Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Reflexión | Pensamiento | Futuro
Un emocionante camino por recorrer

Pensar en un futuro sin desanimarse

|

Mi juventud fue un paso difícil y me costó encontrar la madurez. Tuve muchas dudas y todas se resolvieron con el tiempo y mi cultivada fe en que siempre me pasaría lo mejor. Así que me propuse con firmeza: no llorar, no desmayarse, no desear lo inalcanzable y si lo deseo y lucho por ello, saber retroceder a tiempo, antes de hacerme daños irreversibles que me marquen de por vida. Así pues: no bailar sin haber recibido clases magistrales, no pelear por ser la primera en cualquier espacio que pisen mis zapatos, no tropezar con todas las piedras, pero tropezar con las que me orienten y enseñen a caminar sin tropezarme ni tambalearme. De este modo: ser yo misma y quererme de este modo y desear ser feliz con o sin ver cumplidos mis deseos y caprichos. Ahí actuaría mi cultivada fe, la que siempre me salvó de caer torpemente en los agujeros e impidió que me tragase la tierra negra.

Yo recomiendo siempre a la juventud tener como familia a animales de cualquier especie, pues te ayudan a ser feliz y a pensar mejor en cualquier aspecto, te inclinan y orientan a decidir en la vida y a vivir tus frustraciones con dignidad. El motivo: ellos te quieren como eres e incluso si eres tú, una especie de “don nadie” en la sociedad. Así, de este modo te amarán los que en serio te amen al igual que los animales, no por lo que llegues a ser, aunque reconozco, que es tristemente necesario realizarse en la vida y morirse con ese buen sabor de boca, de que hubo lucha y consecución de unas metas, una especie de realización personal que nos ha hecho aceptar la cercanía de la muerte como el beso de una hermana.

Hay que correr para ganar, pues.

Hay que seguir un caminito y hay que ganarse el pancito.

Hay que madrugar y mover el esqueleto.

Explotar la inteligencia al máximo. Sacar partido de nuestras virtudes. Saber dirigir nuestras inclinaciones. Seguir con la nariz alta aunque no triunfemos. Bailar con los tiempos y sobrevivir entre ellos. Convencer a la humanidad de nuestras dotes e importancia.

Demostrar que somos parte de un todo.

Caminar con ansias y sin mirar atrás. Saber que se puede, aunque a diferentes velocidades, pues a los que van demasiado rápido les pillará la Guardia Civil y tendrán multa y sacada de puntos. Les sacarán el carnet de conducir. Ánimo, pues.

Adolescencia, divino tesoro y tormento, toca decidir en muchos terrenos, el estudio, los amigos buenos o malos, te corroe el deseo de independencia, probar nuevas cosas o mismo no probarlas.

Todo hace de nuestro planeta una sociedad diversa. Cuando tenia 14 primaveras, francamente no sabía que quería estudiar, estaba indecisa, malhumorada.

Ahora me doy cuenta que es un poco igual lo que decidas, el tiempo pasa volando y lo importante es colaborar para una sociedad justa, mejor, que evolucione en el buen sentido y crezca en virtudes. Todas las profesiones deben estar encaminadas en esa dirección, nada fácil, pero tampoco difícil. Así que “ánimos”. Juventud, tenéis el divino tesoro, todo el tiempo por delante para cambiar las mentes, transformar a los ignorantes, vencer a los enemigos y con ello, las posibles frustraciones que nuestro “querer ser en esta sociedad” han ido forjando en nosotros.

Adelante juventud, sed abogados, profesionales de la sanidad, vendedores, cuidadores de perros, de ancianos, veterinarios, filólogos, filósofos, amas de casa... pero todo, con la dignidad del ser, del querer ser servicial a los seres vivos, al bien común.

Yo quise ser astronauta para viajar a la luna en el ano 2000. No lo fui, no pude irme a Estados Unidos para estudiar ni era todo lo buena que quisiera en Física, pero ¿saben qué?, estamos en el año 2016, y el hombre no ha vuelto a pisar la luna. Aunque fuera astronauta, no hubiese llegado a hacer el anhelado viaje espacial tan especial para mí. Tanto estudio habría hecho para no cumplir mi sueño de adolescente.

Lo mejor es dejarse llevar por las olas, como diría el poeta, aquél que escribe versos por vocación real, pues muchos ven en ellos, y bien lo saben, a personas algo chifladas, puede que algo frustradas y desafortunadas, también. Todo es posible, pero por otro lado, también puede no ser. Los más sabios les considerarán letrados de nivel.

La vida es dura.

