Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Cine
Etiquetas | Última fila
Tercera parte de una trilogía, que debe ser el total desmadre

R3sacón sin resaca

|

Hace cuatro años Todd Phillips ofreció al mundo ‘Resacón en las Vegas’, una divertidísima comedia salvaje que, para un servidor, es una de las mejores en su género de lo que llevamos de siglo. Dado el enorme éxito cosechado, dos años después llegó su inevitable secuela: ‘Resacón 2: ¡ahora en Tailandia!’, película que repetía la misma fórmula que la primera entrega, trasladando la acción de Las Vegas a Bangkok y subiendo el tono de las bromas y las burradas que le suceden a esta peculiar banda de amigos. No estaba nada mal, pero suponía un evidente bajón respecto a la primera.

Ahora, un par de años después de aquella, llega a nuestros cines esta ‘R3sacón’, tercera parte que cierra la trilogía, que en teoría debía ser épica, que en teoría debía ser el total desmadre. Pero algo ha fallado porque la cosa, sencillamente, ha dejado de funcionar. Eso sí, al menos hay que agradecer el pequeño giro que le han dado a los acontecimientos, ya no es una copia de la primera o de la segunda parte. Ahora es otra historia.

Esta vez no hay boda, no hay despedida de soltero, ni juerga ni nada. El punto de partida de esta tercera parte es un funeral, no diré de quién, que llevará a los chicos a trasladar al bueno y barbudo Alan a una clínica donde tratar sus evidentes problemas psicológicos. Pero, claro está, no llegarán nunca a dicha clínica. En el camino se toparan con un mafioso interpretado por John Goodman que obligará al grupo de amigos (o ‘la manada’) a buscar a un viejo conocido con el que este mafioso tiene cuentas pendientes que saldar: sí, el chino, el señor Chow. Es entonces cuando comienza la aventura que les llevará primero a Tijuana y después, como no, al desenlace en la capital mundial del juego, allí donde todo comenzó, Las Vegas.

‘R3sacón’ es una película entretenida, el argumento tipo road-movie hace que los personajes prácticamente siempre estén en movimiento, lo cual mantiene un ritmo que te mantiene eso, entretenido. De nuevo Alan, el personaje interpretado por Zach Galifianakis, es lo más destacado de la función. Él y su peculiar e impredecible personaje son los que sostienen por los pelos la película, adueñándose prácticamente de todos los momentos graciosos del film (que, a decir verdad, no son tantos como uno podía esperar). Poco o nada queda ya de aquellas escenas bestias que hicieron célebres a sus predecesoras, sobre todo a la primera entrega, aquí las bromas van por otro camino. Uno más suave, menos alocado… definitivamente menos gracioso. No hay resaca, no hay deconstrucción de los hechos ni barbaridades de las que arrepentirse.

La sensación que tengo es que se trata de una película fallida, han querido darle otro aire para que no fuera otro clon de las entregas anteriores, y eso es loable, pero el caso es que no funciona. Ya no hay originalidad, ni frescura, ni complicidad con los personajes. Ya no me rió a carcajadas, ya no me sorprendo. Supongo que han agotado por completo la historia, la han estrujado a base de bien y esto es lo que hay. Una película entretenida, con algunos momentos graciosos, pero muy flojita en general. Alfonso Gutiérrez Caro

R3sacón sin resaca

Tercera parte de una trilogía, que debe ser el total desmadre
Alfonso Gutierrez Caro
miércoles, 5 de junio de 2013, 08:42 h (CET)
Hace cuatro años Todd Phillips ofreció al mundo ‘Resacón en las Vegas’, una divertidísima comedia salvaje que, para un servidor, es una de las mejores en su género de lo que llevamos de siglo. Dado el enorme éxito cosechado, dos años después llegó su inevitable secuela: ‘Resacón 2: ¡ahora en Tailandia!’, película que repetía la misma fórmula que la primera entrega, trasladando la acción de Las Vegas a Bangkok y subiendo el tono de las bromas y las burradas que le suceden a esta peculiar banda de amigos. No estaba nada mal, pero suponía un evidente bajón respecto a la primera.

