La depilación es un hábito establecido en pleno siglo XXI por parte de las mujeres, como mínimo aquí en España. Ciertamente, no me atrevo a generalizar este hecho en otros países. Por otra parte, mi sospecha es que la opción de la depilación se está dirigiendo también hacia los hombres como hábito.
Este artículo podría finalizar diciendo: el hecho de depilarse o no, corresponde exclusivamente a una decisión individual. No obstante, éste sería un análisis reduccionista, si es que se le puede llamar análisis, ya que yo lo calificaría como afirmación gratuita.
He escuchado por parte de determinadas mujeres, las siguientes frases: "¿De verdad quieres ir hoy a la playa? Yo no puedo, porque aún no me he depilado. ¡Qué vergüenza ir sin depilar!" "Mira esa tía, va sin depilar. ¡Eso no es normal y además es antihigiénico!" "¿Qué pensarán los tíos si no me depilo?".
Después de mostrar estas frases, mi pregunta es: ¿Son las mujeres realmente libres de tomar la decisión de depilarse, o bien, el contexto es un factor que juega un papel muy importante? ¿Es una cuestión de decisión individual, o bien, se incluye el factor género?.
Ciertamente, pienso que habrán mujeres que tomarán la decisión con total libertad, y en otros casos, el rol de género impulsará a tomar la decisión. No obstante, pienso que en la mayoría de casos, es el contexto o género el factor más influyente.
Para finalizar, pienso que las mujeres no deben ser esclavas de la depilación, sino que en el caso que ejecuten esa acción, sean conscientes de que lo hacen por voluntad. Y es que sino, muchas mujeres pueden ser dominadas por ese poder, aparentemente invisible, de la sociedad que describe a la mujer ideal; así, que esto suceda implicará que éstas se conviertan en muñecos, a la vez que olvidan su capacidad de decidir y de transformar la realidad mediante sus propias acciones.