Generalmente cuando tenemos que firmar cualquier documento hacemos caso omiso de la letra pequeña, ya se preocupa la otra parte contratante de utilizar los tipos más pequeños de escritura con el fin de que no perdamos nuestro tiempo ni malgastemos las dioptrías que nos quedan en querer enterarnos en su totalidad de lo que estamos firmando. Y la letra pequeña siempre es interesante, a veces en esas minúsculas palabras está recogida la parte más importante del contrato.
Muchas veces he pensado que la utilización de este tipo de escrituras que requiere una lupa o una vista de lince para poder descifrar el críptico lenguaje utilizado, que es otro de los hándicap con los que nos enfrentamos a la hora de firmar por ejemplo la concesión de un crédito, bueno ahora esto ya no pasa porque la banca, después de haberse tragado todo lo que en nuestro nombre y con nuestros impuestos le ha ofrecido dadivosamente la Unión Europea, ha cerrado el grifo de los préstamos. Repito, muchas veces he pensado que en más de una ocasión detrás de la letra pequeña siempre hay un ladino que nos quiere engañar.
Tenemos un Ministro de Hacienda, Montoro, que es experto en contarnos mentiras y en engañarnos, basta darse una vuelta por las hemerotecas para comprobar como este aprendiz de brujito de la economía un día dice una cosa para desmentirse antes de las veinticuatro horas. Montoro, el pasado viernes llevó al Consejo de Ministros un paquete de medidas económicas para intentar paliar la escasez de dinero con la que se encuentra el Gobierno, en rueda de prensa se dijo a los cuatro vientos que con estas medidas, aumento de impuestos una vez más, se recaudarían casi cinco mil millones de euros. Tenemos que volver a hacer un agujero más en ese cinturón al que pronto ya no le quedará un centímetro para agujerear, ya no podíamos acudir al cine y el teatro por la subida del IVA de la cultura al 21 %, y a partir de ahora ya podemos ir olvidando el tabaco y el gin-tonic para beber tan sólo cerveza y vino de momento.
Pero como estamos en época de rebajas, comenzaron el lunes pasado, el ministro Montoro ha querido ser magnánimo con los suyos y en la letra pequeña del paquete de medidas económicas aprobado en el último Consejo de Ministros ha tomado la decisión de eliminar el impuesto que los yates de alquiler venían pagando hasta la fecha y que consistía en una tasa del 12% para los buques cuya eslora superara los 15 metros.
Y no contento con dar un empujoncito en forma de exacción fiscal a esos “pobres” que por culpa de la crisis tienen que alquilar un yate por no poder mantener el propio como hasta la fecha, también ha decidido que en la letra pequeña quede reflejado que los Ayuntamientos podrán favorecer fiscalmente con rebaja o desaparición de impuestos a las empresas que realicen una “actividad de especial interés o utilidad para el municipio”, o sea empresas como Eurovegas u otros casinos que se quieran instalar en cualquier pueblo de España bajo la excusa de que van a crear miles de puestos de trabajo.
Ya ven que con la letra pequeña no son sólo los bancos los que nos la meten doblada, también el ministro Montoro, un personaje de tebeo, nos mete goles.