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Etiquetas | Entrevista | Bodas | Diseñador
El diseñador forma parte de la historia del mundo nupcial, aunque, para ser sinceros sus vestidos nupciales creados con otras telas y colores se podrían vestir en fiestas señaladas de nuestro calendario

Entrevista a José María Peiró: “Soy anti volumen en faldas, anti lazos y anti plumas”

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José María Peiró lleva más de treinta años diseñando vestidos de novia. Ha llovido mucho desde sus inicios y es un campeón en el mundo nupcial, a pesar de su enorme experiencia en el sector muestra un gran entusiasmo por su trabajo y explica su trabajo como si lo comenzara cada día. Es un hombre muy divertido, amigo de sus amigos y siempre atento a lo que está sucediendo a su alrededor. La mayoría de las novias que viste para el día más importante de su vida además del diseñador de su vestido soñado, encuentran en él una persona cercana que acoge sus secretos más grandes, los que nunca jamás serán revelados. Peiró comenzó en un taller en el que se confeccionaban vestidos de novias, era muy joven y hasta hoy. Forma parte de la historia del mundo nupcial, aunque, para ser sinceros sus vestidos nupciales creados con otras telas y colores se podrían vestir en fiestas señaladas de nuestro calendario. Ha renunciado a amasar una gran fortuna para trabajar esos vestidos únicos de forma artesanal. Todos sabemos que lo artesanal fascina a todo el mundo aunque pocos están dispuestos a pagar mucho por ello. Los diseños de Peiró siempre son actuales, en cualquier lugar, a cualquier hora y para cualquier persona, usa modelos únicos, exclusivos, telas en seda que él mismo busca en fábricas que trabajan para él de forma exclusiva. Diseñadores como Peiró quedan pocos, es mucho más fácil entregarse al trabajo masificado que hacerlo de forma única. Se adapta a los tiempos, ahora está ligado a las redes sociales, sin dejar de lado, la forma clásica de todos los tiempos. Las novias siempre sueñan con un vestido especial para cada una de ellas, esa creación que las hará únicas. Peiró, siempre está ahí, las escucha y dibuja en sueños para esos momentos que nunca jamás volverán, ni se olvidarán

¿Desde sus inicios, cómo ha evolucionado el mundo del diseño de vestidos de novia?

Han cambiado cosas, cuando comencé la novia que buscaba algo especial y de calidad iba a una modista para que le confeccionara el vestido soñado, las colecciones que habían de vestidos hechos y las marcas que existían eran un “prêt-à-porter” de un nivel más popular. Mi inquietud fue hacer un “prêt-à-porter” con calidad de alta modistería.

Hace treinta años no había tanta oferta como actualmente.

El cambio más importante ha sido que la novia ha pasado de casarse a los 22, 23, 24 años, máximo 28 años siendo ahora, en España, la media de 31 años, y esto ha sido importante porque, al ser una mujer más madura, con la personalidad más echa, sabe más lo que quiere, hoy hay una gran cantidad de novias a las que no les gusta disfrazarse para casarse, buscan un vestido que vaya con su personalidad, con su manera de ser. Ahora, en una boda, se le da más importancia a la fiesta que no a la ceremonia.

Cuando usted empezó la mayoría de bodas se celebraban en la Iglesia, ¿los vestidos tenían un corte más clásico?

En aquellos años un 90% de novias se casaba por la Iglesia, y el otro 10% lo hacían ante el juzgado, la mayoría de las que lo hacían por lo civil pasaban de vestirse de novias, se compraban un vestido de traje chaqueta o uno de cóctel. Ahora, las chicas se casan con más edad y también las bodas civiles ocupan un 70% del total de los enlaces. Si fuese como antes, cuando se casaban por lo civil e iban al Juzgado y ya está, ya no se harían vestidos de novia. Pero se ha importado el concepto anglosajón de las películas americanas e inglesas de las ceremonias civiles, que son bonitas, y el protagonismo de la novia sigue siendo el mismo hoy que ayer, el día de la boda la protagonista absoluta es la novia, es la protagonista de la fiesta, eso no ha cambiado.

¿Es siempre el blanco el color del vestido de boda?, y ¿es cierto que es blanco porque es el color que más favorece?

Creo que el blanco es el color que se ha decidido que sea el de la novias porque el protocolo dice que la única que puede ir a la fiesta vestida de blanco es la novia, y esta es una manera de destacar y marcar la diferencia, vistiendo de blanco, pero sin otra connotación, no es que sea el color de la pureza.

¿Le es fácil crear un nuevo diseño?

Mi inspiración es el contacto directo que tengo con las novias, tanto las que vienen a verme en Madrid como en Barcelona, en Madrid viene gente de toda España y el hablar con las novias, saber lo que quieren, y conocer el tipo de ceremonia que están organizando, me marca un poco la línea a seguir, siempre digo que la novia no sabe lo que quiere pero si lo que no quiere. Escucho mucho lo que me explican, me dan una orientación muy importante para saber lo que les va a ir mejor, además, me gusta mucho al arte, el “art decó”, la decoración, el interiorismo, supongo que todo se mezcla en mi mente y mis formas de hacer. Soy bastante puritano en la costura, aprecio la buena costura, los vestidos sencillos, hoy hay una palabra que antes no se hacía servir, que es la comodidad, las novias tienen muy claro que quieren disfrutar de su fiesta, de su día, y para eso tienen que ir cómodas, y por eso los vestidos tienen que ser ligeros, que las colas se puedan recoger en un momento determinado, suele ser en el del baile, tengo que darle a mis modelos esa comodidad para que las novias puedan disfrutar de ellos.

