Contrariamente a todos los pronósticos, el pabellón de Fontajau mostraba un aspecto relativamente discreto, superando por poco los 3/4 de entrada. Y eso, en el partido más importante de la temporada, ya que una nueva derrota ante Tau certificaría casi por completo la eliminación de Akasvayu en el play-off.

Sam Gutiérrez / Enviado especial a Fontajau

Edu Torres tomaba una arriesgada decisión, situaba a Federico Kammerichs, con sus dos metros, encima del motor de los baskonistas, Pablo Prigioni. El base argentino no parecía incómodo, repartiendo dos asistencias en poco más de un minuto. Se notaba que durante la semana el cuerpo técnico granate había estudiado las jugadas de su oponente, y es que cambiaba su defensa dependiendo del ataque de los visitantes. Trenzando efectivas combinaciones, los ceramistas se situaban levemente arriba en el marcador.

Los rebotes ofensivos mataban a los locales, que no podían con el dúo serbio-argentino Drobnjak-Scola. Un triple de Arriel McDonald movía el electrónico, dejándolo en 14 a 16 a falta de tres minutos para terminar el período inicial. Dos lanzamientos de 3 consecutivos hacían que Akasvayu remontara, teniendo como gran baluarte a Fede Kammerichs, autor de 10 puntos en los primeros diez minutos. El primer cuarto finalizaba 22 a 21.

Sin embargo, en el segundo parcial las cosas cambiarían... Akasvayu, con la entrada de Raül López calmaba su juego, y por su parte, los vitorianos dependerían demasiado de Luis Scola. El "turquito" Erdogan acompañaba al argentino en ataque, y las enchufaba sin contemplaciones. Los gerundenses cogían una pequeña renda, 34 a 28. Pero claro, Perasovic daba entrada a guerreros como son Hansen y Prigioni, y con un impecable parcial de 8 a 0, el conjunto baskonista volvía a mandar en el marcador. El encuentro estaba de nuevo empatado, ahora a 38, y las sensaciones eran que los estaría hasta el término de este. Una canasta de McDonald daba por terminado el cuarto y se llegaba a la media parte con la mínima ventaja para la plantilla dirigida por Edu Torres, 42 a 41.

Un inicio a por todas de Akasvayu despertaba al público, que estallaba después de que Fran Vázquez, uno de los jugadores más queridos por Girona, anotara 8 puntos consecutivos. Peras, entrenador visitante, se veía obligado a pedir un tiempo muerto para frenar el show-Vázquez. La inercia no cambiaba, viendo a un Tau bastante flojo. Sin duda alguna, en Fontajau se estaba viendo al mejor Vázquez, ese jugador dominante capaz de anotar, rebotear e intimidar.

Los de Peras planteaban una defensa en zona, siendo superada por Raül López con un tiro desde su casa. Por primera vez en el partido, el combinado catalán cogía una ventaja considerable, 57 a 46. Un período de intercambio de canastas seguiría favoreciendo a los jugadores locales, que continuaban manteniendo su ventaja. McDonald la metía de nuevo en el último suspiro, cerrando el tercer cuarto 67 a 55. En ese instante, el pabellón de Fontajau volvía a resurgir, tras unas semanas bastante críticas.

Tau, como es lógico, no se rendía, pero la verdad es que cada uno de los integrantes de la plantilla granate estaba hiper-motivado. Restaban siete minutos y los gerundenses dominaban por 12 puntos, una ventaja lo suficientemente grande si se jugaba con cabeza. Edu Torres escogía al veterano McDonald para liderar a su equipo. Al estar Akasvayu en bonus, cada falta personal suponía 2 lanzamientos libres para sus rivales, factor clave en cada ataque visitante. Entraba a pista Scola para intentar remontar 8 tantos de diferencia en tres minutos. ¿Lo lograría? Primera jugada, dos puntos. Baskonia se acercaba a 6. Tiempo muerto pedido por Edu Torres.

Los jugadores recibían un mensaje claro, no especular con la ventaja en el marcador. Siguiente jugada: McDonald espera a que pasen 20 segundos y posteriormente se la juega él, anotando de dos. Un ataque no convertido por Tau significaba la victoria para los gerundenses, superiores durante todo el partido. Fontajau lo celebraba eufóricamente. Tras un partido intenso, serio y jugado realmente bien, Girona lograba empatar la serie, asegurando como mínimo, dos encuentros más.

Akasvayu Girona: Carter (-), Udrih (-), Salenga (0), McDonald (14), Myers (8), Dueñas (7), Gabriel (1), Espinosa (-), Kammerichs (15), Vázquez (16), López (13), Thompson (9)

Tau Cerámica: Scola (25), Prigioni (5), Hansen (18), Vidal (2), Ukic (3), Erdogan (8), Drobnjak (3), Grimau (-), David (0), Splitter (10), Jacobsen (0)

Árbitros: Mitjana (1), Murgui (2), García G (2)

EL BUENO: Por fin. En el día de hoy, Fran Vázquez se merece aparecer en este apartado. El pívot gallego ha sido una pesadilla para Tau en el tercer cuarto. Con 8 puntos anotados consecutivamente ha despertado, y durante el último se ha reivindicado capturando rebotes vitales para su equipo.
EL MALO: La defensa baskonista sobre la máquina gallega. Fran Vázquez ha estado a sus anchas, y ni Scola, ni Splitter ni nadie que se le pusiera por delante podía pararlo.
EL FEO: Por su manera de "repartir leña", el joven Tiago Splitter. En ocasiones se puede hacer una falta dura, pero lo más normal sería disculparse con el jugador que la ha recibido. Pues no, el brasileño ha cometido dos faltas realmente fuertes, y ni se ha disculpado.
EL DATO: La historia se repite, y la estadística no falla. Durante todos los partidos de esta temporada, si Akasvayu anota más de 75 puntos, vence el partido. Y por su parte, si Tau no consigue anotar más de 75, pierde. El próximo jueves veremos si la estadística sigue, o de una vez por todas, se rompe.

Velimir Perasovic, entrenador serbio del Tau Cerámica, se ha mostrado bastante disgustado con el trabajo de su equipo, pero piensa que la plantilla asimilará la derrota y se volverá a ver al mejor. Sus palabras han sido: "Pienso que Akasvayu se ha ganado la victoria. Se la ha merecido. Para mí, el tercer cuarto ha sido nuestro punto de inflexión, ya que hemos bajado el ritmo y no hemos podido parar su juego. Si defendemos como lo hemos hecho hoy, nos va a costar mucho pasar de ronda". Y pese a las duras declaraciones, ha concluido con una frase realmente acertada: "La derrota nos duele, pero no debemos dramatizar".