No quisiera reventarles el argumento de la última comedia de Pedro Almodovar, pero no me puedo resistir a encontrar ciertos paralelismos con la comedia del aeropuerto de Castellón que tantos grandes momentos está dando a graciosos, chistosos y cachondos de todo el mundo.

Sin perjuicio de que, cuando vean las escenas rodadas en un aeropuerto vacio, con todas las instalaciones por estrenar, y sin un solo pasajero, les pueda recordar al Aeropuerto para las personas, (bautizado así por Carlos Fabra en su inauguración). Lo cierto es que nuestro oscarizado director no grabó las escenas de su último film en Vilanova d’Alcolea. Fue en otro aeropuerto español.

Pero al ver la película me vino una idea a la cabeza que no quiero dejar de trasladarles y compartir con ustedes: el actor Javier Cámara, en su papel de José Arrabasategui, un azafato gay con muchísima pluma, tiene un problema psicológico grave: no sabe, no quiere o no puede mentir. Le es totalmente imposible. Tiene que decir siempre la verdad. No puede evitarlo.

A partir de aquí imagínenselo usted sustituyendo al actual Presidente de Aerocás, o al Director General del Aeropuerto de Castellón. No por lo divertido que podría llegar a ser. Porque sin duda a los actuales personajes no hay quien los supere. Sino porque nos contaría la verdad. No podría evitarlo. Y así sabríamos cuanto nos ha costado el aeropuerto. Por cuanto se lo vamos a vender a los inversores Hispano-Libios. Qué quiere decir eso de que van a hacer un oleoducto hasta el aeropuerto. Cuando se conseguirán todas las autorizaciones para ponerlo en funcionamiento. Cuál es la fecha real en que estará disponible para los aviones y para las personas. A qué acuerdos se ha llegado con la concesionaria. O si nuestros políticos de Aerocas y la Generalitat, se hablan, o fueron amantes pasajeros.