¿Las colas se han encogido y los velos han desaparecido?

Las colas tienen un metro o dos, tenemos un sistema para que después de la ceremonia se las recojan y no molesten, los velos no han desaparecido, precisamente ahora se han puedo muy de moda, durante un tiempo hubo un poco de reparo, especialmente entre las chicas más veteranas, ya que les daba vergüenza ponerse un velo, a algunas no les parecía correcto por su edad, pero se han puesto otra vez de moda, han vuelto. Se ha normalizado casarse a los 30, 30 y pico, incluso a los 40, ahora se casan a todas las edades, es muy variado, no hay una edad determinada para casarse, tengo novias de 28, 30, 35, de 40, 50 y de 60 años.

¿Saben más lo que quieren?

Saben perfectamente lo que quieren, todavía la figura de la madre es importante a la hora de escoger el vestido, parece mentira pero es así, aunque ahora ya no escoge el vestido como antes, acompaña a la novia en calidad de consejera, es la persona que les dice la verdad, siempre aconsejo a las novias que se acompañen de personas de su total confianza, que las conozcan mucho y que puedan ayudarles a escoger el vestido que de verdad le va a la novia, porque si vienen con amigas que la conocen poco les pueden dar una opinión sesgada o no pensar realmente en el estilo y la personalidad de la novia, también hay amigas o conocidas, que acompañan a novias, y que si no las conocen bien lo que hacen es pensar en ellas, escogen un vestido que les iría bien a ellas, no a la novia en cuestión, y esto es lo que un nunca debe pasar. Lo de escoger un vestido es algo muy personal. Las que vienen solas son muy pocas, y, generalmente, en la segunda visita ya vienen acompañadas.

Cuando recibe una futura novia en su taller ¿ya tiene claro qué es lo que mejor le sentará?

Llevo tantos años que al ver su cuerpo y personalidad ya imagino lo que le va a quedar mejor, pondero si tiene más o menos formas, cadera y pecho. En nuestros “atelier”, tenemos la colección echa y con muchos vestidos, entre treinta y cincuenta por temporada, pero también podemos modificar cosas, personalizándolos, no tenemos la necesidad de vender un stock, tenemos la colección y a partir de esa colección y lo que escoja la novia le haremos el vestidos a medida, así también podemos personalizar los detalles que le favorezcan más. Cuando vienen a casa siempre les digo que no están en una tienda de “prêt-à- porter”, aquí les hacemos el vestido para que la novia esté perfecta. A lo mejor a una novia un modelo le está muy bien pero puede ser mejorado escotándolo más o poniéndole una manga, al final es el resultado lo que importa y hacerlo lo mejor posible.

¿Ya no desfila con su colección nupcial?

El último desfile lo hicimos hace tres años en Madrid, han cambiado las formas de comunicar, no es como antes, prefiero ir haciendo acciones con editoriales únicas, con buenos fotógrafos del sector a invertir una gran parte de mi presupuesto en un desfile o estar en la Fira, en estos últimos años han entrado con mucho auge las redes sociales, Facebook, Instagram, ahora no es lo mismo que antes que hacia unas fotografías para toda la temporada, ahora, cada mes, hacemos dos o tres editoriales con diferentes fotógrafos para tener un contenido diferente, hay que ser más ameno, no tan rutinario.

¿Las redes sociales le han cambiado su sistema de trabajo?

Totalmente, tampoco me cierro a hacer una colección y tenerla todo el año, hago una colección pero creo más modelos para darle este dinamismo al contenido de la colección, también damos la exclusividad del modelo al lugar donde se casa una novia, por ejemplo, si una novia es de un pueblo y se casa en ese pueblo, ninguna otra novia de ese pueblo tendrá el mismo diseño, esa creación es para esa persona, en exclusiva, actuamos de forma que las grandes tiendas jamás podrán hacer, nosotros podemos controlar la exclusividad del modelo.

Es una forma artesanal de trabajar, ¿les sale a cuenta?

Si, nuestra manera de trabajar es artesanal, no me hago millonario, pero para ganarte la vida es suficiente, poder trabajar en lo que me gusta es muy importante para mí.

Recientemente, colgó en su cuenta de Facebook un modelo en el que se veía la parte de arriba, un cuerpo con un tejido adamascado, manga larga con flecos y un gran escote en uve en la parte delantera, ¿esa foto forma parte de su próxima colección?

