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Deberíamos ponernos las gafas de los límites de la libertad individual y convivir conforme a esa regla

La libertad y sus límites

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La libertad es una facultad que se utiliza para dar explicaciones justificadas constantemente. Así, es tan sencillo como por ejemplo la persona que decide estudiar derecho alegando que dispone de libertad para decidir. Cabe destacar, que existe una pequeña teoría o regla básica para que la libertad no se convierta en libertinaje: la libertad de "A" tiene un recorrido hasta no invadir la de "B".

Debo confesar que cuando aprendí esta regla me pareció altamente acertada e intentaba detectar comportamientos erróneos mediante la misma. No obstante, a partir de la experiencia he podido comprobar que en determinadas ocasiones es una regla poco operativa o mínimamente respetada. A continuación se pueden reflejar los siguientes ejemplos:

Verónica tiene 50 minutos en tren desde su casa a la Universidad. Ella aprovecha el trayecto para leer, hacer ejercicios y estudiar. Además, tiene una gran capacidad de concentración, por lo tanto, que otros individuos hablen no le resulta un problema, aunque evidentemente esa capacidad tiene un límite. Un día mientras estaba estudiando para un examen, un chico que estaba a su lado puso música a través del móvil, a un volumen muy alto, de tal manera que molestaba a Verónica. Por lo tanto, se puede apreciar que la norma básica mencionada se estaba infringiendo.

Miguel estaba tomando una cerveza en la terraza de un bar. Al mismo tiempo, una pareja estaba fumando a su lado, consecuentemente a Miguel le molestaba el humo. Así, si aplicáramos la regla básica, la pareja fumadora debería haber dejado de fumar, ya que su libertad estaba transgrediendo la de Miguel. No obstante, Miguel no quería ocasionar un conflicto y no manifestó su postura disconforme.

Pablo es una persona que necesita mucho silencio para estudiar, y por ese motivo todas las tardes se dirige a la biblioteca. Un día estaba al lado de dos chicas que hablaban continuamente, debido a que comentaban un trabajo. Pablo no pudo estudiar en toda la tarde a causa de que esas chicas le molestaban. Por lo tanto, se ha podido percibir otra circunstancia en la que no se respetan los límites de la libertad.

Tal y como se ha podido observar, la teoría indicada muestra dificultades, ya sea por falta de conciencia, debido a la poca operatividad, a causa de los posibles conflictos que puedan surgir si se denuncia su no aplicación, o por otros motivos. Así, pongo en duda si se puede considerar una teoría con casos que no se cumplen, o bien, si al haber múltiples ejemplos no ejecutados implica invalidar la propia teoría.

Para finalizar, considero que debemos intentar ponernos las gafas de esta pequeña regla para una convivencia mejor. Así, como ciudadanos tendríamos que hacer el esfuerzo de ser conscientes de ella, y a la vez, respetarla al máximo. Aunque también es sumamente importante tener presente las propias limitaciones de ésta.

La libertad y sus límites

Deberíamos ponernos las gafas de los límites de la libertad individual y convivir conforme a esa regla
Cude
viernes, 26 de abril de 2013, 07:57 h (CET)
La libertad es una facultad que se utiliza para dar explicaciones justificadas constantemente. Así, es tan sencillo como por ejemplo la persona que decide estudiar derecho alegando que dispone de libertad para decidir. Cabe destacar, que existe una pequeña teoría o regla básica para que la libertad no se convierta en libertinaje: la libertad de "A" tiene un recorrido hasta no invadir la de "B".

Debo confesar que cuando aprendí esta regla me pareció altamente acertada e intentaba detectar comportamientos erróneos mediante la misma. No obstante, a partir de la experiencia he podido comprobar que en determinadas ocasiones es una regla poco operativa o mínimamente respetada. A continuación se pueden reflejar los siguientes ejemplos:

Verónica tiene 50 minutos en tren desde su casa a la Universidad. Ella aprovecha el trayecto para leer, hacer ejercicios y estudiar. Además, tiene una gran capacidad de concentración, por lo tanto, que otros individuos hablen no le resulta un problema, aunque evidentemente esa capacidad tiene un límite. Un día mientras estaba estudiando para un examen, un chico que estaba a su lado puso música a través del móvil, a un volumen muy alto, de tal manera que molestaba a Verónica. Por lo tanto, se puede apreciar que la norma básica mencionada se estaba infringiendo.

Miguel estaba tomando una cerveza en la terraza de un bar. Al mismo tiempo, una pareja estaba fumando a su lado, consecuentemente a Miguel le molestaba el humo. Así, si aplicáramos la regla básica, la pareja fumadora debería haber dejado de fumar, ya que su libertad estaba transgrediendo la de Miguel. No obstante, Miguel no quería ocasionar un conflicto y no manifestó su postura disconforme.

Pablo es una persona que necesita mucho silencio para estudiar, y por ese motivo todas las tardes se dirige a la biblioteca. Un día estaba al lado de dos chicas que hablaban continuamente, debido a que comentaban un trabajo. Pablo no pudo estudiar en toda la tarde a causa de que esas chicas le molestaban. Por lo tanto, se ha podido percibir otra circunstancia en la que no se respetan los límites de la libertad.

Tal y como se ha podido observar, la teoría indicada muestra dificultades, ya sea por falta de conciencia, debido a la poca operatividad, a causa de los posibles conflictos que puedan surgir si se denuncia su no aplicación, o por otros motivos. Así, pongo en duda si se puede considerar una teoría con casos que no se cumplen, o bien, si al haber múltiples ejemplos no ejecutados implica invalidar la propia teoría.

Para finalizar, considero que debemos intentar ponernos las gafas de esta pequeña regla para una convivencia mejor. Así, como ciudadanos tendríamos que hacer el esfuerzo de ser conscientes de ella, y a la vez, respetarla al máximo. Aunque también es sumamente importante tener presente las propias limitaciones de ésta.

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