Antes estaba más fresco. Ahora, a pesar de que no ha transcurrido tanto tiempo, ya se ve como si estuviéramos hablando de la mismísima Prehistoria. Y es que ese Deportivo del ‘tiki-tiki’, ese mágico equipo que se consolidó como un grande, ha pasado a encadenar dos temporadas consecutivas sin jugar en Europa, en la Europa seria, claro. Ha sido una paulatina decadencia que ha llevado a la reestructuración casi total de la plantilla.

Y en pleno año centenario, el Dépor ha cambiado de caras. Ha dejado a las estrellas por jóvenes talentos y mucho producto de la casa, al menos de Galiza. La cantera ha dejado de ser inexistente a comenzado a dar sus primeros frutos. La magnífica ciudad deportiva del club coruñés, llamada ‘El Mundo del Fútbol’, ha hecho mella en la calidad de los futbolistas que han ido saliendo. Desde Fran y Dani Mallo no habíamos visto a ningún jugador, ni bueno ni malo, que haya debutado con la primera plantilla. Ahora están Iago, Iván Carril, Senel o Carlos Pita. Y cada año irán aumentando los nombres, pues el trabajo se está haciendo muy bien.

Esto no significa que ahora se pueda afirmar que A Coruña sea una fábrica de talentos, pero si podremos afirmar, y sin miedo a arriesgarnos, que en esta ciudad rodeada por el mar en sus cuatro costados hay cantera. ¡Habela Haila!

Poco a poco aumentan los que se van, las llamadas viejas glorias. En su día fueron los Makkay, Luque, Naybet, Mauro, Fran y compañía. Ahora, que no significa inmediatamente, les tocará el turno a Tristán, Duscher, Sergio y a muchos otros. Algunos aún son valores importantes, y Lendoiro al fin se da cuenta de que lo que había ya no se podía exprimir más. La cabezonería del presidente no pudo llegar más lejos. Ahora ya no vale la excusa de que con este equipo se llegó hace nada a la semifinal de la Champions League. Había que hacer el ‘Plan Renove’ ya.

Quizás los que vienen no sean los jugadores más ilusionantes del mundo. Pablo Álvarez, Lopo, Riki, Barragán, Bodipo… Pero hay que tener en cuenta que aún falta gente por venir y con Caparrós al frente nunca se sabe hasta donde puede dar de sí el Dépor. Basta recordar que el año anterior a que este equipo fuera campeón de Liga se contrató a mucha gente, y muchos sin nombre, por lo que entonces la desazón fue enorme entre la afición. ¿Quién confiaba en un tal Víctor? Y es que, este Deportivo se está volviendo a hacer, pero pasiño a pasiño.