aunque la gran explosión llegó en el segundo cuarto. Porzingis, inmenso -12 puntos y 14 de valoración en el intermedio-, explotó con canastas de todos los colores; y dos triples suyos más siete puntos de Satoransky lideraron el parcial de 17-4 con el que el Cajasol llegó a ganar 36-19 (min 17).
Los sevillanos levantaron a la media entrada presente en el Palacio de los Deportes, de tal forma que esta vez quienes tuvieron que apelar a la “testiculina” desde las gradas no fueron los miembros de la peña cajista "La Keka", sino el puñado de fieles que se trasladaron desde Vitoria con un Laboral Kutxa bien en los rebotes, pero muy errático en los tiros. Al descanso, 40-25; ver para creer. Scariolo debió aleccionar a los suyos en el vestuario, porque el Laboral Kutxa salió mordiendo en el tercer cuarto, presionando arriba e incluso robando algún balón cerca de la canasta cajista. Pleiss y Nocioni rebajaron la renta hasta los 9 (46-37, min 24) ante un Cajasol al que mantenía en ataque un regularísimo Marcos Mata. Mata y Franch mandan en el correcalles Aíto reaccionó metiendo en cancha a Franch, y bajo su dirección el Cajasol aceptó el reto del correcalles que estaba planteando el Baskonia. Un para acá y para allá con el que ambos equipos nos obsequiaron, además de con velocidad, con canastas y acciones espectaculares en general, y con el que San Pablo se divirtió sobremanera. Especialmente porque su equipo aguantó el pulso gracias al trabajo de todo el bloque, ahora principalmente de Franch y de Mata. Así, se entró en el último cuarto con once arriba para el Cajasol (58-49), y con la convicción en la afición local de que, esta vez sí, se lograría la victoria. "Bamforth´s time" en el último cuarto Y así fue. Mata preparó el ajusticiamiento definitivo del Laboral Kutxa (68-51, min 34), y Bamforth remató a los vitorianos con doce puntos y espectaculares triples cuando los de Scariolo quemaban sus últimas naves. Noche más que feliz, naturalmente, en la capital de Andalucía; no así en la vasca, donde Scariolo deberá seguir trabajando duro para que su equipo alcance el nivel esperado y deseado.
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