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La nueva sociedad informática en la que nos encontramos nos exige documentos y tramitaciones ágiles

Partir de cero

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Hermanos; si una cosa nos tiene que enseñar el paso del tiempo es que cada segundo es valiosísimo. Que vivimos en una sociedad en la que la velocidad en la toma de decisiones es definitiva para determinar nuestro futuro.

Y digo esto a partir de la experiencia de tramitación para la aprobación de los PGOU de Castelló (el estructural y el pormenorizado). Después de que un grupo de jueces decidieran dejar a una capital de provincia sin plan general al declararlo nulo. Después de que poniendo medios materiales y humanos carísimos se haya conseguido rehacer un nuevo PGOU seis años más tarde. Podemos partir de cero.

Una auténtica locura que demuestra que los PGOU’s (todos, incluido el de Castelló) son documentos anacrónicos que cuestan mucho tiempo y dinero y que, además, lo más fácil es que pueden estar equivocados en sus previsiones de futuro.

Desde que se inventaron estos documentos los políticos y los técnicos municipales han jugado a “pitonisos”, a adivinadores del futuro: la ciudad crecerá por aquí, y las fábricas se pondrán por allá. Y los centros comerciales por acullá.

Está claro que estas decisiones, más o menos técnicas, condicionan el crecimiento y la vida de las personas, su economía y el medioambiente, Pero ¿son las más acertadas en un determinado momento? Pasados seis años ¿estamos en la misma situación? Evidentemente no.

La nueva sociedad informática en la que nos encontramos nos exige documentos y tramitaciones ágiles. Porque un lustro y pico es demasiado tiempo para que lo que pensamos hace ya 6 años hoy tenga vigencia y viabilidad. No estamos para partir de cero.

Partir de cero

La nueva sociedad informática en la que nos encontramos nos exige documentos y tramitaciones ágiles
ZEN
lunes, 13 de mayo de 2019, 16:59 h (CET)

Hermanos; si una cosa nos tiene que enseñar el paso del tiempo es que cada segundo es valiosísimo. Que vivimos en una sociedad en la que la velocidad en la toma de decisiones es definitiva para determinar nuestro futuro.

Y digo esto a partir de la experiencia de tramitación para la aprobación de los PGOU de Castelló (el estructural y el pormenorizado). Después de que un grupo de jueces decidieran dejar a una capital de provincia sin plan general al declararlo nulo. Después de que poniendo medios materiales y humanos carísimos se haya conseguido rehacer un nuevo PGOU seis años más tarde. Podemos partir de cero.

Una auténtica locura que demuestra que los PGOU’s (todos, incluido el de Castelló) son documentos anacrónicos que cuestan mucho tiempo y dinero y que, además, lo más fácil es que pueden estar equivocados en sus previsiones de futuro.

Desde que se inventaron estos documentos los políticos y los técnicos municipales han jugado a “pitonisos”, a adivinadores del futuro: la ciudad crecerá por aquí, y las fábricas se pondrán por allá. Y los centros comerciales por acullá.

Está claro que estas decisiones, más o menos técnicas, condicionan el crecimiento y la vida de las personas, su economía y el medioambiente, Pero ¿son las más acertadas en un determinado momento? Pasados seis años ¿estamos en la misma situación? Evidentemente no.

La nueva sociedad informática en la que nos encontramos nos exige documentos y tramitaciones ágiles. Porque un lustro y pico es demasiado tiempo para que lo que pensamos hace ya 6 años hoy tenga vigencia y viabilidad. No estamos para partir de cero.

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