Hay un magnífico libro, muy breve, apenas ciento cuarenta páginas, escrito en 1933 por Josep Pla, cuyo título es en castellano 'De la Monarquía a la República', y en catalán en su versión original 'L'adveniment de la República'. Dicho lo cual, y lo dejo para otra ocasión, no logro a adivinar que obsesión oscura, pueril y manipuladora pueden tener los traductores y editores en cambiar, que no traducir, muchos títulos de obras escritas, y filmadas, pensando, supongo, que así tendrá mejor recibimiento entre los lectores. Lo dicho, que el título en castellano del magnífico libro de Pla debería haber sido 'El advenimiento de la República'. Mucho más adecuado.
El próximo viernes se conmemorará en un sinfin de lugares de España el setenta y cinco aniversario de la proclamación de la II República española. Y, de manera algo sorprendente para muchos estudiosos foráneos de la Historia de España, el único partido político que realizará, a nivel nacional, grandes actos será Izquierda Unida; si bien es cierto que el PSOE, a nivel local sobre todo, se adscribirá a un gran número de actos y celebraciones.
El fenómeno de la II República en España es peculiar y resulta difícil encontrar un lugar en Europa donde se asocie tanto un sistema de organización estatal con una ideología. Los únicos partidos con representación parlamentaria que aspiran, al menos en teoría, a la consecución de la III República son Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y el ya citado Izquierda Unida (IU), ambos -y lo de ERC sólo en teoría- de izquierdas. Partidos además, por otro lado, sin opción real alguna de obtener la presidencia del Estado.
El caso de IU es además bien curioso. De la infinidad de países que en el mundo se gestionan de manera y forma republicana -véase Francia, Estados Unidos, Italia, Canadá...- los ejemplos a los que aspiran es a auténticas dictaduras como Cuba o China. Porque claro admitir que Estados Unidos es una república, para un dirigente de IU, debe ser muy duro, sobre todo cuando observamos que entre 'republicanos' y 'demócratas' estadounidenses hay muy pocas diferencias, y ambas formaciones políticas están bien alejadas de la izquierda española. ¿Qué decir de Francia? El país republicano por excelencia. Donde en las últimas elecciones a la presidencia gran parte de la izquierda tuvo que elegir, en la segunda vuelta, entre la derecha de Chirac o la extrema-derecha de Le Pen.
Es difícil encontrar españoles republicanos de derechas, pero los hay, los hubo, y los habría, en caso de que se declarase la III República. Es más, dudo mucho que en un sistema republicano tanto IU como ERC subiesen más en votos y escaños que con el actual sistema de organización estatal. A IU no le perjudica el sistema organizativo, si es una república o es una monarquía parlamentaria, lo que le prima de más poder es el sistema electoral proporcional, que le permite tener la mitad de escaños en el Congreso que CiU y el doble de votos, aproximadamente.
Ahora que tanto gusta en recordar la memoria histórica a algunos políticos -y especialistas subvencionados- podrían vociferar tanto como pudieran que la derecha ganó una de las elecciones de la II República, noviembre de 1933, y diferenciar entre sistema de organización e ideología. No lo harán. Como tampoco mostrarán los resultados electorales de la elecciones municipales del 12 de abril: 22.150 concejales monárquicos frente a 5.574 republicanos en toda España. El pueblo habló y no era republicano.