LA CONSTRUCCIÓN o deconstrucción nacional, de los unos y de los otros, cada vez va mejor y resplandece más nítidamente, para que vayan restando pocas dudas...
Así, por ejemplo, un equipo español ha ganado la copa de Europa, aunque por allí aparecieron banderas de todo el universo mundo, según el origen de los peloteros, menos una que figura en los textos constitucionales antiguos, cada vez más vetustos.
Como sólo tienen veintisiete años, y hasta hace cuatro días todo el mundo decía que eran espléndidos, yo creo que podrían haber saltado al campo, portados por alguno. Pero se ve que el entrenador Zapatero ha llegado con aires nuevos y no quiere seguir las tácticas habituales, sino desarrollar estrategias punteras, innovando sobre la marcha.
De ahí que Reyes, que sí estaba dispuesto a envolverse en los colores constitucionales caso de quedar campeón europeo, haya tenido que irse a un equipo inglés, porque si llega a perpetrar ese delito jugando en el cuadro de enfrente, el griterío de la hinchada aún estaría resonando por todo el estadio, llamándole: ¡ca-ta-la-nó-fo-bo!
Total, que como a alguien había que llamárselo, ha salido Pascual Maragall y, para defender un texto que niega la lengua propia de la mitad de los catalanes, se ha inventado un eslogan en el que acusa a los políticos del PP, que defienden la Cataluña plural, de lo que él sí practica: “El PP usará tu no contra Cataluña".
Ya se sabe: el PPC (Partido Popular de Cataluña) es ca-ta-la-nó-fo-bo, porque propugna el pluralismo catalán dentro de la España igualitaria y plural. En cambio, don Pascual, afiliado al PPC (Partido del Patriciado Catalán) desde que trabajaba en el Ayuntamiento franquista de Barcelona, es muy buena gente, porque quiere la Cataluña una, monoidentitaria y monolingüística, a pesar de que el 50% de los catalanes (y el 90% de sus votantes) tengan una lengua propia distinta de la de don Pascual.
También ha dicho el patricio que ZPerjuro “confunde Cataluña con el nacionalismo” (refiriéndose a CiU), aunque la realidad catalana está en que eso exactamente es lo que hacen todos los patricios y el “Estatut”: confundir Cataluña con su propio sectarismo.
A raíz de dicho eslogan, por fin ha sonado la palabra -en boca por una vez acerba del bendito Angelito; no en la de Piqué, el cual está afiliado a los dos PPC- que mejor define lo que ocurre en Cataluña: fascismo... Pues ya parece un poco tarde para ir centrando la cuestión, porque hasta ahora los dirigentes del PP habían entrado en el juego de desmentir una y otra vez su catalanofobia, con lo cual la bola cada vez se ha acrecentado un poco más. Hace tiempo que deberían haber pasado al sencillo contraataque, demostrando fácilmente que el ca-ta-la-nó-fo-bo es él: don Pascual y los suyos.
Mientras que la pluralidad real de Cataluña, según exponen con poca voz pero con mucho tino los intelectuales de “Ciutadans de Catalunya”, está precisamente en los únicos valores que la garantizan: la Constitución y España.
En fin, el partido es tan desigual, la ineptitud de unos tan grande y el odio de los otros contra su propia tierra y contra el resto tan evidente y tan televisada... que por eso digo que la construcción o deconstrucción nacional va espléndidamente, según se mire.
Pero, al menos, que no les quepa duda dónde está, contra la realidad social, el odio catalanófobo y, de paso, hispanófobo... Porque ambos odios totales, que en el fondo son el mismo (como Hispania y Cataluña son la misma sustancia), están claros... Es el confuso Maragall, ni siquiera ex-franquista arrepentido, sino nacional-socialista continuo, el que dice que todos, incluso ZPerjuro, se confunde.