Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Regateo
Políticos, economistas, abogados, duques, da igual la categoría porque tarde o temprano todos acaban en el mismo bote. Pasan de “héroes a villanos” en cuestión de segundos. Y esto, peligrosamente, cada vez parece que se extrapola más al mundo del deporte. Ahora bien, con un matiz bien diferente.

De héroes a villanos

|

Para los amantes del fútbol esta semana se puede decir que ya ha empezado el “otoño”. Comienzan de nuevo los agobios con las colecciones por fascículos, el vientecillo que ya no es solo fresco y señores, vuelve la Champions.

Esa competición que tiene un “color especial” y que nos hace a todos entrar de golpe en la nueva temporada. Que nos llena de entusiasmo y que nos pone los pelos como escarpias en cuanto tintinean los primeros acordes del himno. Suena “friki” sí, pero oye cada uno tiene sus vicios.

Las semanas de Champions nos tienen a media Europa pillados delante del televisor. Solo unos pocos privilegiados pueden ir al campo a sentir el espectáculo en vivo ya sea con sus ahorros o con los del resto del país. Allá cada uno con su conciencia porque está visto que en España, por alusiones, quien no corre vuela y tonto el último.

Por lo pronto, en cuanto a lo deportivo, esperemos que el refrán no se cumpla y que lo que bien empieza acabe de igual modo. Salvo descarte de la Real que tropezó o le hicieron tropezar…el resto de equipos españoles pisan fuerte y se perfilan como serios rivales acumulando esta primera jornada unos números que hacen creer en “la orejona”. Pero bueno, torres más altas han caído y sino que se lo pregunten a Mou que debe pasarse el día jurando en hebreo con su primer shock europeo esta temporada.

Y otro que no se lo debe creer es Iker. De ángel y salvador pasó a ser un caído, para los seguidores del luso un traidor y para gran parte de la afición poco más que un villano. Más que un deportista de élite parece un actor de telenovela venido a menos. Y ni todo es tan blanco ni todo tan negro. Lo que no es normal es que después de ganar prácticamente todo defendiendo la camiseta blanca, acumulando dos Eurocopas y un Mundial en su palmares, tenga que saltar al terreno de juego frente al Galatasaray como si fuese un portero de un equipo juvenil. Con los nervios propios de tener que justificarse o demostrar algo. Está claro que la situación ha cambiado, pero él sigue siendo el de siempre. Un porterazo reconocido y aclamado por todos que ahora parece no salir de su particular pesadilla. Una pesadilla donde todos día a día echamos más leña al fuego sin entender que lo que único que general esta situación es malestar a título personal y al equipo. Madridista o no, un jugador así siempre es valorado y no llego a comprender la controversia de la situación. Cuando la falta de respeto comienza a ser la protagonista, honestamente, todo pierde el sentido. La ignorancia, sin duda, es muy atrevida, así que mejor no entrar demasiado en ello.

Un apunte más. Las fieras de Cristiano y Messi parecen desatarse de nuevo, pero ojo, una cosa tengo clara. Si Isco fuera brasileño, argentino o igual hasta portugués, valdría por lo menos 100 millones. Control, elegancia y visión de juego que hicieron que el Madrid brillara después de estar casi 45 minutos sometido a la pasión turca. La revelación de la temporada vuelve a tener nombre propio.

De héroes a villanos

Políticos, economistas, abogados, duques, da igual la categoría porque tarde o temprano todos acaban en el mismo bote. Pasan de “héroes a villanos” en cuestión de segundos. Y esto, peligrosamente, cada vez parece que se extrapola más al mundo del deporte. Ahora bien, con un matiz bien diferente.
Lara Franco Andrés
jueves, 19 de septiembre de 2013, 14:31 h (CET)

Para los amantes del fútbol esta semana se puede decir que ya ha empezado el “otoño”. Comienzan de nuevo los agobios con las colecciones por fascículos, el vientecillo que ya no es solo fresco y señores, vuelve la Champions.

Esa competición que tiene un “color especial” y que nos hace a todos entrar de golpe en la nueva temporada. Que nos llena de entusiasmo y que nos pone los pelos como escarpias en cuanto tintinean los primeros acordes del himno. Suena “friki” sí, pero oye cada uno tiene sus vicios.

Las semanas de Champions nos tienen a media Europa pillados delante del televisor. Solo unos pocos privilegiados pueden ir al campo a sentir el espectáculo en vivo ya sea con sus ahorros o con los del resto del país. Allá cada uno con su conciencia porque está visto que en España, por alusiones, quien no corre vuela y tonto el último.

Por lo pronto, en cuanto a lo deportivo, esperemos que el refrán no se cumpla y que lo que bien empieza acabe de igual modo. Salvo descarte de la Real que tropezó o le hicieron tropezar…el resto de equipos españoles pisan fuerte y se perfilan como serios rivales acumulando esta primera jornada unos números que hacen creer en “la orejona”. Pero bueno, torres más altas han caído y sino que se lo pregunten a Mou que debe pasarse el día jurando en hebreo con su primer shock europeo esta temporada.

Y otro que no se lo debe creer es Iker. De ángel y salvador pasó a ser un caído, para los seguidores del luso un traidor y para gran parte de la afición poco más que un villano. Más que un deportista de élite parece un actor de telenovela venido a menos. Y ni todo es tan blanco ni todo tan negro. Lo que no es normal es que después de ganar prácticamente todo defendiendo la camiseta blanca, acumulando dos Eurocopas y un Mundial en su palmares, tenga que saltar al terreno de juego frente al Galatasaray como si fuese un portero de un equipo juvenil. Con los nervios propios de tener que justificarse o demostrar algo. Está claro que la situación ha cambiado, pero él sigue siendo el de siempre. Un porterazo reconocido y aclamado por todos que ahora parece no salir de su particular pesadilla. Una pesadilla donde todos día a día echamos más leña al fuego sin entender que lo que único que general esta situación es malestar a título personal y al equipo. Madridista o no, un jugador así siempre es valorado y no llego a comprender la controversia de la situación. Cuando la falta de respeto comienza a ser la protagonista, honestamente, todo pierde el sentido. La ignorancia, sin duda, es muy atrevida, así que mejor no entrar demasiado en ello.

Un apunte más. Las fieras de Cristiano y Messi parecen desatarse de nuevo, pero ojo, una cosa tengo clara. Si Isco fuera brasileño, argentino o igual hasta portugués, valdría por lo menos 100 millones. Control, elegancia y visión de juego que hicieron que el Madrid brillara después de estar casi 45 minutos sometido a la pasión turca. La revelación de la temporada vuelve a tener nombre propio.

Noticias relacionadas

Me he criado en una familia religiosa, sin llegar a ser beata, que ha vivido muy de cerca la festividad del Jueves Santo desde siempre. Mis padres se casaron en Santo Domingo, hemos vivido en el pasillo del mismo nombre, pusimos nuestro matrimonio a los pies de la Virgen de la Esperanza, de la que soy hermano, y he llevado su trono durante 25 años.

Gladio (espada en latín), fue el nombre que se le dio a la "red de agentes durmientes desplegados por la OTAN en Italia y preparados para entrar en acción en caso de que los soviéticos invadieran Europa Occidental", y serían la fuerza aliada que permanecería detrás de las líneas soviéticas para facilitar el contraataque.

El diccionario es permisivo, incluye la rigidez en la delimitación de las entradas y salidas; al tiempo que acoge la pérdida de los formatos cerebrales a la hora de regular las ideas entrantes o las emitidas tras elucubraciones varias. A veces no está tan claro si apreciamos más los desajustes o seguimos fieles a ciertos límites establecidos.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto