Cuando era extremadamente fácil seguir la línea de la Unión Europea buscando la solución al conflicto del Líbano mediante la acción diplomática, el gobierno español se ha encargado de granjearse una nueva enemistad en la diplomacia mundial. El poder hispano en la esfera internacional ha caído en picado de forma tan rápida, desde que alcanzó el gobierno el Partido Socialista, que incluso un diminuto país como Malta se pitorrea de nosotros aún rebasando los límites de la humanidad y la solidaridad.
Me refiero con esto, por si alguien no se ha percatado, a la actitud egoísta y criminal mantenida por este país al negar la entrada a un pesquero español cargado de inmigrantes, recién rescatados en la mar. Un país insignificante como este, nunca haría esta canallada a ningún país serio, pero nosotros dejamos de serlo hace ya algún tiempo. Las manifestaciones referidas a Israel o las fotos de ZP haciéndose el amigo de los saharauis, aún cuando se ha ido acercando más y más a las tesis marroquíes en este conflicto, no ayudan a aumentar la credibilidad internacional de nuestro ejecutivo.
Mientras , en España, todos nos congratulamos de las detenciones de los “malayos”, Julián Muñoz incluido. Y nada mal está, que por fin los ladrones acaben entre rejas, aunque mucho mejor sería recuperar lo robado. Pero ninguno de estos se merecen estar entre rejas mientras haya terroristas en la calle o gente como el asesino de Aitor Zabaleta, que va a disfrutar de un permiso penitenciario de tres días. No sé si reírme o llorar. Resulta que este señor estaba en la cárcel y , por buena conducta, le dieron un permiso de varios días, tiempo que dedicó a asesinar a un hincha de la Real Sociedad. Pues bien, de vuelta al presidio volvió a portarse de forma correcta e incluso, según la prensa, empezó a estudiar.Tanto es así que se le ha concedido un permiso de tres diitas para que vuelva a matar a alguien. Espero que si se carga a algún despistado sea al listo que le ha dado las vacaciones.
La justicia es de las cosas más injustas de las que gozamos en este país.Hoy hemos podido ver en la televisión como ,una vez más, un etarra se reía de todos nosotros y, de lo que es peor, de la familia de su asesinado. Hay veces en que pienso si lo mejor para acabar con E.T.A. sería la negociación que nos plantea el gobierno. Cada vez que los veo hablar me reafirmo en mi conclusión: hay que derrotar a esas bestias. Porque eso es lo que son, no son adversarios políticos, ni los enemigos en un conflicto bélico, son criminales. Son auténticos nazis que ,basándose en derechos de sangre y de raza, quieren imponer una sociedad autoritaria al resto de los ciudadanos. Ciudadanos cuyos derechos están siempre por debajo de los intereses de la nación .Por esto nunca se podrá llegar a un acuerdo democrático con ellos, simplemente porque son la antítesis de la democracia y al igual que con los nazis la única solución es su derrota total y sin condiciones.
