Hoy se cumplen siete años del trágico accidente del Metro de Valencia, el más grave de los ocurridos en España en una línea de metro, y a pesar del tiempo transcurrido la enorme losa del silencio gubernamental sigue intentado tapar los nombres y rostros de los responsables de aquella catástrofe. Desde entonces mes a mes cada día 3 familiares y amigos de los 43 muertos y los 47 heridos que hubo aquel día en la estación de Jesús se reúnen silenciosamente en la plaza de la Virgen de Valencia para pedir con su silenciosa presencia que alguien se haga responsable de lo sucedido aquel 3 de Julio de 2006.
El convoy volcó en una curva desencadenando la tragedia que llenó de luto a muchas familias especialmente de la localidad de Torrent, a los pocos días el Papa llegaba a Valencia en visita pastoral para unas jornadas en honor a la familia católica y las autoridades valencianas del Partido Popular quisieron tapar con los fastos de la visita papal el duelo que acababa de afectar a tantas familias valencianas. Se desvió la comitiva papal para que pasara justo por la boca de la estación donde había ocurrido el accidente, el Papa rezó una oración por difuntos y heridos y a otra cosa mariposa. La investigación oficial dictaminó que el culpable fue el maquinista por el exceso de velocidad que llevaba el convoy, se le cargo el mochuelo al muerto, el maquinista no podía defenderse ya que era uno de los fallecidos.
En las Corts valencianas se abrió una comisión de investigación, dominada por los políticos del PP, que se cerró en falso, muchos lo sospechaban pero las averiguaciones del programa Salvados con Jordi Évole al frente dejaron con el culo al aire a Juan Cotino, Presidente del parlamento valenciano, y al resto de gerifaltes populares que intentaron dar carpetazo lo antes posible al tema incluso aleccionando por medio de una empresa de consultoría a los empleados del Metro que tenían que declarar en la susodicha comisión. Y mientras Francisco Camps, a la sazón President de la Generalitat, se negaba a recibir a los afectados por el accidente Juan Cotino iba casa por casa ofreciendo puestos de trabajo a aquellos que callaran y se portaran bien aparcando sus denuncias sobre el tema.
Hoy, siete años después, afortunadamente ya nada es igual, pero todavía no han rodado las cabezas de los responsables que siguen sentados en sus cómodos sillones del poder, el Partido Popular se niega a reabrir la comisión de investigación que se cerró en falso, no quieren que el pueblo valenciano sepa que también en esto, como en tantas otras cosas, le han engañado.
Pero aquí la gravedad es que hay 43 valencianos que ya nunca podrán ver, si es que se llega a ello, el castigo de los culpables, hoy más que nunca las voces de los valencianos tienen que reclamar bien alto que los responsables sean juzgados y castigados y que los responsables políticos, aquellos que no hicieron bien su trabajo velando por la seguridad de los usuarios del Metro de Valencia, tengan el valor y la hombría de presentar su dimisión aunque me temo que el verbo dimitir no lo saben conjugar en el partido de la gaviota carroñera, ellos siguiendo el ejemplo de su ínclito líder y presidente Mariano Rajoy se limitan a tirar balones fuera. 43 muertos, 47 heridos, 0 responsables, espero que pronto este 0 se convierta en un dato con nombres y apellidos.