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El base argentino estuvo excelso en la dirección y anotación (14 puntos, 8 asistencias y 24 de valoración) y bien secundado por Randolph (15 puntos) ante un conjunto turco sustentado en la anotación de De Colo (22) y Williams (18).

Campazzo impulsa al Real Madrid sobre el Fenerbahçe (81-77)

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Tan emocionante y espectacular como agotadora. Así se presenta esta renovada, y extendida (34 jornadas), edición de la Euroliga de baloncesto. Un todos contra todos, con el mejor nivel de jugadores en muchas temporadas. Y como ejemplo el encuentro dibujado entre Real Madrid y Fenerbahçe; un pulso de trasatlánticos que captan aficionados. Ganó el Real Madrid, con un excelente Campazzo, en la dirección y anotación (14 puntos, 8 asistencias y 24 de valoración) y bien secundado por Taylor (19 puntos) Randolph (15 puntos); y en otra demostración del poderío de un equipo con una milimétrica compenetración en sus movimientos y una defensa de vértigo, capaz incluso de sobrevivir a la anotación de De Colo (22) y Williams (19).

Antes de esta resolución con sabor blanco, todo empezó con dos cuartos con muchos capítulos. Para empezar, un Real Madrid en su versión más apabullante. Cinco minutos de absoluta perfección de baloncesto. Ya saben, una mezcla de defensa coral inconmensurable y un ataque tan veloz como voraz y efectivo. El juego se trasladó al marcador: 14-4. Obradovic detuvo el encuentro y dejó su primera bronca. Legendaria, como siempre. No tuvo ningún efecto. Al minuto siguiente, el serbio volvió a frenar el encuentro. Otro parcial del Real Madrid, con 5 puntos de Taylor (12 puntos en todo el cuarto), y máxima renta: 19-4. El Palacio estaba en una absoluta ebullición; como Obradovic, absolutamente colorado y abroncando a unos y otros, incluyendo su cara a cara con los árbitros. Todo ello porque el panorama estaba inclinándose prematuramente en tonos blancos.

Pero esta segunda reprimenda sí causó efecto; al menos en los nuevos, y millonarios, refuerzos. El Fenerbahçe empezó a carburar de la mano de Nando De Colo. El francés endosó 10 puntos consecutivos al Real Madrid. Aire fresco en el casillero de los turcos. El cuarto, no obstante, acabó con una buena renta en favor de los blancos (30-21). Ventaja que acabó reduciéndose hasta la mínima esencia al alcanzar el descanso (43-42). Los minutos siguientes dejaron un atasco de dimensiones descomunales en el Real Madrid: 9 puntos en poco más de 7 minutos. La segunda unidad, esta vez, no acabó de dar un buen relevo. Enfrente, nada nuevo, más de lo mismo. Es decir, más puntos de De Colo (acabó con 16 al descanso) y de su lugarteniente, la otra inversión estrella, Derrick Williams (con 10 puntos). Esta calidad individual, sumada a una mayor agresividad defensiva de los turcos, acabó frenando al Real Madrid. El dinero y talento mantenía el pulso abierto al juego en equipo.

Defensa y perímetro, sólida mezcla
La manera más efectiva de reponerse estuvo en destapar algunas señas de identidad, como esa defensa agobiante (sólo concedieron 6 puntos en poco más de 8 minutos) y ese acierto desde el perímetro. Esa mezcla siempre es positiva: 16 puntos sin réplica alguna (sólo dos de los turcos en ese período), con cuatro triples en el saco (dos de Randolph, de menos a más, y otro dos más de Rudy Fernández y Taylor). Los minutos más álgidos de un cuarto más trabado, con mayores episodios de respeto, de temor a cometer errores inusuales. Instantes sólo desconectados desde el perímetro y la velocidad del juego blanco, léase Campazzo (sumaba 7 asistencias). Unos méritos que aportaron al Real Madrid una pequeña renta de entrada en el cuarto final (64-55). Y otra renta moral: De Colo sólo aportó dos puntos y Williams, cuatro.

Se debatía, entonces, Obradovic en encontrar otras vías de anotación, cuando se encontró otro problema de mayores dimensiones: Campazzo. El argentino continúa desatado; reparte juego y anota: 5 puntos en el arranque de cuarto (69-55). Justo cuando entró en escena la segunda unidad, como en el segundo cuarto. Tocaba resarcirse. Y más cuando el marcador se acortó (71-68) a falta de 5 minutos. Sólo Mickey mantuvo el tipo. Y apareció Williams, desde el perímetro, y Sloukas (73-73). Volvía a reproducirse el segundo acto, y todo en juego en apenas 3 minutos de cronómetro. Máximo riesgo. Y Laso recuperó a Campazzo (su compatriota Laprovittola no tuvo su noche). Y el Real Madrid tomó aire: 77-73 a falta de 2 minutos. Era ya un encuentro a cámara lenta. Porque un minuto y medio después, nada había cambiado; todo se jugaría en medio minutos con cuatro puntos en favor del Real Madrid. Intriga y tensión en el estreno europeo. Y triunfo blanco. Williams, con un ya desaparecido De Colo, erró su triple y Deck, con asistencia de Campazzo, cerró la victoria del Real Madrid. El equipo venció al dinero. El Real Madrid se impuso al Fenerbahçe.

