El deporte no es una ciencia exacta y mucho menos aún cuando se refiere al fútbol. Todo es previsible. Incluso que futbolistas que han sido galardonados con un Balón de Oro (o varios) o han sido piezas destacadas en una cita mundialista de selecciones o han ejercidos como iconos de una generación o sencillamente hombres que han pasado a la historia de este deporte por sus hazañas futbolísticas no hayan conseguido ser campeones de Europa de clubes. En esta lista de damnificados hay futbolistas de nivel bajo, medio, alto y muy alto, como es el caso de Maradona, considerado como uno de los cinco grandes jugadores de toda la historia (Di Stéfano, Pelé, Cruyff y Zidane).

El ‘Pelusa’ lo hizo todo con Argentina (Mundial de México 1986), pero en su trayectoría en Europa nunca tuvo un protagonismo determinante en Copa de Europa. Sus apariciones en este torneo se resumen en dos ediciones con el Nápoles: en una cayó eliminado por el Real Madrid (eliminatoria a puerta cerrada en el Santiago Bernabéu) y en otra su verdugo fue el Spartak de Moscú. Otro caso semejante sucede con otro ilustre como Ronaldo, cuyas proezas se concentran en citas mundialistas, pero cuyo palmarés está huérfano de una Copa de Europa. Y eso que vistió las camisetas de Barcelona, Inter de Milán, Real Madrid y Milán, clubes cuya historia no se entiende sin este torneo. Ronaldo sólo fue capaz de disputar unas semifinales con el Real Madrid.

Matthäus y Zoff, destino cruel
Casos aún más sangrantes son los de Lothar Matthäus y Dino Zoff. El germano y el italiano son otros dos grandes de este deporte, pero ninguno posee una Copa de Europa. Ésta vez no fue porque no superaron rondas previas, sino porque cayeron en sendas finales, siendo bastante cruel el epílogo de Matthäus. El capitán del Bayern de Múnich estaba de retirada cuando se presentó en Barcelona su ocasión de cerrar su vida deportiva con el trofeo que faltaba en su palmarés. Lo tuvo en su mano hasta el descuento, hasta que el Manchester United remontó en cuestión de segundos. Algo parecido sucedió con Dino Zoff, considerado como uno de los mejores porteros de la historia. Éste perdió dos finales: ante el Ajax de Cruyff en 1973 y ante el Hamburgo diez años después. Eso sí. Ambos, prácticamente, lo ganaron todo con sus clubes y selecciones. Y Matthäus es el futbolistas con más mundiales en su botas (5) y Zoff ganó un Mundial (España 1982) con 40 años. E incluso estuvo en aquella Juventus que ganó una Copa de la UEFA (1977) con once jugadores nacidos en Italia.

No son los únicos casos. Pavel Nedved y Michael Owen (su Liverpool ganó el trofeo al año de marcharse éste al Real Madrid) tampoco se abrazaron a una Copa de Europa, pero sí fueron condecorados con un Balón de Oro. Lo mismo le sucedió a Romario. Éste formó parte del ‘Dream Team’ del Barcelona, pero su sueño se truncó en Atenas de forma inesperada y contundente. El Milán les golpeó duramente con un 4-0. Supuso el final de la época de Cruyff en el Barcelona. Luego, eso sí, ganó un Mundial en Estados Unidos en 1994. En esta cita de selecciones lloró Roberto Baggio. Falló un penalti y ni ganó un Mundial ni una Copa de Europa, a pesar de contar con una técnica exquisita. Otro que lloró amargamente fue el habilidoso holandés Robben, capaz de perder dos finales de forma consecutiva. En su caso, aún puede ganarla.

Rivaldo, Zico, Pelé, Lato, Kubala, Gordon Banks, Bergkamp, Francescoli, Kocsis, Kempes, Roger Milla, Yashin, Fontaine... son otros ejemplos de futbolistas reconocidos mundialmente y que no figuran, por diversos motivos (desde no jugar esta competición a no estar en equipos competitivos durante su periplo en Europa) entre los ganadores de un torneo que arranca este martes su cita de cuartos. Una edición donde hay tres conjuntos españoles. Quizá alguno acaba vencedor, porque entre los no ganadores también hay varias generaciones de españoles. La más significativa es la ‘Quinta del Buitre’. Marcaron una época (5 Ligas consecutivas), pero siempre les quedó una asignatura pendiente: la Copa de Europa. Bien es cierto que Sanchís sí ganó dos, aunque fuera de esta generación.

Campeones absolutos
Esto contrasta con el tiempo presente. Hay varios españoles que tienen el honor de haber firmado un ‘Gram Slam’. Es decir, han levantado una Liga, una Copa, una Copa de Europa, una Eurocopa y un Mundial de Clubes. Casi nada. Los elegidos son: Xavi, Iniesta, Casillas, Xabi Alonso, Puyol y Villa. Sergio Ramos, Valdés y Albiol podrían ser los siguientes. No son los únicos casos: Beckenbauer, Schwarzenbeck, Maier, Breitner, Müller, Hoeness, Kohler, Möller, Desailly, Lizarazu, Deschamps y Henry también lo han conseguido. Pirlo se quedó a las puertas este verano tras caer ante España en la final de la Eurocopa de Ucrania y Polonia. Y es que ya se sabe que ganar un trofeo cuesta sangre, sudor, lágrimas y fútbol, máxime cuando se trata de la Copa de Europa.