La selección española afronta mañana un nuevo test en su partido contra Egipto, y con ciertas dudas tras lo ocurrido en el Carlos Belmonte la semana pasada. España no tiene un delantero demoledor al contrario que otras selecciones como Brasil, Francia, Inglaterra, o incluso Ucrania o Costa de Marfil que son inferiores al conjunto español. El nombre en la selección lo pone Raúl, pero el madrileño ya es más carisma y espíritu que otra cosa. Como me gustaría que tuviese cuatro años menos. El jugador español que más se parece a este perfil de delantero nato es Fernando Morientes. Además, su porcentaje goleador como internacional es muy bueno, pero no está.

No quiero desprestigiar a Villa y a Torres, nuestra baza en la delantera. El primero es el pichichi nacional y está que se sale, pero en el Valencia, que es otro ambiente y otro estilo de juego. Por su parte, el niño está estrellado con el conjunto nacional desgraciadamente. Es muy fallón, aunque se puede corregir. ¿Será este el mes de su cambio?.

Que a la selección española le falta gol es evidente, pero no por el empate a cero ante Rusia. Si hacemos cuentas, España solo ha metido 40 goles en los primeros 20 partidos de Luis Aragonés como entrenador. Casi iguala los bajos registros anotadores de la etapa de Javier Clemente. Y como descontemos los 11 que le metió a San Marino en los partidos de clasificación los datos parecen de risa. Esperemos que lo del sábado fuera fruto de la mala suerte y no de la continuidad y de la estadística. Esta semana ha mejorado la cosa. Aunque el 7-0 fuera a los juveniles del Valencia, se ha visto más frescura en las llegadas y disparos a portería.

El empuje y el carácter de Raúl si tienen sitio en el once titular del conjunto nacional, pero si juega detrás de los arietes como parece que le va a situar Aragonés ante los egipcios. Sabia elección, nunca mejor dicho. Como enganche el madridista tiene más peligro y protagonismo, y vagabundea menos por el campo a la hora de atacar, porque en defensa no tiene pegas.

Por lo que respecta al medio centro el seleccionador parece tenerlo claro y va a repetir tridente con Cesc, Senna y Albelda porque parece que Xavi todavía no le convence. La línea medular me resulta demasiado defensiva si la comparamos con el esquema 4-3-3 que a priori es una táctica de ataque, pero que sin juego por las bandas puede perder la verticalidad que necesita el equipo para crear más peligro arriba.

Yo no soy el que decide, así que haremos caso a las declaraciones de Michel Salgado y dejaremos que Luis trabaje tranquilo. Todavía estamos en prácticas y hay que seguir mejorando. Espero que la experiencia de El Sabio de Hortaleza nos ilumine, y sepa encontrar el equilibrio perfecto para afrontar los partidos de la primera fase con solvencia, y llegar, por lo menos, a cuartos.