Ese cuerpo pertenece a una colección que presentaré próximamente, la colección se llama “Nómada”, las costumbres han cambiado, las bodas ya no se celebran en hoteles, las bodas ahora se llevan a cabo en masías, en la playa, en las islas, en l’Empordà, son ceremonias y fiestas de amigos, ya no son los padres los que invitan, ahora son las parejas quienes invitan a sus amigos a un fin de semana de fiesta y eso te permite crear vestidos más escotados, más sexys, más divertidos, pensando más en lo que es la fiesta que en la parte ceremonial. Esta colección, “Nómada”, es sexy, es escotada, si no lo es por delante lo es por la espalda o por ambas partes, es un vestido muy ligero, confeccionados con “jacquards”, con bambulas de seda natural, bordados, tienen un punto “boho chic”, he cogido un poco la idea de “gipsy stile”, con el lujo tradicional, esta colección tiene influencias del sur de California.

Un arquitecto famoso me dijo que no entendía por qué las mujeres no llevamos más vestidos con flecos ya que éstos favorecen mucho, ¿ha creado sus modelos en ese sentido?

Los flecos me gusta trabajarlos porque tienen mucho movimiento, es lo que le diría el arquitecto, y el movimiento es muy bonito, la novia sentada tan solo está quince minutos, el resto de la fiesta, está caminando o bailando, y este movimiento que dan los flecos es brutal, está colección, “Nómada”, tiene mucho movimiento, es un tipo de vestido muy chulo para una fiesta, los flecos ahora son tendencia, verá muchos en estos momentos, debería haberlos creado antes.

¿Hay mucha competencia en el sector nupcial?

Hay competencia, pero nosotros trabajamos calidad, nuestros diseños están confeccionados en seda natural y todo lo hacemos a medida en nuestros talleres, somos muy pocos los que trabajamos así, en el mercado quedamos cuatro, muy pocos, todo el mundo dice que hace los vestidos a medida pero no es cierto, la mayoría de las firmas, y firmas importantes que ocupan el 70% del mercado, importan todos los vestidos de terceros países como China etc. el otro 30% somos artesanos, de los cuales, como mucho, hay un 10 o un 15% que nos dedicamos a hacer los vestidos en casa y a medida de verdad, en esta competencia intento marcar la diferencia con la calidad, trabajo con seda natural un poco contra velocidad porque hoy en día las novias quieren que sea bonito, mono y gastar lo menos posible, una vez confeccionado el vestido no es lo mismo trabajarlo en seda que en poliéster, no hay color, aún no se ha inventado nada mejor que la seda natural, el tacto es muy importante, la novia se pondrá el vestido y notará que le agrada a la piel y al tocarlo, las tonalidades también son importantes. A mí no me gusta el blanco óptimo, siempre parto del blanco natural, el blanco marfil está muy bien, porque el blanco óptimo se ve artificial, es acrílico, el blanco óptimo sólo se pueda hacer con tejidos artificiales o tejidos acrílicos, o poliéster, el color de la seda nunca es blanco óptico, el color de la seda es el color marfil, la puedes teñir con el color que quieras pero nunca la puedes decolorar, si la decoloras la quemas, ahora estoy trabajando con una seda que tiene el 70% de seda y el 30% hilo de bambú, totalmente natural, tiene una resistencia mucho mejor que lo que es la seda ciento por ciento. ¿Dónde encuentra estos tejidos? Normalmente voy a las fábricas que confeccionan seda y encargo mis tejidos, estas fábricas tienen sus laboratorios y tratan los tejidos que son exclusivamente para mi, algunos son inventados por mí, esta seda bambú hemos estado dos años trabajando para conseguirla, hemos probado con otros materiales pero, al final, la mejor manera ha sido trabajarla con seda.

¿Alguna novia le viene con fotos de alguna famosa que se ha casado y dice que quiere un vestido igual?

Nuestra clienta no tiene esta costumbre, las grandes firmas se gastan dinero pagando a famosas y regalándoles vestidos para que promocionen su marca y sus vestidos, ante todo esto yo soy anti, nuestra clienta no quiere llevar el vestido que lleva la famosa de turno, nuestra clienta quiere su vestido y que se la reconozca por su modelo, es la novia que no le gusta que cuando llegue el día sus invitados digan que el vestido es el de Paulina Rubio, no, no, ella quiere una creación que no la tenga nadie, que sea su vestido. Nuestro público es un público exigente y quiere esta exclusividad, por suerte, aún hoy, hay personas que valoran estas cosas, de todas formas a mi me han llamado famosas para que entre a formar parte de este rollo, siempre digo que no porque a mí entrar en este tipo de promoción me quemaría la línea, un vestido mío se lo pongo a la famosa de turno y lo estoy quemando, nosotros, el famoseo, no lo queremos, para nosotros, las famosas más importantes son nuestras novias.

Hay una empresa que va a comercializar vestidos de novia a precios low cost, ¿qué piensa de ello?

