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Dos aficionados del Sevilla han sido apuñalados en la noche de este miércoles en una pelea multitudinaria en Roma en la previa del partido que disputarán este jueves el club andaluz y la Lazio, en la ida de los dieciseisavos de final de la Liga Europa, la segunda competición continental.
La pelea se originó alrededor de las 21.30 horas, según informa 'La Gazzetta dello Sport', y ocurrió en el distrito de Monti de la capital italiana. En total, se ha saldado con cuatro heridos, dos de ellos sevillistas, los cuales fueron trasladados al hospital Santo Spirito.
Según recoge el rotativo italiano en su edición digital, la pelea congregó a 40 aficionados de ambos equipos y muchos de los seguidores españoles pudieron refugiarse en restaurantes cercanos a la zona donde se originó el conflicto.
Además de los dos seguidores del Sevilla, un estadounidense y un inglés también resultaron heridos. Uno de los dos españoles fue hospitalizado de gravedad con heridas de arma blanca. La Policía de Roma ya está investigando el suceso, explica la prensa italiana.
La gabarra "Athletic" está feliz, puesto que por fin verá finalizada su inactividad de tanto tiempo. Todo ello porque los bilbaínos pusieron fin a su maldición de cuarenta años sin ser campeones de la Copa del Rey, con seis finales perdidas, cinco en los últimos 15 años. El equipo de Valverde debió esperar a la tanda de penaltis para vencer a un combativo Mallorca y alcanzar la gloria, pero esta Copa, "su" Copa más deseada, por fin podrá lucirla ante su gente por la ría de Bilbao.
Una Copa para el Madrid, la 20ª de su historia; una Copa para Rodrygo Goes, MVP y autor de los dos goles que vuelven a dar el título copero a los blancos, nueve años después de aquel recordado triunfo en Mestalla frente al Barça. Y, a la vez, un subcampeonato, el segundo de su historia, con honores de campeón para Osasuna.
El Real Betis Balompié es el campeón de la Copa del Rey. El equipo verdiblanco, en su ciudad, delante de su gente que lo sigue sin rechistar, ha salido victorioso por tercera vez después de una nueva final épica, como todas las que disputa, y en la que un rival tan sumamente digno como el Valencia y que ha merecido la Copa tanto como él solo ha claudicado en la cruel tanda de penaltis.
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