Campazzo impulsa al Real Madrid sobre el Fenerbahçe (81-77)

El base argentino estuvo excelso en la dirección y anotación (14 puntos, 8 asistencias y 24 de valoración) y bien secundado por Randolph (15 puntos) ante un conjunto turco sustentado en la anotación de De Colo (22) y Williams (18).
Rafael Merino
jueves, 3 de octubre de 2019, 23:04 h (CET)
Tan emocionante y espectacular como agotadora. Así se presenta esta renovada, y extendida (34 jornadas), edición de la Euroliga de baloncesto. Un todos contra todos, con el mejor nivel de jugadores en muchas temporadas. Y como ejemplo el encuentro dibujado entre Real Madrid y Fenerbahçe; un pulso de trasatlánticos que captan aficionados. Ganó el Real Madrid, con un excelente Campazzo, en la dirección y anotación (14 puntos, 8 asistencias y 24 de valoración) y bien secundado por Taylor (19 puntos) Randolph (15 puntos); y en otra demostración del poderío de un equipo con una milimétrica compenetración en sus movimientos y una defensa de vértigo, capaz incluso de sobrevivir a la anotación de De Colo (22) y Williams (19).

Antes de esta resolución con sabor blanco, todo empezó con dos cuartos con muchos capítulos. Para empezar, un Real Madrid en su versión más apabullante. Cinco minutos de absoluta perfección de baloncesto. Ya saben, una mezcla de defensa coral inconmensurable y un ataque tan veloz como voraz y efectivo. El juego se trasladó al marcador: 14-4. Obradovic detuvo el encuentro y dejó su primera bronca. Legendaria, como siempre. No tuvo ningún efecto. Al minuto siguiente, el serbio volvió a frenar el encuentro. Otro parcial del Real Madrid, con 5 puntos de Taylor (12 puntos en todo el cuarto), y máxima renta: 19-4. El Palacio estaba en una absoluta ebullición; como Obradovic, absolutamente colorado y abroncando a unos y otros, incluyendo su cara a cara con los árbitros. Todo ello porque el panorama estaba inclinándose prematuramente en tonos blancos.

Pero esta segunda reprimenda sí causó efecto; al menos en los nuevos, y millonarios, refuerzos. El Fenerbahçe empezó a carburar de la mano de Nando De Colo. El francés endosó 10 puntos consecutivos al Real Madrid. Aire fresco en el casillero de los turcos. El cuarto, no obstante, acabó con una buena renta en favor de los blancos (30-21). Ventaja que acabó reduciéndose hasta la mínima esencia al alcanzar el descanso (43-42). Los minutos siguientes dejaron un atasco de dimensiones descomunales en el Real Madrid: 9 puntos en poco más de 7 minutos. La segunda unidad, esta vez, no acabó de dar un buen relevo. Enfrente, nada nuevo, más de lo mismo. Es decir, más puntos de De Colo (acabó con 16 al descanso) y de su lugarteniente, la otra inversión estrella, Derrick Williams (con 10 puntos). Esta calidad individual, sumada a una mayor agresividad defensiva de los turcos, acabó frenando al Real Madrid. El dinero y talento mantenía el pulso abierto al juego en equipo.

Defensa y perímetro, sólida mezcla
La manera más efectiva de reponerse estuvo en destapar algunas señas de identidad, como esa defensa agobiante (sólo concedieron 6 puntos en poco más de 8 minutos) y ese acierto desde el perímetro. Esa mezcla siempre es positiva: 16 puntos sin réplica alguna (sólo dos de los turcos en ese período), con cuatro triples en el saco (dos de Randolph, de menos a más, y otro dos más de Rudy Fernández y Taylor). Los minutos más álgidos de un cuarto más trabado, con mayores episodios de respeto, de temor a cometer errores inusuales. Instantes sólo desconectados desde el perímetro y la velocidad del juego blanco, léase Campazzo (sumaba 7 asistencias). Unos méritos que aportaron al Real Madrid una pequeña renta de entrada en el cuarto final (64-55). Y otra renta moral: De Colo sólo aportó dos puntos y Williams, cuatro.

Se debatía, entonces, Obradovic en encontrar otras vías de anotación, cuando se encontró otro problema de mayores dimensiones: Campazzo. El argentino continúa desatado; reparte juego y anota: 5 puntos en el arranque de cuarto (69-55). Justo cuando entró en escena la segunda unidad, como en el segundo cuarto. Tocaba resarcirse. Y más cuando el marcador se acortó (71-68) a falta de 5 minutos. Sólo Mickey mantuvo el tipo. Y apareció Williams, desde el perímetro, y Sloukas (73-73). Volvía a reproducirse el segundo acto, y todo en juego en apenas 3 minutos de cronómetro. Máximo riesgo. Y Laso recuperó a Campazzo (su compatriota Laprovittola no tuvo su noche). Y el Real Madrid tomó aire: 77-73 a falta de 2 minutos. Era ya un encuentro a cámara lenta. Porque un minuto y medio después, nada había cambiado; todo se jugaría en medio minutos con cuatro puntos en favor del Real Madrid. Intriga y tensión en el estreno europeo. Y triunfo blanco. Williams, con un ya desaparecido De Colo, erró su triple y Deck, con asistencia de Campazzo, cerró la victoria del Real Madrid. El equipo venció al dinero. El Real Madrid se impuso al Fenerbahçe.

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