Ciertamente es bueno estudiar algo que te guste, pero que también se te dé bien. Algo que te motive y si no lo encuentras, no llores, sirve a la sociedad con tus acciones, si es tocar botones, tócalos con amor, barriendo, pues hazlo cantando, peinando pelos inventa nuevos peinados y muéstralos a los amigos. Si eres conserje, saluda con una sonrisa. Ama de casa, cuida de tu familia mejor que nadie, y si eres profesor, educa con el ejemplo y el amor. Un abogado, debe ser hombre legal y correcto, un médico debe intentar curar siempre lo mejor posible a sus pacientes y debe ayudarlos siempre a vivir con buena salud. Un vendedor debe establecer precios justos.

La felicidad, querida adolescencia, está en estas acciones, no en ser ésto o en llegar a ser aquéllo.

Dedica tu vida al bien, a lo bueno, a cumplir con proyectos y ayudar. Acabarás siempre el día feliz y dormirás muy bien.

La nota para lo que pueda ser, si no puedes ser Fisioterapeuta, sé Auxiliar Sanitario o estudia una Formación Profesional. Pero muévete en alguna dirección, nunca dejes de moverte y de luchar, de desenfundar tu espada y tus ansias por el progreso y la libertad, la equidad, la mente sana y la legalidad.

Adolescentes, los mayores os animamos a continuar con el cambio que ilusionados empezamos allá por la década de los noventa, confiando en vuestra inteligencia y buen hacer. Vuestra preparación y dedicación, y ahora pensando que esta lectura no os dejara indiferentes. Sabiendo que estas letras os llegaran al fondo del alma para curaros y llevaros a la fuente de la eterna juventud: sentir, pensar y luchar por estar bien y hacer que otros se sientan igualmente cómodos, atendidos y respetados, si así lo merecen.

Continuará… 

Pensar en un futuro sin desanimarse

Un emocionante camino por recorrer
Aurora Peregrina Varela Rodriguez
lunes, 28 de octubre de 2019, 10:14 h (CET)

Mi juventud fue un paso difícil y me costó encontrar la madurez. Tuve muchas dudas y todas se resolvieron con el tiempo y mi cultivada fe en que siempre me pasaría lo mejor. Así que me propuse con firmeza: no llorar, no desmayarse, no desear lo inalcanzable y si lo deseo y lucho por ello, saber retroceder a tiempo, antes de hacerme daños irreversibles que me marquen de por vida. Así pues: no bailar sin haber recibido clases magistrales, no pelear por ser la primera en cualquier espacio que pisen mis zapatos, no tropezar con todas las piedras, pero tropezar con las que me orienten y enseñen a caminar sin tropezarme ni tambalearme. De este modo: ser yo misma y quererme de este modo y desear ser feliz con o sin ver cumplidos mis deseos y caprichos. Ahí actuaría mi cultivada fe, la que siempre me salvó de caer torpemente en los agujeros e impidió que me tragase la tierra negra.

Yo recomiendo siempre a la juventud tener como familia a animales de cualquier especie, pues te ayudan a ser feliz y a pensar mejor en cualquier aspecto, te inclinan y orientan a decidir en la vida y a vivir tus frustraciones con dignidad. El motivo: ellos te quieren como eres e incluso si eres tú, una especie de “don nadie” en la sociedad. Así, de este modo te amarán los que en serio te amen al igual que los animales, no por lo que llegues a ser, aunque reconozco, que es tristemente necesario realizarse en la vida y morirse con ese buen sabor de boca, de que hubo lucha y consecución de unas metas, una especie de realización personal que nos ha hecho aceptar la cercanía de la muerte como el beso de una hermana.

Hay que correr para ganar, pues.

Hay que seguir un caminito y hay que ganarse el pancito.

Hay que madrugar y mover el esqueleto.

Explotar la inteligencia al máximo. Sacar partido de nuestras virtudes. Saber dirigir nuestras inclinaciones. Seguir con la nariz alta aunque no triunfemos. Bailar con los tiempos y sobrevivir entre ellos. Convencer a la humanidad de nuestras dotes e importancia.

Demostrar que somos parte de un todo.

Caminar con ansias y sin mirar atrás. Saber que se puede, aunque a diferentes velocidades, pues a los que van demasiado rápido les pillará la Guardia Civil y tendrán multa y sacada de puntos. Les sacarán el carnet de conducir. Ánimo, pues.

Adolescencia, divino tesoro y tormento, toca decidir en muchos terrenos, el estudio, los amigos buenos o malos, te corroe el deseo de independencia, probar nuevas cosas o mismo no probarlas.

Todo hace de nuestro planeta una sociedad diversa. Cuando tenia 14 primaveras, francamente no sabía que quería estudiar, estaba indecisa, malhumorada.

