Existe en Estados Unidos un periódico, el Nguoi Viet Daily News, fundado por Yen Do que resulta ser toda una institución en aquél país. El señor Do, vietnamita, llegó a América en 1975 huyendo de Saigón. Él, como muchos miles de conciudadanos de Vietnam, se convirtió en inmigrante y formó, como tantos otros oriundos de otros tantos países, asociaciones, clubs y, en definitiva, centros de encuentro para ayudarse mutuamente. Yen Do fue más allá.

Al poco de llegar a Estados Unidos, Yen Do, se embarcó en la experiencia de crear un punto de encuentro para los vietnamitas en forma de periódico. La idea era la de ayudar a los recién llegados, posterior a él, a integrarse en un nuevo mundo, tanto cultural como socialmente. Así, en 1978, nació el Nguoi Viet Daily News.

Cerca de Los Ángeles existe una comunidad conocida como la Pequeña Saigón que cuenta con casi doscientos mil habitantes y no hay uno de ellos que no conozca al señor Do. La publicación, que empezó con una regularidad semanal y de apenas cuatro páginas, se ha convertido, en la actualidad, en la publicación de referencia para la comunidad vietnamita, y escrito en vietnamita. Do recordaba recientemente en The New York Times que el lema que ha prevalecido siempre en el periódico ha sido el de “trabajar unidos para sobrevivir”. Y así, con ese sencillo convencimiento, pretende seguir uno de los editores emigrados más conocidos de California. Así, pese a que sus enfermedades -insuficiencia renal y diabetes, sobre todo, aunque sólo cuenta con 64 años- le esté dejando casi imposibilitado para ejercer como hasta ahora.

La historia de Do es la historia de una publicación, y la historia de la publicación -¿quién sabe si existirá cuando el señor Do muera?- es ineludiblemente la historia del emigrante Yen Do, que dejó todo lo que tenía en su país para iniciar una nueva vida en la tierra de las oportunidades. El Nguoi Viet Daily News se ha ido adaptando a los tiempos, y lo que empezó siendo un periódico lleno de noticias de Vietnam y de consejos prácticos para los recién lllegados a suelo estadounidense, se ha convertido en el embrión de un gran pequeño grupo de comunicación del que ha salido una revista, una cadena de radio y unas páginas amarillas vietnamitas.

Ahora, que España se ha convertido en receptora de personas que sólo esperan sobrevivir y trabajar, me pregunto si sabremos acoger de la misma manera que el señor Do fue recibido en Estados Unidos, allá por 1975, a las personas que vienen a este maravilloso país, que es el nuestro. Pongo en duda las aptitudes de los nativos, especialmente de nuestros dirigentes, para aprovechar el valor humano y profesional de los nuevos ciudadanos de España.

Yen Do puede estar tranquilo porque su hija, Anh Do, continuará con el negocio familiar. De hecho, sus 39 años y culturización más occidental han permitido que se haya creado el Nguoi Viet 2, semanario en inglés para la nueva generación de vietnamitas occidentalizados en Estados Unidos, y que ella misma dirige. Ejemplo a seguir.