Adrien Broner se proclamó campeón mundial welter AMB al vencer por decisión dividida al italo-americano Paul Malignaggi en Nueva York.
Las apuestas no dieron la sorpresa y Broner se proclamó campeón mundial en tres divisiones en un complicado combate. Malignaggi se movió rápido desde los inicios y se impuso en las cartulinas al lanzar múltiples combinaciones con gran rapidez como le caracterizan. Broner se adueñó del centro del ring y caminaba despacio armado con su guardia tipo Mayweather, blocando prácticamente casi todo lo que le lanzaba el campeón y avanzando para conectar uno o dos golpes pero con contundencia. Hacia el ecuador de la pelea el aspirante había igualado las cartulinas y continuaba en avance soltando combinaciones con una actitud más agresiva. Paulie seguía lanzando golpes, la mayoría de ellos al cuerpo puesto que los que lanzaba al rostro se perdían en el aire, excepto algunos que mascó el de Cincinnati.
Con aires de superioridad y una extrema confianza, Broner no paraba de hablar durante la contienda llegando a montar un show replicado por la lengua de Paulie. El de Brooklyn aguantó bien y, aunque pasó dificultades en algunos momentos, asimiló el castigo que le lanzó Broner quien no pudo avasallarle. Muchos golpes del campeón por menos golpes del aspirante aunque más certeros. La contienda fue muy pareja y tan solo un par de puntos distanciaron a ganador de perdedor.
Broner lució con solidez en la categoría aunque no arrasó al campeón como muchos creían. A sus 23 años y con un record de invicto de 27-0 (22 Kos) ya es tricampeón mundial y le espera un gran reinado. Siempre con el permiso del auténtico Mayweather.
Adrien Broner se proclamó campeón mundial welter AMB al vencer por decisión dividida al italo-americano Paul Malignaggi en Nueva York.
Las apuestas no dieron la sorpresa y Broner se proclamó campeón mundial en tres divisiones en un complicado combate. Malignaggi se movió rápido desde los inicios y se impuso en las cartulinas al lanzar múltiples combinaciones con gran rapidez como le caracterizan. Broner se adueñó del centro del ring y caminaba despacio armado con su guardia tipo Mayweather, blocando prácticamente casi todo lo que le lanzaba el campeón y avanzando para conectar uno o dos golpes pero con contundencia. Hacia el ecuador de la pelea el aspirante había igualado las cartulinas y continuaba en avance soltando combinaciones con una actitud más agresiva. Paulie seguía lanzando golpes, la mayoría de ellos al cuerpo puesto que los que lanzaba al rostro se perdían en el aire, excepto algunos que mascó el de Cincinnati.
Con aires de superioridad y una extrema confianza, Broner no paraba de hablar durante la contienda llegando a montar un show replicado por la lengua de Paulie. El de Brooklyn aguantó bien y, aunque pasó dificultades en algunos momentos, asimiló el castigo que le lanzó Broner quien no pudo avasallarle. Muchos golpes del campeón por menos golpes del aspirante aunque más certeros. La contienda fue muy pareja y tan solo un par de puntos distanciaron a ganador de perdedor.
Broner lució con solidez en la categoría aunque no arrasó al campeón como muchos creían. A sus 23 años y con un record de invicto de 27-0 (22 Kos) ya es tricampeón mundial y le espera un gran reinado. Siempre con el permiso del auténtico Mayweather.
Este deporte siempre ha estado rodeado por una mística muy especial, se asocia a una forma de salir de la vulnerabilidad en entornos más humildes. En otros contextos, es una buena opción para ganar en protección, en autodefensa, y con ello en autoestima y confianza. En los últimos años, es tendencia practicar este deporte pero sin enfrentarse a golpes por parte de un contrincante.
Su victoria por sumisión al irlandés le ayudan a elevar su figura, su leyenda en la UFC y a mantener un cinturón de peso ligero que parece que se conservará en su poder durante mucho tiempo.
Un implacable Floyd Mayweather se apuntó la victoria en el décimo asalto por K.O técnico ante el especialista en artes marciales Conor McGregor en el esperado combate celebrado en Las Vegas, donde el boxeador estadounidense cimentó su legado con el mejor récord histórico de victorias (50-0).