Yo soy anti low cost, el low cost seria un vestido de calidad más barato, low cost es una palabra mal empleada, pongo un ejemplo, me voy a París de viaje y me lo dejan más barato, eso es low cost para mi, pero si viajo en avión a París, me ponen en una silla en la que no entro y me tratan como si fuera un cordero no me parece que sea low cost, es una mierda de producto. Con la ropa es lo mismo, el low cost siempre va a sacrificar la calidad, nunca en el low cost te darán un vestido de calidad, no es lo mismo hacer un vestido a medida que un vestido arreglado, no tiene nada que ver, si yo creyera que puedo dar la misma calidad haciendo los vestidos en serie, lo haría, ganaría más dinero, tonto no soy, pero no es lo mismo.

Lo suyo es amor al trabajo, después de 30 años, ¿aún se lo pasa bien creando vestidos de novia?
Me gusta mucho, me lo paso bien, parece mentira, el trato con la gente lo he descubierto los últimos diez años cuando vendí una empresa de novias más grande en la que ya no me podía dedicar a atender personalmente a las clientas, ahora tengo una empresa más pequeña, más familiar, y es donde me puedo permitir el lujo de poder atender personalmente a las novias, no a todas porque tenemos un atelier en Madrid y otro en Barcelona, pero el 70% de las novias las atiendo personalmente en las primeras entrevistas, las primeras visitas, en el momento de escoger el vestido, ojalá lo hubiera hecho antes, he descubierto que tengo paciencia y que soy un campeón, aguanto más que nadie, entiendo muy bien a la novia, entiendo que está nerviosa, entiendo que no es una elección fácil escoger el vestido nupcial, me pongo en su piel y, la verdad, me gusta mucho y, además, me hacer ser mejor profesional, de las novias aprendo muchísimo.


Usted sólo hace vestidos de novia, ¿crea diseños para las madres, para amigas, para personas que vayan de fiesta?
No hago colección pero sí recibo encargos en exclusiva para vestidos de fiesta, vestidos de noche, y a algunas madres de novias también les hago el vestido, tengo tejidos, hago el diseño, me gusta mucho hacer esta parte, también muy creativa, lo que pasa es que tengo poco tiempo para dedicarme a ello puesto que todo mi tiempo está centrado en atender a las novias y crear vestidos.


¿Descansa alguna vez?
La verdad es que en mi tiempo libre sigo pensando en los vestidos de novia, es como una obsesión….pero es una buena obsesión, mi ocio es crear vestidos de novia, dibujar vestidos de novia.


Tiene dos hijas y un hijo, ¿alguno será su sucesor?
He sido padre tardío, son muy jóvenes, la mayor tiene 14 años y aún no tienen claro lo que quieren hacer en la vida, no los obligaré a nada, este trabajo es muy duro y si no tienes vocación mejor que te dediques a otra cosa, este es un mundo durillo, vocación total. Si les gusta a alguna o alguno, encantado, pero no les obligaré, es como ser médico, si tu hijo no tiene vocación, no le puedes obligar a que lo sea. Son trabajos que tienes que dar un 150%, no un ciento por ciento, si no tienen vocación, a otra cosa.


Además de en su atelier, ¿donde se encuentran sus creaciones?
Aparte de tener nuestros “ateliers” en Madrid y Barcelona también distribuimos vestidos y vendemos en tiendas plurimarca, muy seleccionadas, trabajan con firmas de nivel en toda España y en otros países como Italia, Holanda, Alemania, en Japón, pequeñas cantidades, he buscado clientes que buscaban la calidad y no la cantidad, y empezaremos a trabajar con el mercado americano porque han mostrado mucho interés en nuestros diseños.


En España, ¿dónde están sus vestidos?
Una de mis clientas más importantes está en Galicia, su empresa se llama “Tul Novias” en Boiro, es muy maja, tiene una tienda en un pueblecito de Galicia y vende a gente de todo el Norte de España, la propietaria se llama Lolita Calo y es una persona estupenda, teniendo marcas muy exclusivas consigue que vayan a su taller gente de otras provincias, es muy agradable y una apasionada del sector, no es una vendedora al uso, es una persona que, por encima de todo, aconseja a sus clientas, se preocupa mucho de las novias, la mayoría de personas que acuden a ella más que clientas son amigas, y eso la da mucha fuerza para seguir adelante.


Vestir a una novia merece un trato muy cercano, ¿es así?
Un 50% de nuestras clientas vienen recomendadas por otras personas a las que ya les hemos hecho un vestido, algún familiar, alguna amiga, alguna prima, y por tener buen trato con ellas nos recomiendan, clarísimamente también les tiene que gustar nuestro estilo. A mí hay tres cosas que no me gustan: el exceso de volumen en las faldas, lo encuentro demasiado teatral, creo que es como un disfraz, tampoco me gustan los lazos, siempre digo que los lazos son para los regalos, y tampoco me agradan las plumas, son para los pájaros, no para las personas. Soy anti volumen, anti lazo y anti plumas, por lo tanto si hay alguna novia que quiere un vestido con una falda voluminosa, no lo hago y se va a otro sitio. Ni un lazo, eh? ¡Qué horror¡ nunca me gustaron ¿qué hace un lazo en un vestido?, un lazo bien bonito y bien puesto, para un buen regalo, eso sí, me parece fantástico. Por lo tanto y resumiendo, no lazos, no plumas y no volumen en las faldas.

Entrevista a José María Peiró: “Soy anti volumen en faldas, anti lazos y anti plumas”

El diseñador forma parte de la historia del mundo nupcial, aunque, para ser sinceros sus vestidos nupciales creados con otras telas y colores se podrían vestir en fiestas señaladas de nuestro calendario
Teresa Berengueras
martes, 23 de abril de 2019, 10:53 h (CET)

José María Peiró lleva más de treinta años diseñando vestidos de novia. Ha llovido mucho desde sus inicios y es un campeón en el mundo nupcial, a pesar de su enorme experiencia en el sector muestra un gran entusiasmo por su trabajo y explica su trabajo como si lo comenzara cada día. Es un hombre muy divertido, amigo de sus amigos y siempre atento a lo que está sucediendo a su alrededor. La mayoría de las novias que viste para el día más importante de su vida además del diseñador de su vestido soñado, encuentran en él una persona cercana que acoge sus secretos más grandes, los que nunca jamás serán revelados. Peiró comenzó en un taller en el que se confeccionaban vestidos de novias, era muy joven y hasta hoy. Forma parte de la historia del mundo nupcial, aunque, para ser sinceros sus vestidos nupciales creados con otras telas y colores se podrían vestir en fiestas señaladas de nuestro calendario. Ha renunciado a amasar una gran fortuna para trabajar esos vestidos únicos de forma artesanal. Todos sabemos que lo artesanal fascina a todo el mundo aunque pocos están dispuestos a pagar mucho por ello. Los diseños de Peiró siempre son actuales, en cualquier lugar, a cualquier hora y para cualquier persona, usa modelos únicos, exclusivos, telas en seda que él mismo busca en fábricas que trabajan para él de forma exclusiva. Diseñadores como Peiró quedan pocos, es mucho más fácil entregarse al trabajo masificado que hacerlo de forma única. Se adapta a los tiempos, ahora está ligado a las redes sociales, sin dejar de lado, la forma clásica de todos los tiempos. Las novias siempre sueñan con un vestido especial para cada una de ellas, esa creación que las hará únicas. Peiró, siempre está ahí, las escucha y dibuja en sueños para esos momentos que nunca jamás volverán, ni se olvidarán

¿Desde sus inicios, cómo ha evolucionado el mundo del diseño de vestidos de novia?

Han cambiado cosas, cuando comencé la novia que buscaba algo especial y de calidad iba a una modista para que le confeccionara el vestido soñado, las colecciones que habían de vestidos hechos y las marcas que existían eran un “prêt-à-porter” de un nivel más popular. Mi inquietud fue hacer un “prêt-à-porter” con calidad de alta modistería.

Hace treinta años no había tanta oferta como actualmente.

El cambio más importante ha sido que la novia ha pasado de casarse a los 22, 23, 24 años, máximo 28 años siendo ahora, en España, la media de 31 años, y esto ha sido importante porque, al ser una mujer más madura, con la personalidad más echa, sabe más lo que quiere, hoy hay una gran cantidad de novias a las que no les gusta disfrazarse para casarse, buscan un vestido que vaya con su personalidad, con su manera de ser. Ahora, en una boda, se le da más importancia a la fiesta que no a la ceremonia.

Cuando usted empezó la mayoría de bodas se celebraban en la Iglesia, ¿los vestidos tenían un corte más clásico?

En aquellos años un 90% de novias se casaba por la Iglesia, y el otro 10% lo hacían ante el juzgado, la mayoría de las que lo hacían por lo civil pasaban de vestirse de novias, se compraban un vestido de traje chaqueta o uno de cóctel. Ahora, las chicas se casan con más edad y también las bodas civiles ocupan un 70% del total de los enlaces. Si fuese como antes, cuando se casaban por lo civil e iban al Juzgado y ya está, ya no se harían vestidos de novia. Pero se ha importado el concepto anglosajón de las películas americanas e inglesas de las ceremonias civiles, que son bonitas, y el protagonismo de la novia sigue siendo el mismo hoy que ayer, el día de la boda la protagonista absoluta es la novia, es la protagonista de la fiesta, eso no ha cambiado.

¿Es siempre el blanco el color del vestido de boda?, y ¿es cierto que es blanco porque es el color que más favorece?

Creo que el blanco es el color que se ha decidido que sea el de la novias porque el protocolo dice que la única que puede ir a la fiesta vestida de blanco es la novia, y esta es una manera de destacar y marcar la diferencia, vistiendo de blanco, pero sin otra connotación, no es que sea el color de la pureza.

¿Le es fácil crear un nuevo diseño?

Mi inspiración es el contacto directo que tengo con las novias, tanto las que vienen a verme en Madrid como en Barcelona, en Madrid viene gente de toda España y el hablar con las novias, saber lo que quieren, y conocer el tipo de ceremonia que están organizando, me marca un poco la línea a seguir, siempre digo que la novia no sabe lo que quiere pero si lo que no quiere. Escucho mucho lo que me explican, me dan una orientación muy importante para saber lo que les va a ir mejor, además, me gusta mucho al arte, el “art decó”, la decoración, el interiorismo, supongo que todo se mezcla en mi mente y mis formas de hacer. Soy bastante puritano en la costura, aprecio la buena costura, los vestidos sencillos, hoy hay una palabra que antes no se hacía servir, que es la comodidad, las novias tienen muy claro que quieren disfrutar de su fiesta, de su día, y para eso tienen que ir cómodas, y por eso los vestidos tienen que ser ligeros, que las colas se puedan recoger en un momento determinado, suele ser en el del baile, tengo que darle a mis modelos esa comodidad para que las novias puedan disfrutar de ellos.

¿Las colas se han encogido y los velos han desaparecido?

Las colas tienen un metro o dos, tenemos un sistema para que después de la ceremonia se las recojan y no molesten, los velos no han desaparecido, precisamente ahora se han puedo muy de moda, durante un tiempo hubo un poco de reparo, especialmente entre las chicas más veteranas, ya que les daba vergüenza ponerse un velo, a algunas no les parecía correcto por su edad, pero se han puesto otra vez de moda, han vuelto. Se ha normalizado casarse a los 30, 30 y pico, incluso a los 40, ahora se casan a todas las edades, es muy variado, no hay una edad determinada para casarse, tengo novias de 28, 30, 35, de 40, 50 y de 60 años.

¿Saben más lo que quieren?

Saben perfectamente lo que quieren, todavía la figura de la madre es importante a la hora de escoger el vestido, parece mentira pero es así, aunque ahora ya no escoge el vestido como antes, acompaña a la novia en calidad de consejera, es la persona que les dice la verdad, siempre aconsejo a las novias que se acompañen de personas de su total confianza, que las conozcan mucho y que puedan ayudarles a escoger el vestido que de verdad le va a la novia, porque si vienen con amigas que la conocen poco les pueden dar una opinión sesgada o no pensar realmente en el estilo y la personalidad de la novia, también hay amigas o conocidas, que acompañan a novias, y que si no las conocen bien lo que hacen es pensar en ellas, escogen un vestido que les iría bien a ellas, no a la novia en cuestión, y esto es lo que un nunca debe pasar. Lo de escoger un vestido es algo muy personal. Las que vienen solas son muy pocas, y, generalmente, en la segunda visita ya vienen acompañadas.

Cuando recibe una futura novia en su taller ¿ya tiene claro qué es lo que mejor le sentará?

Llevo tantos años que al ver su cuerpo y personalidad ya imagino lo que le va a quedar mejor, pondero si tiene más o menos formas, cadera y pecho. En nuestros “atelier”, tenemos la colección echa y con muchos vestidos, entre treinta y cincuenta por temporada, pero también podemos modificar cosas, personalizándolos, no tenemos la necesidad de vender un stock, tenemos la colección y a partir de esa colección y lo que escoja la novia le haremos el vestidos a medida, así también podemos personalizar los detalles que le favorezcan más. Cuando vienen a casa siempre les digo que no están en una tienda de “prêt-à- porter”, aquí les hacemos el vestido para que la novia esté perfecta. A lo mejor a una novia un modelo le está muy bien pero puede ser mejorado escotándolo más o poniéndole una manga, al final es el resultado lo que importa y hacerlo lo mejor posible.

¿Ya no desfila con su colección nupcial?

El último desfile lo hicimos hace tres años en Madrid, han cambiado las formas de comunicar, no es como antes, prefiero ir haciendo acciones con editoriales únicas, con buenos fotógrafos del sector a invertir una gran parte de mi presupuesto en un desfile o estar en la Fira, en estos últimos años han entrado con mucho auge las redes sociales, Facebook, Instagram, ahora no es lo mismo que antes que hacia unas fotografías para toda la temporada, ahora, cada mes, hacemos dos o tres editoriales con diferentes fotógrafos para tener un contenido diferente, hay que ser más ameno, no tan rutinario.

¿Las redes sociales le han cambiado su sistema de trabajo?

Totalmente, tampoco me cierro a hacer una colección y tenerla todo el año, hago una colección pero creo más modelos para darle este dinamismo al contenido de la colección, también damos la exclusividad del modelo al lugar donde se casa una novia, por ejemplo, si una novia es de un pueblo y se casa en ese pueblo, ninguna otra novia de ese pueblo tendrá el mismo diseño, esa creación es para esa persona, en exclusiva, actuamos de forma que las grandes tiendas jamás podrán hacer, nosotros podemos controlar la exclusividad del modelo.

Es una forma artesanal de trabajar, ¿les sale a cuenta?

Si, nuestra manera de trabajar es artesanal, no me hago millonario, pero para ganarte la vida es suficiente, poder trabajar en lo que me gusta es muy importante para mí.

Recientemente, colgó en su cuenta de Facebook un modelo en el que se veía la parte de arriba, un cuerpo con un tejido adamascado, manga larga con flecos y un gran escote en uve en la parte delantera, ¿esa foto forma parte de su próxima colección?

Ese cuerpo pertenece a una colección que presentaré próximamente, la colección se llama “Nómada”, las costumbres han cambiado, las bodas ya no se celebran en hoteles, las bodas ahora se llevan a cabo en masías, en la playa, en las islas, en l’Empordà, son ceremonias y fiestas de amigos, ya no son los padres los que invitan, ahora son las parejas quienes invitan a sus amigos a un fin de semana de fiesta y eso te permite crear vestidos más escotados, más sexys, más divertidos, pensando más en lo que es la fiesta que en la parte ceremonial. Esta colección, “Nómada”, es sexy, es escotada, si no lo es por delante lo es por la espalda o por ambas partes, es un vestido muy ligero, confeccionados con “jacquards”, con bambulas de seda natural, bordados, tienen un punto “boho chic”, he cogido un poco la idea de “gipsy stile”, con el lujo tradicional, esta colección tiene influencias del sur de California.

Un arquitecto famoso me dijo que no entendía por qué las mujeres no llevamos más vestidos con flecos ya que éstos favorecen mucho, ¿ha creado sus modelos en ese sentido?

Los flecos me gusta trabajarlos porque tienen mucho movimiento, es lo que le diría el arquitecto, y el movimiento es muy bonito, la novia sentada tan solo está quince minutos, el resto de la fiesta, está caminando o bailando, y este movimiento que dan los flecos es brutal, está colección, “Nómada”, tiene mucho movimiento, es un tipo de vestido muy chulo para una fiesta, los flecos ahora son tendencia, verá muchos en estos momentos, debería haberlos creado antes.

¿Hay mucha competencia en el sector nupcial?

Hay competencia, pero nosotros trabajamos calidad, nuestros diseños están confeccionados en seda natural y todo lo hacemos a medida en nuestros talleres, somos muy pocos los que trabajamos así, en el mercado quedamos cuatro, muy pocos, todo el mundo dice que hace los vestidos a medida pero no es cierto, la mayoría de las firmas, y firmas importantes que ocupan el 70% del mercado, importan todos los vestidos de terceros países como China etc. el otro 30% somos artesanos, de los cuales, como mucho, hay un 10 o un 15% que nos dedicamos a hacer los vestidos en casa y a medida de verdad, en esta competencia intento marcar la diferencia con la calidad, trabajo con seda natural un poco contra velocidad porque hoy en día las novias quieren que sea bonito, mono y gastar lo menos posible, una vez confeccionado el vestido no es lo mismo trabajarlo en seda que en poliéster, no hay color, aún no se ha inventado nada mejor que la seda natural, el tacto es muy importante, la novia se pondrá el vestido y notará que le agrada a la piel y al tocarlo, las tonalidades también son importantes. A mí no me gusta el blanco óptimo, siempre parto del blanco natural, el blanco marfil está muy bien, porque el blanco óptimo se ve artificial, es acrílico, el blanco óptimo sólo se pueda hacer con tejidos artificiales o tejidos acrílicos, o poliéster, el color de la seda nunca es blanco óptico, el color de la seda es el color marfil, la puedes teñir con el color que quieras pero nunca la puedes decolorar, si la decoloras la quemas, ahora estoy trabajando con una seda que tiene el 70% de seda y el 30% hilo de bambú, totalmente natural, tiene una resistencia mucho mejor que lo que es la seda ciento por ciento. ¿Dónde encuentra estos tejidos? Normalmente voy a las fábricas que confeccionan seda y encargo mis tejidos, estas fábricas tienen sus laboratorios y tratan los tejidos que son exclusivamente para mi, algunos son inventados por mí, esta seda bambú hemos estado dos años trabajando para conseguirla, hemos probado con otros materiales pero, al final, la mejor manera ha sido trabajarla con seda.

¿Alguna novia le viene con fotos de alguna famosa que se ha casado y dice que quiere un vestido igual?

Nuestra clienta no tiene esta costumbre, las grandes firmas se gastan dinero pagando a famosas y regalándoles vestidos para que promocionen su marca y sus vestidos, ante todo esto yo soy anti, nuestra clienta no quiere llevar el vestido que lleva la famosa de turno, nuestra clienta quiere su vestido y que se la reconozca por su modelo, es la novia que no le gusta que cuando llegue el día sus invitados digan que el vestido es el de Paulina Rubio, no, no, ella quiere una creación que no la tenga nadie, que sea su vestido. Nuestro público es un público exigente y quiere esta exclusividad, por suerte, aún hoy, hay personas que valoran estas cosas, de todas formas a mi me han llamado famosas para que entre a formar parte de este rollo, siempre digo que no porque a mí entrar en este tipo de promoción me quemaría la línea, un vestido mío se lo pongo a la famosa de turno y lo estoy quemando, nosotros, el famoseo, no lo queremos, para nosotros, las famosas más importantes son nuestras novias.

Hay una empresa que va a comercializar vestidos de novia a precios low cost, ¿qué piensa de ello?