Ahora, un par de años después de aquella, llega a nuestros cines esta ‘R3sacón’, tercera parte que cierra la trilogía, que en teoría debía ser épica, que en teoría debía ser el total desmadre. Pero algo ha fallado porque la cosa, sencillamente, ha dejado de funcionar. Eso sí, al menos hay que agradecer el pequeño giro que le han dado a los acontecimientos, ya no es una copia de la primera o de la segunda parte. Ahora es otra historia.

Esta vez no hay boda, no hay despedida de soltero, ni juerga ni nada. El punto de partida de esta tercera parte es un funeral, no diré de quién, que llevará a los chicos a trasladar al bueno y barbudo Alan a una clínica donde tratar sus evidentes problemas psicológicos. Pero, claro está, no llegarán nunca a dicha clínica. En el camino se toparan con un mafioso interpretado por John Goodman que obligará al grupo de amigos (o ‘la manada’) a buscar a un viejo conocido con el que este mafioso tiene cuentas pendientes que saldar: sí, el chino, el señor Chow. Es entonces cuando comienza la aventura que les llevará primero a Tijuana y después, como no, al desenlace en la capital mundial del juego, allí donde todo comenzó, Las Vegas.

‘R3sacón’ es una película entretenida, el argumento tipo road-movie hace que los personajes prácticamente siempre estén en movimiento, lo cual mantiene un ritmo que te mantiene eso, entretenido. De nuevo Alan, el personaje interpretado por Zach Galifianakis, es lo más destacado de la función. Él y su peculiar e impredecible personaje son los que sostienen por los pelos la película, adueñándose prácticamente de todos los momentos graciosos del film (que, a decir verdad, no son tantos como uno podía esperar). Poco o nada queda ya de aquellas escenas bestias que hicieron célebres a sus predecesoras, sobre todo a la primera entrega, aquí las bromas van por otro camino. Uno más suave, menos alocado… definitivamente menos gracioso. No hay resaca, no hay deconstrucción de los hechos ni barbaridades de las que arrepentirse.

La sensación que tengo es que se trata de una película fallida, han querido darle otro aire para que no fuera otro clon de las entregas anteriores, y eso es loable, pero el caso es que no funciona. Ya no hay originalidad, ni frescura, ni complicidad con los personajes. Ya no me rió a carcajadas, ya no me sorprendo. Supongo que han agotado por completo la historia, la han estrujado a base de bien y esto es lo que hay. Una película entretenida, con algunos momentos graciosos, pero muy flojita en general. Alfonso Gutiérrez Caro

Noticias relacionadas

La directora Justine Triet se hizo con la Palma de Oro en Cannes, así como con el Óscar al Mejor Guion Original, dos Globos de Oro y un BAFTA, entre muchos otros reconocimientos, gracias a este thriller judicial escrito a cuatro manos junto a Arthur Harari.

Adolfo Aristarain está en todas las películas que ha escrito y dirigido: en La parte del león, Tiempo de revancha, Un lugar en el mundo, La ley de la frontera, Martín (Hache), Lugares comunes y Roma -por el momento, su último trabajo-. Y no solo en un personaje, sino en todos los que reflejan su preocupación por encontrar un lugar en el mundo. Él ha encontrado el suyo en Buenos Aires, donde recibió la noticia de que la Academia de Cine le había concedido la Medalla de Oro 2024.

En la España de posguerra, y con un ambiente opresivo de curas ultra franquistas que obligan a sus alumnos a entonar la cara al sol como si les fuera la vida en ello, Ricardo, un buen padre de familia, intelectual de izquierdas, se verá obligado a vivir escondido en su propia casa haciéndose pasar por muerto. Mientras, su mujer Elena será acosada por un joven diácono que atraviesa una fuerte crisis vital.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto