Heinz Dieterich, ideólogo del Socialismo del Siglo XXI, advertía años atrás que el genial estratega del anti-imperialismo sudamericano Hugo Chávez se había visto obligado a sacrificar su apoyo a las FARC en el póker mundial para sobrevivir. Ello solo para sobrevivir ante una correlación desfavorable que se le presentaba, pocos años atrás.
Hoy la recomposición del MERCOSUR iniciada con el traspaso de mando a Horacio Cartes en Paraguay, que ha declarado que acepta a Venezuela, obliga a los países sudamericanos a pensar en algunos otros para revitalizar el crecimiento del bloque con el ingreso de más países interesados en integrarse.
Entre estos países se encuentra Marruecos, territorio poéticamente interpretado como un pedazo de Latinoamérica en Africa por el preclaro líder del Partido del Progreso y el Socialismo, Moulay Ismail Alaoui. Los mejores líderes de este estratégico país, que tiene los pies arraigados en el estratégico estrecho de Gibraltar, plantean al MERCOSUR la posibilidad de acceder a un puerto en Tanger.
La posición de Marruecos fue siempre apetecida. Lo demostró ya el Imperio Romano, que la ocupó y dio el nombre de Mauritania Tingitana, y al que siguieron visigodos, bizantinos, árabes, españoles, ingleses y franceses. De allí habían venido a poblar la península los íberos que encontró Julio César en tiempos de la expansión del Imperio romano, de allí que los constructores de la Alhambra son abuelos de los españoles actuales y también de los actuales marroquíes.
Relata el geógrafo francés Gautier, que hasta no hace mucho y quizá todavía, las familias andaluzas de Marruecos conservan preciosamente guardadas las llaves de la casa ancestral en Sevilla y Granada. Es el territorio donde se refugió la élite del Islam Occidental luego de abandonar España. Al refugiarse en Marruecos luego de abandonar España, el Islam occidental le dotó de alma, esparciendo trozos de Andalucía. Absurdo sería reclamarles certificado de hispanidad.
¿Cuál es el motivo que separa a Latinoamérica de esta posición tan preciada en la geopolítica mundial? Daría risa si no fuera tan trágico: un grupo de nómadas financiados por Argelia, triste resabio de la odiosa guerra fría, que dicen ser “dueños ancestrales” del Sahara Occidental.
El líder de estos comediantes, que vive como un príncipe oriental, ha sido denunciado por atroces violaciones de los derechos humanos en Tinduf. Es él quien acapara para su propio provecho las enormes sumas de ayuda internacional que su pueblo jamás ve.
Pero como no hay mal que dure cien años, sus atrocidades han empezado a ver la luz en España. El juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz escuchó la semana pasada a dos víctimas del Frente Polisario, Saadani Malainine y Dahi Aguai, presidente de la Asociación de los Desaparecidos del Polisario, así como otros testigos que interpusieron una querella hace seis años contra los dirigentes de esta organización que sigue amenazando con más violencia.
A estos acusados de cometer genocidio contra su propio pueblo solo para montar una farsa en propio beneficio, es a quienes inútilmente siguen creyendo algunos gobiernos, haciendo que sus compatriotas pierdan mucho más que lo que reciben, con un conflicto en el que ganan muy pocos y demasiado lejos.
Para el MERCOSUR, es tiempo de pensar en Marruecos....La llave del estrecho de Gibraltar; el camino de las Canarias, las colonias y la hispanidad americana; el camino a los dos mundos entrelazados de los árabes y el Islam; la España genuina disfrazada con turbante. Un pedazo de Latinoamérica en el estratégico Estrecho de Gibraltar.