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La terrotasa |
José Carlos Navarro (Málaga) |
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Redacción
viernes, 28 de julio de 2006, 21:48 h (CET)
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Si tuviera que definir patriotear pergeñaría al menos dos definiciones antagónicas. Una sería aquel patriotismo negociador que hace concesiones a los terroristas por simplemente no asesinar. La otra opuesta sería la de responder con mísiles Patriot a los mísiles islamistas hatyuhsa. La experiencia dicta que ante el patriotismo de dividir reinsertables o recuperable en el terrorismo, provoca que los duros triunfen en sus fines ante los posibilistas, como bien ha demostrado recientemente la Audiencia Nacional con un histórico arrepentido.
El fin colectivo del terrorismo -que es el poder- siempre triunfa sobre los individuales, hasta que no se hayan cumplido los objetivos. Ese particular patriotismo viene ahora de la alta dirección de la Guardia Civil, que ante la extorsión financiadora, tiene que verificar su duda de sobre las cartas etarras a empresarios vasco-navarros por estar escritos en términos amables. Cartas que podríamos llamarlas cómo terrotasa para fomentar la paz, consistente en la ausencia de muerte.
Esta peculiar protección a estos empresarios que reclaman libertad para sus vidas y haciendas, es similar a la de ese gran padre de familia. Solía hacer tan buenas ofertas que sus socios no podían rechazar, siempre con un tono cordial y amable. En esto de la cortesía y el medio ambiente reinante, ¿por qué tiene que haber algo de perverso en decirle a un que le van a dar un paseo, si puede disfrutar de las espléndidas vistas que le ofrece el paisaje?.
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