Si hacemos caso de la vedette y la estrofa-canción, la tentación, puede surgir en cualquier momento. Y la inspiración a esa forma de actuar, no es precisa que sea la de una mujer. Hay tentaciones que las podemos encontrar, con tan solo salir a la calle. Pasear por determinados parques y jardines, al veraniego anochecer, puede ser harto peligroso, ya que la iluminación ha desaparecido.
Desde los ayuntamientos afectados, dicen que el mantenimiento es carísimo, ya que al haber sido sustraídos los cables de cobre varias veces, no resulta rentable iluminar determinadas zonas. ¿Y por que no convertir las farolas de luz, en farolas con sistema solar o de gas? Me asiste la tentación, de proponer otra idea: ¿Por qué no alquilar –como las bicicletas-, lámparas de camping-gas, para podernos alumbrar mientras paseamos o nos sentamos a tener una agradable charla? Por ideas que no sea. Los paseos marítimos, se fueron creando, para el solaz de la sociedad.
Las playas, son lugares ideales para tomar un refresco, hacer una cena popular, jugar al dominó, las cartas o el parchís, o simplemente para relajarse tranquilamente a la refrescante luz de la luna. Hay quien se ha espantado por la gran afluencia de ciudadanos a las playas por la noche, haciendo alusión de que se hacen botellones descontrolados y se realizan actividades no aptas para la salud pública. ¿Qué lugar podemos tener los mortales para pasar un rato fresco de asueto marinero? Si no se acude a las playas y al encuentro con el mar, es que los ciudadanos viven a sus espaldas.
Si acudimos masivamente, para refrescarnos y pasar un rato agradable a la orilla de la playa, también mal, porque podemos estar haciendo actividades en contra de la sociedad. Me asiste la tentación, de aconsejar que se aclaren un poco. La belleza de las playas en horario nocturno, es uno de esos pocos placeres gratuitos que nos brinda la naturaleza. Las autoridades deben velar por la seguridad y salubridad de los ciudadanos, realizando turnos correspondientes, para que no tengamos que entrar en sistema de pasmo, ante actitudes normales y corrientes.
Me cuentan, que determinados monumentos, se encuentran en estado de ruina. Y no solo en mi ciudad, sino en muchas ciudades españolas, en las que el abandono, es patente, y la nula actuación de las autoridades municipales competentes. Estamos rodeados de solares, dónde acampan a sus anchas roedores, basuras, vehículos abandonados, hierbajos, y toda una serie de lindezas que dicen muy poco de unas ciudades que quieren ser capitales del turismo mundial.
¿Cómo se puede pretender ser cabeza turística si se cierran las oficinas de información al turismo? Me asiste la tentación de proponer que sea el sector privado, el que gestione este tipo de oficinas, colocadas estratégicamente. Volviendo a los solares y otros monumentos, ¿no hay mecenas que puedan apoyar situaciones como ésta? Ya sabemos que no es el fútbol, en el que se invierte demasiado, pero la cultura también es importante. Y seguiría con tentaciones, pero en verano, hay que aliviar los artículos, por que no podemos cansarnos, ya que el calor aprieta, y lo mejor es dejarse relajar mientras nos sumergimos en la feria de las tentaciones.
Por cierto, el verano es la estación más apropiada para que nos dé la tentación de la lectura. Esta propuesta tentativa, es sana, no hace daño, ayuda a la imaginación, nos transporta por mundos mágicos y maravillosos y nos culturiza. Es quizás una de las mejores tentaciones que podemos tener. Voy a seguir tentándome culturalmente.