El Rayo Vallecano salió decidido a encarar el partido con la intención de lograr tres valiosos puntos que le permitiesen reengancharse al tren de los puestos europeos. Todo parecía ir rodado con la primera acción de peligro guiada por Lass, quien iba  aponer un centro medido a la frente de Delibasic´, para que el montenegrino celebrase el primer gol del partido.

No duró mucho la alegría en el banquillo visitante y en la primera acción de peligro de Osasuna, Raoul Loé, también con la testa, peinaría un balón de córner para tranquilizar las esperanzas del cuadro rojillo. El tanto del empate anestesió al Rayo que poco después, de nuevo en otro córner, vería como el ex rayista Arribas anotaría el tanto de la ventaja para los navarros.

Lass se torció el tobillo y en su lugar entró José Carlos aunque al Rayo le costó crear peligro y, ni tan siquiera, logró inquietar la meta de Andrés. Osasuna consiguió templar al Rayo gracias a un buen tridente en el centro del campo, aunque la solidez no resistiría por mucho tiempo.

Paco Jémez aplicó a los suyos durante el descanso y se pudo ver a un equipo más enchufado que impuso un ritmo de partido incontrolable para Osasuna. Chori comenzó su recital de pases y lo apuntilló con una asistencia sobre Piti para que el capitán del Rayo lograse su 15º gol de la temporada.

Los de Mendilibar se desfondaron para bajar la intensidad del partido y, conformándose con el punto, logró subsanar el socavón de la banda derecha colocando a Arribas de lateral en lugar de Damiá. El punto, sin embargo, se le hacía escaso a un Rayo que lo intentaba con ahínco aunque sin la fortuna necesaria de cara a gol.

Al final, reparto equitativo de puntos entre dos equipos que, por momentos, demostraron poseer más fútbol del que realmente demostraron. Y es que los números se llevan al día a estas alturas de temporada. En el caso rojillo, el punto sirve para no dejar de alejarse del descenso mientras que el Rayo acusa el peaje obligatorio que concede la relajación de tener el objetivo primordial asegurado.