En el juicio que se está celebrando en el Tribunal Supremo contra doce de los líderes
independentistas catalanes que perpetraron el referendum y la declaración de
independencia de 2017, se ha llegado a decir: ¿Por qué los catalanes han de tener menos
derecho a la independencia que los escoceses?
Aparte de que esta expresión es una sinécdoque, en la que se toma la parte por el
todo, cosa que sirve para enardecer a los independentistas pero que no se corresponde con
la realidad social que se vive en esa comunidad, ya que, al menos, poco más o menos de la
mitad de los catalanes, no desean segregarse de España, por lo que decir, como la mayoría
de estos separatistas hacen, que es un clamor de los catalanes, es una falacia con la que
pretenden confundir no sólo a los habitantes de esa región, sino también a todos los
españoles.
Vayamos por partes, compararse con Escocia demuestra un desconocimiento y una
incultura supinos.
La Marca hispánica, parte de la cual se corresponde hoy con Cataluña fue creada
cuando el califa de Zaragoza Solimán el Arabí, al ver que Abderramám I deseaba
apoderarse de esta ciudad, pidió ayuda al rey franco Carlomagno, aceptando un pacto de
marcar, delimitar, diríamos hoy, los territorios carolingios, correspondientes a la Francia
de hoy día y los ocupados por los musulmanes en Hispania.
En virtud de este acuerdo, Carlomagno amplía sus territorio hacia el sur, tras pasando
los Pirineos y ocupa parte de la zona oriental de Hispania, al mismo tiempo que crea
fortalezas militares para contener el avance musulmán por la Francia actual.
Cono consecuencia de este concordia toma a los musulmanes las localidades de
Gerona, Barcelona, Urgell, Besalú, Conflent y algunos condados más hasta una totalidad
de nueve que son los que forman la Marca hispánica que hemos mencionado dependiente
del reino de los francos desde el año 801 hasta que, en 1258 el rey de Francia Luis IX
firma el tratado de Corbeil con el rey de Aragón, Jaime I el Conquistador, por el cual todos
los condados que formaban la Marca hispánica pasan a ser feudatarios y vasallos de este
último reino.
Para gobernar estos territorios, los reyes francos nombraron condes, unos de origen
francés y otros autóctonos, por lo que esta zona nunca gozó de autonomía territorial,
siempre fue dependiente de los reyes franceses o de los aragoneses Jamás ha constituido
un reino, ni ha ostentado titularidad propia como tal.
La influencia y la cultura francesa fueron recibidas de buen agrado y asimiladas sin
oposición.
Por el tiempo que duró ésta, la población conquistada aceptó sus leyes con escasa o
nula resistencia. Obedecieron los mandatos carolingios y se consumaron matrimonios
entre conquistadores y conquistados.
La subordinación a los reyes de Aragón durará hasta que en 1479, tras la guerra civil
castellana entre los partidarios de Isabel y los de Juana, malamente conocida como “la
Beltraneja”, la primera es reconocida reina de Castilla y Fernando, en el mismo año, rey de
Aragón. Por el matrimonio de ambos, quedó Aragón a la Corona de Castilla.
Como, parece ser que quieren equipararse a los escoceses, veamos qué posibilidad
de igualdación les asiste: El reino Unido está constituido por Inglaterra, Irlanda del Norte,
Escocia y Gales. Obviando al resto, deberemos de prestar nuestra atención a la unión de
Escocia con Inglaterra.
El reino de Escocia fue un estado independiente hasta que en 1707, por la firma del
Acta de Unión con Inglaterra, se unió a ésta para formar el reino de la Gran Bretaña.
Este enlace no alteró en nada del sistema legal propio de Escocia que es diferente del
de Gales, Inglaterra e Irlanda del Norte, así el Derecho internacional le da categoría
jurídica distinta, conservando sus leyes su sistema religioso y educativo, así como su
propia cultura.
Ni por asomo la comunidad autónoma de Cataluña se puede asemejar a Escocia, ni
en ningún momento de su historia ha tenido más privilegios y prebendas de los que ahora
tiene. Al contrario, siempre ha sido favorecida, en detrimento del resto de España, por los
distintos gobiernos que la han regido, desde los tiempos de Franco, hasta nuestros días.
Quienes precisamente la han estado esquilmando durante estos últimos cuarenta años, han
sido justamente sus propios gobernantes.
Mejor es no hablar de la familia Pujol y de todos sus adláteres.