Ahora me doy cuenta que es un poco igual lo que decidas, el tiempo pasa volando y lo importante es colaborar para una sociedad justa, mejor, que evolucione en el buen sentido y crezca en virtudes. Todas las profesiones deben estar encaminadas en esa dirección, nada fácil, pero tampoco difícil. Así que “ánimos”. Juventud, tenéis el divino tesoro, todo el tiempo por delante para cambiar las mentes, transformar a los ignorantes, vencer a los enemigos y con ello, las posibles frustraciones que nuestro “querer ser en esta sociedad” han ido forjando en nosotros.

Adelante juventud, sed abogados, profesionales de la sanidad, vendedores, cuidadores de perros, de ancianos, veterinarios, filólogos, filósofos, amas de casa... pero todo, con la dignidad del ser, del querer ser servicial a los seres vivos, al bien común.

Yo quise ser astronauta para viajar a la luna en el ano 2000. No lo fui, no pude irme a Estados Unidos para estudiar ni era todo lo buena que quisiera en Física, pero ¿saben qué?, estamos en el año 2016, y el hombre no ha vuelto a pisar la luna. Aunque fuera astronauta, no hubiese llegado a hacer el anhelado viaje espacial tan especial para mí. Tanto estudio habría hecho para no cumplir mi sueño de adolescente.

Lo mejor es dejarse llevar por las olas, como diría el poeta, aquél que escribe versos por vocación real, pues muchos ven en ellos, y bien lo saben, a personas algo chifladas, puede que algo frustradas y desafortunadas, también. Todo es posible, pero por otro lado, también puede no ser. Los más sabios les considerarán letrados de nivel.

La vida es dura.

Ciertamente es bueno estudiar algo que te guste, pero que también se te dé bien. Algo que te motive y si no lo encuentras, no llores, sirve a la sociedad con tus acciones, si es tocar botones, tócalos con amor, barriendo, pues hazlo cantando, peinando pelos inventa nuevos peinados y muéstralos a los amigos. Si eres conserje, saluda con una sonrisa. Ama de casa, cuida de tu familia mejor que nadie, y si eres profesor, educa con el ejemplo y el amor. Un abogado, debe ser hombre legal y correcto, un médico debe intentar curar siempre lo mejor posible a sus pacientes y debe ayudarlos siempre a vivir con buena salud. Un vendedor debe establecer precios justos.

La felicidad, querida adolescencia, está en estas acciones, no en ser ésto o en llegar a ser aquéllo.

Dedica tu vida al bien, a lo bueno, a cumplir con proyectos y ayudar. Acabarás siempre el día feliz y dormirás muy bien.

La nota para lo que pueda ser, si no puedes ser Fisioterapeuta, sé Auxiliar Sanitario o estudia una Formación Profesional. Pero muévete en alguna dirección, nunca dejes de moverte y de luchar, de desenfundar tu espada y tus ansias por el progreso y la libertad, la equidad, la mente sana y la legalidad.

Adolescentes, los mayores os animamos a continuar con el cambio que ilusionados empezamos allá por la década de los noventa, confiando en vuestra inteligencia y buen hacer. Vuestra preparación y dedicación, y ahora pensando que esta lectura no os dejara indiferentes. Sabiendo que estas letras os llegaran al fondo del alma para curaros y llevaros a la fuente de la eterna juventud: sentir, pensar y luchar por estar bien y hacer que otros se sientan igualmente cómodos, atendidos y respetados, si así lo merecen.

Continuará… 

Noticias relacionadas

Alberga la voz protocolo acepciones varias. La cuarta de ellas, siguiendo al DRAE, define esta palabra como ”secuencia detallada de un proceso de actuación científica, técnica, médica, etc.”. Al parecer, todo protocolo supone una garantía para evitar decisiones improvisadas en los distintos ámbitos y tranquilizar, de paso, a los destinatarios de la actuación, que pueden ser los miembros de un colectivo concreto o, en algunos casos, toda la población.

Si algo nos va quedando claro, es la enorme complicación de la cual formamos parte activa. El cielo nos plantea retos de altura si queremos ser consecuentes y la materia resulta muy superficial, la mayor parte es indetectable en el Universo como materia oscura. Las energías y las condensaciones nos traen de cabeza, hasta el punto de que avanzamos sin avanzar, de ver sin ver, o muchas situaciones similares.

Hoy comienzan las elecciones en la India. Están habilitados para votar más de 960 millones de habitantes en comicios de formato singular que van a durar 44 días. El país encarna la mayor democracia del mundo y, a diferencia de lo que suele acontecer en occidente, se espera un incremento del número de ciudadanos que acudan a las urnas.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto