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Antonio Valencia

Absurdo calendario

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Observando las principales ligas europeas, uno se da cuenta de que el calendario de la Liga española está hecho con los pies más que con la cabeza. Somos uno de los países con más equipos en la competición doméstica y el que más se queja de las apreturas del calendario, pero también el que peores soluciones ha adoptado. Veamos:

Por una parte, la liga española, pese a los últimos adelantos a finales del mes de agosto debidos a las previas de Champions y a los partidos de selecciones que se disputan a primeros de septiembre, suele ser la última liga importante en ponerse en marcha. Este año ese honor le va a corresponder a Italia, pero por una muy buena razón como es el "Moggigate".

Por otra, la liga española, pese a las reiteradas advertencias de la UEFA, mantiene a veinte equipos en Primera División (otro día hablaremos de los veintidós de Segunda A, algo inaudito en cualquier país medianamente serio), lo cual da treinta y ocho jornadas de liga, más las que toquen de Copa. Si calculamos que la última semana de agosto a mediados de mayo (en caso de Mundial o Eurocopa) hay 38 o 39 semanas, ya se intuye que la cosa está complicada, más teniendo en cuenta que cuatro o cinco de esos fines de semana los ocupa la selección.

Y por si esto no fuera suficiente, pues además obsequiamos a los jugadores con una o dos semanitas de vacaciones en Navidad. La consecuencia es clara: las cuentas no salen, luego hay que jugar en miércoles partidos de Liga y Copa (aparte de Champions y UEFA) y además rezar porque no se suspendan partidos por el mal tiempo, y si se suspenden que no afecten a equipos que jueguen en Europa, como ya vimos en el pasado Sevilla-Barça. Así pues, tenemos a los jugadores de los equipos "grandes" con un ritmo de partidos digno de la NBA, y luego además les exigimos que rindan en las competiciones de selecciones. Milagroso.

La solución parece clara: adelantar el inicio de Liga al menos dos semanas. Contra eso se podrá argüir que la gente está de vacaciones y que hace mucho calor. Lo primero está empezando a romperse con los nuevos turnos de asueto de las empresas, que cada vez son más por quincenas o por semanas; para lo segundo hay que recordar que Francia empezó su Liga la pasada semana y podríamos discutir en cuál de los dos países hace más calor en verano. Así pues, un poco más de cabeza en bien del espectáculo. Si puede ser.

Absurdo calendario

Antonio Valencia
Antonio Valencia
sábado, 12 de agosto de 2006, 21:39 h (CET)
Observando las principales ligas europeas, uno se da cuenta de que el calendario de la Liga española está hecho con los pies más que con la cabeza. Somos uno de los países con más equipos en la competición doméstica y el que más se queja de las apreturas del calendario, pero también el que peores soluciones ha adoptado. Veamos:

Por una parte, la liga española, pese a los últimos adelantos a finales del mes de agosto debidos a las previas de Champions y a los partidos de selecciones que se disputan a primeros de septiembre, suele ser la última liga importante en ponerse en marcha. Este año ese honor le va a corresponder a Italia, pero por una muy buena razón como es el "Moggigate".

Por otra, la liga española, pese a las reiteradas advertencias de la UEFA, mantiene a veinte equipos en Primera División (otro día hablaremos de los veintidós de Segunda A, algo inaudito en cualquier país medianamente serio), lo cual da treinta y ocho jornadas de liga, más las que toquen de Copa. Si calculamos que la última semana de agosto a mediados de mayo (en caso de Mundial o Eurocopa) hay 38 o 39 semanas, ya se intuye que la cosa está complicada, más teniendo en cuenta que cuatro o cinco de esos fines de semana los ocupa la selección.

Y por si esto no fuera suficiente, pues además obsequiamos a los jugadores con una o dos semanitas de vacaciones en Navidad. La consecuencia es clara: las cuentas no salen, luego hay que jugar en miércoles partidos de Liga y Copa (aparte de Champions y UEFA) y además rezar porque no se suspendan partidos por el mal tiempo, y si se suspenden que no afecten a equipos que jueguen en Europa, como ya vimos en el pasado Sevilla-Barça. Así pues, tenemos a los jugadores de los equipos "grandes" con un ritmo de partidos digno de la NBA, y luego además les exigimos que rindan en las competiciones de selecciones. Milagroso.

La solución parece clara: adelantar el inicio de Liga al menos dos semanas. Contra eso se podrá argüir que la gente está de vacaciones y que hace mucho calor. Lo primero está empezando a romperse con los nuevos turnos de asueto de las empresas, que cada vez son más por quincenas o por semanas; para lo segundo hay que recordar que Francia empezó su Liga la pasada semana y podríamos discutir en cuál de los dos países hace más calor en verano. Así pues, un poco más de cabeza en bien del espectáculo. Si puede ser.

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