Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Políticamente incorrecta
“Muérete, Cifuentes”. Esta fue la resentida y más fina de las reacciones de centenares de individuos en redes sociales

El odio

|

“Muérete, Cifuentes”. Esta fue la resentida y más fina de las reacciones de decenas, centenares de individuos en redes sociales al conocerse el tremendo accidente de moto que había sufrido la delegada del gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, quien es pieza clave en la renovación del partido en Madrid que quiere acometer en próximas fechas Mariano Rajoy. Menudo lumpen moral.

Estupor y sorpresa por la cruda realidad al quedar a la vista la enfermedad moral de parte no pequeña de la sociedad española que dejaba pronto paso a la lógica indignación. Indignación y malestar que fueron en aumento el día en que un grupo de personas, que se dicen trabajadores de la sanidad pública madrileña, se manifestaban a las puertas del centro médico La Paz, en cuya Unidad de Cuidados Intensivos se encuentra la política del PP, poco menos que exigiendo su expulsión del centro. No queda claro si les pareció bien salvarle la vida, pero supongo que no. A la cabeza de la indigna protesta, por cierto, la siempre presente amiga de Otegi, el de Batasuna/ETA, Ángeles Maestro, antaño diputada de la reaccionaria Izquierda Unida. Qué rollo de señora. Hace ya mucho que el agit-prop quedó en manos de la extrema izquierda, lo que es bastante preocupante.

Deberían el resto de concentrados (¿legalmente?) ser identificados, y si realmente son empleados de la sanidad pública, ser fulminantemente expedientados y despedidos. No lo serán. El complejo de los gobiernos del PP, siempre implorando poder formar parte de la socialdemocracia, es demasiado complejo. Y una de las causas principales, junto con la legislación complaciente con el violento y dura con las víctimas, del envalentonamiento de los totalitarios.

Escribía Ludwig von Mises que “la raíz del antiliberalismo no puede ser aprehendida por vía de la razón pura, pues no es de orden racional. Constituye, por el contrario, el fruto de una disposición mental patológica, que brota del resentimiento, de una condición neurasténica, que cabría denominar el complejo de Fourier”.

A la delegada del gobierno la odian, quienes así se pronunciaban y quienes así se manifiestan, por dos motivos. No ser de izquierdas, esa dispensa moral que basta con proclamar para sentirte buena persona aunque seas como esta tropa, y haber triunfado en la vida. Esto último a la chusma neurótica le resulta imperdonable.

El odio

“Muérete, Cifuentes”. Esta fue la resentida y más fina de las reacciones de centenares de individuos en redes sociales
Almudena Negro
lunes, 26 de agosto de 2013, 07:13 h (CET)
“Muérete, Cifuentes”. Esta fue la resentida y más fina de las reacciones de decenas, centenares de individuos en redes sociales al conocerse el tremendo accidente de moto que había sufrido la delegada del gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, quien es pieza clave en la renovación del partido en Madrid que quiere acometer en próximas fechas Mariano Rajoy. Menudo lumpen moral.

Estupor y sorpresa por la cruda realidad al quedar a la vista la enfermedad moral de parte no pequeña de la sociedad española que dejaba pronto paso a la lógica indignación. Indignación y malestar que fueron en aumento el día en que un grupo de personas, que se dicen trabajadores de la sanidad pública madrileña, se manifestaban a las puertas del centro médico La Paz, en cuya Unidad de Cuidados Intensivos se encuentra la política del PP, poco menos que exigiendo su expulsión del centro. No queda claro si les pareció bien salvarle la vida, pero supongo que no. A la cabeza de la indigna protesta, por cierto, la siempre presente amiga de Otegi, el de Batasuna/ETA, Ángeles Maestro, antaño diputada de la reaccionaria Izquierda Unida. Qué rollo de señora. Hace ya mucho que el agit-prop quedó en manos de la extrema izquierda, lo que es bastante preocupante.

Deberían el resto de concentrados (¿legalmente?) ser identificados, y si realmente son empleados de la sanidad pública, ser fulminantemente expedientados y despedidos. No lo serán. El complejo de los gobiernos del PP, siempre implorando poder formar parte de la socialdemocracia, es demasiado complejo. Y una de las causas principales, junto con la legislación complaciente con el violento y dura con las víctimas, del envalentonamiento de los totalitarios.

Escribía Ludwig von Mises que “la raíz del antiliberalismo no puede ser aprehendida por vía de la razón pura, pues no es de orden racional. Constituye, por el contrario, el fruto de una disposición mental patológica, que brota del resentimiento, de una condición neurasténica, que cabría denominar el complejo de Fourier”.

A la delegada del gobierno la odian, quienes así se pronunciaban y quienes así se manifiestan, por dos motivos. No ser de izquierdas, esa dispensa moral que basta con proclamar para sentirte buena persona aunque seas como esta tropa, y haber triunfado en la vida. Esto último a la chusma neurótica le resulta imperdonable.

Noticias relacionadas

Alberga la voz protocolo acepciones varias. La cuarta de ellas, siguiendo al DRAE, define esta palabra como ”secuencia detallada de un proceso de actuación científica, técnica, médica, etc.”. Al parecer, todo protocolo supone una garantía para evitar decisiones improvisadas en los distintos ámbitos y tranquilizar, de paso, a los destinatarios de la actuación, que pueden ser los miembros de un colectivo concreto o, en algunos casos, toda la población.

Si algo nos va quedando claro, es la enorme complicación de la cual formamos parte activa. El cielo nos plantea retos de altura si queremos ser consecuentes y la materia resulta muy superficial, la mayor parte es indetectable en el Universo como materia oscura. Las energías y las condensaciones nos traen de cabeza, hasta el punto de que avanzamos sin avanzar, de ver sin ver, o muchas situaciones similares.

Hoy comienzan las elecciones en la India. Están habilitados para votar más de 960 millones de habitantes en comicios de formato singular que van a durar 44 días. El país encarna la mayor democracia del mundo y, a diferencia de lo que suele acontecer en occidente, se espera un incremento del número de ciudadanos que acudan a las urnas.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto