La victoria para ambos equipos es fundamental. El Real Madrid necesita vencer al Pamesa para asegurarse la sexta plaza y no depender del Akasvayu, mientras que la afición estudiantil esperará un tropiezo del Pamesa para poder arrebatarles el octavo y último puesto que da acceso a las eliminatorias por el título.
Antonio Martín
El Pabellón de la Fuente de San Luis será el escenario donde Pamesa Valencia y Real Madrid medirán sus fuerzas en lo que sin duda será un duelo interesante e igualado entre dos equipos que han sufrido una evolución de juego y resultados diametralmente opuesta durante la temporada.
El Pamesa comenzó la temporada de manera pobre, y tras hacer unos pequeños retoques en la plantilla (recordemos que han pasado hasta 11 jugadores nuevos por el equipo este año), lograron remontar el vuelo hasta alcanzar los primeros puestos de la clsaificación a mitad de temporada, y llegar a la final de la Copa del Rey.
Pero a partir de ahí, el equipo sufrió de nuevo un bajón, y parece que desde hace un par de semanas, vuelven a reaccionar, justo a tiempo para liderar la carrera por lograr el último puesto que da acceso a los 'play-offs' por el título.
Se trata de un equipo bien compensado, aunque sumamente irregular, donde destaca el base serbio Vule Avdalovic, líder absoluto del equipo, y Dimos Dikoudis, el ala pívot griego capaz de reventar un partido por sí solo. Si a estos mimbres le añadimos la aportación en defensa y reboteando del panameño Rubén Garcés, la solidez del griego Sklavos y el acierto de Timinskas, tenemos un equipo que puede optar a todo si logra alcanzar la concentración necesaria.
Por parte del Madrid, y una vez asegurada la plaza de 'play-off' la jornada anterior ante el Manresa, el objetivo es seguir mejorando para llegar a las eliminatorias al máximo nivel de rendimiento y en el mejor estado físico, por lo que el equipo de Maljkovic se concentrará en Estepona tras este encuentro hasta el 12 de mayo.
El partido será muy especial para Igor Rakocevic, que vuelve al pabellón del equipo donde debutó en liga ACB, y donde dejó una huella imborrable en una afición que no olvida su juego.