Yo soy anti low cost, el low cost seria un vestido de calidad más barato, low cost es una palabra mal empleada, pongo un ejemplo, me voy a París de viaje y me lo dejan más barato, eso es low cost para mi, pero si viajo en avión a París, me ponen en una silla en la que no entro y me tratan como si fuera un cordero no me parece que sea low cost, es una mierda de producto. Con la ropa es lo mismo, el low cost siempre va a sacrificar la calidad, nunca en el low cost te darán un vestido de calidad, no es lo mismo hacer un vestido a medida que un vestido arreglado, no tiene nada que ver, si yo creyera que puedo dar la misma calidad haciendo los vestidos en serie, lo haría, ganaría más dinero, tonto no soy, pero no es lo mismo.

Lo suyo es amor al trabajo, después de 30 años, ¿aún se lo pasa bien creando vestidos de novia?
Me gusta mucho, me lo paso bien, parece mentira, el trato con la gente lo he descubierto los últimos diez años cuando vendí una empresa de novias más grande en la que ya no me podía dedicar a atender personalmente a las clientas, ahora tengo una empresa más pequeña, más familiar, y es donde me puedo permitir el lujo de poder atender personalmente a las novias, no a todas porque tenemos un atelier en Madrid y otro en Barcelona, pero el 70% de las novias las atiendo personalmente en las primeras entrevistas, las primeras visitas, en el momento de escoger el vestido, ojalá lo hubiera hecho antes, he descubierto que tengo paciencia y que soy un campeón, aguanto más que nadie, entiendo muy bien a la novia, entiendo que está nerviosa, entiendo que no es una elección fácil escoger el vestido nupcial, me pongo en su piel y, la verdad, me gusta mucho y, además, me hacer ser mejor profesional, de las novias aprendo muchísimo.


Usted sólo hace vestidos de novia, ¿crea diseños para las madres, para amigas, para personas que vayan de fiesta?
No hago colección pero sí recibo encargos en exclusiva para vestidos de fiesta, vestidos de noche, y a algunas madres de novias también les hago el vestido, tengo tejidos, hago el diseño, me gusta mucho hacer esta parte, también muy creativa, lo que pasa es que tengo poco tiempo para dedicarme a ello puesto que todo mi tiempo está centrado en atender a las novias y crear vestidos.


¿Descansa alguna vez?
La verdad es que en mi tiempo libre sigo pensando en los vestidos de novia, es como una obsesión….pero es una buena obsesión, mi ocio es crear vestidos de novia, dibujar vestidos de novia.


Tiene dos hijas y un hijo, ¿alguno será su sucesor?
He sido padre tardío, son muy jóvenes, la mayor tiene 14 años y aún no tienen claro lo que quieren hacer en la vida, no los obligaré a nada, este trabajo es muy duro y si no tienes vocación mejor que te dediques a otra cosa, este es un mundo durillo, vocación total. Si les gusta a alguna o alguno, encantado, pero no les obligaré, es como ser médico, si tu hijo no tiene vocación, no le puedes obligar a que lo sea. Son trabajos que tienes que dar un 150%, no un ciento por ciento, si no tienen vocación, a otra cosa.


Además de en su atelier, ¿donde se encuentran sus creaciones?
Aparte de tener nuestros “ateliers” en Madrid y Barcelona también distribuimos vestidos y vendemos en tiendas plurimarca, muy seleccionadas, trabajan con firmas de nivel en toda España y en otros países como Italia, Holanda, Alemania, en Japón, pequeñas cantidades, he buscado clientes que buscaban la calidad y no la cantidad, y empezaremos a trabajar con el mercado americano porque han mostrado mucho interés en nuestros diseños.


En España, ¿dónde están sus vestidos?
Una de mis clientas más importantes está en Galicia, su empresa se llama “Tul Novias” en Boiro, es muy maja, tiene una tienda en un pueblecito de Galicia y vende a gente de todo el Norte de España, la propietaria se llama Lolita Calo y es una persona estupenda, teniendo marcas muy exclusivas consigue que vayan a su taller gente de otras provincias, es muy agradable y una apasionada del sector, no es una vendedora al uso, es una persona que, por encima de todo, aconseja a sus clientas, se preocupa mucho de las novias, la mayoría de personas que acuden a ella más que clientas son amigas, y eso la da mucha fuerza para seguir adelante.


Vestir a una novia merece un trato muy cercano, ¿es así?
Un 50% de nuestras clientas vienen recomendadas por otras personas a las que ya les hemos hecho un vestido, algún familiar, alguna amiga, alguna prima, y por tener buen trato con ellas nos recomiendan, clarísimamente también les tiene que gustar nuestro estilo. A mí hay tres cosas que no me gustan: el exceso de volumen en las faldas, lo encuentro demasiado teatral, creo que es como un disfraz, tampoco me gustan los lazos, siempre digo que los lazos son para los regalos, y tampoco me agradan las plumas, son para los pájaros, no para las personas. Soy anti volumen, anti lazo y anti plumas, por lo tanto si hay alguna novia que quiere un vestido con una falda voluminosa, no lo hago y se va a otro sitio. Ni un lazo, eh? ¡Qué horror¡ nunca me gustaron ¿qué hace un lazo en un vestido?, un lazo bien bonito y bien puesto, para un buen regalo, eso sí, me parece fantástico. Por lo tanto y resumiendo, no lazos, no plumas y no volumen en las faldas.

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