Llegaron las semifinales al cuadro femenino y masculino de Roland Garros y sin apenas sorpresas, como era de esperar. En hombres, los máximos favoritos, los números uno y dos del mundo, Federer y Nadal, favoritos para ganar el torneo en orden inverso, han demostrado el porqué de su clasificación en la ATP y se han impuesto con relativa claridad hasta el momento. Los otros dos outsiders son los números 3 y 4 del mundo, respectivamente.

El manacorí, sin deslumbrar, ha mostrado en varias fases del torneo su calidad y su enorme competitividad. El suizo, por su lado, llega a las semifinales con un solo set cedido, ante el chileno Massu; Roger es el paradigma de la seguridad y la regularidad y la elegancia. Nadal ha cedido uno más, dos, ante Hewitt y Mathieu (en uno de los encuentros más vibrantes que ha deparado esta edición de Roland Garros).

Rafa se verá las caras con otro gallo, el croata Ivan Ljubicic, que se está mostrando muy fuerte y regular. El balcánico es un bombardero pero de gran calidad, que se desenvuelve bien en todas las superficies; acaso es más complicado en moqueta, donde la bola va más rápida. En tierra batida, el favorito claro es el balear.

La otra semifinal enfrenta a Federer con el gaucho David Nalbandián. El cordobés es igualmente un tenista todoterreno, que rinde a un notable nivel en todas las superficies, sin destacar especialmente en ninguna de ellas. Su combatividad no debería ser un obstáculo para presenciar la final esperada por todos el domingo en París: Federer – Nadal.

Los referentes claros para el previsible duelo son las finales en tierra de este mismo año. El español se impuso al número uno del mundo en Roma y en Mónaco. También se impuso al suizo en Dubai, pista dura. El balance de 3-0 este año, más el poderío absoluto, incluído record de victorias seguidas en arena, configuran al joven manacorí como claro favorito. Por si fuera poco, cabe recordar que también le derrotó en semifinales en este mismo torneo el año pasado.

Pero Federer, sin duda, querrá sacarse la espina de las últimas derrotas y demostrar porqué es el número uno del mundo. Apasionante final a la vista.

En el cuadro femenino, la sensación hasta su eliminación ayer a manos de Kuznetsova, ha sido la irrupción en la elite de la checa Nicole Vaidisova. La joven tenista centroeuropea, con gran parecido a Sharapova, en físico y en tenis, ha completado un excelente torneo, eliminando a Venus y a la gran favorita local Amelie Mauresmo, entre otras.

La final enfrentará a la tenista rusa con Justine Henin-Hardenne, que se impuso en la otra semifinal a su compatriota belga Kim Clijsters en dos sets, con más facilidad de la prevista.

La belga parte como favorita y es más regular en su tenis que la rusa.

En cualquier caso, disfrutaremos, seguro, de dos grandes finales con el mejor tenis del mundo en tierra batida. Que no sólo de fútbol vive el hombre.