El fútbol español vuelve por sus fueros a nivel continental. Los resultados de las competiciones europeas de clubes dejan a tres conjuntos españoles en semifinales, algo que no sucedía desde la temporada 99/2000.

Es digno mencionar que dos de los tres equipos semifinalistas son equipos de nivel mediano de la liga española. Ni Sevilla ni Villarreal podrían compararse, sobre el papel de los presupuestos, con Real Madrid, Barcelona, Valencia o Deportivo, habituales de la Champions los últimos años. Eso dice mucho del nivel competitivo de nuestro torneo doméstico.

Lo que no es ninguna sorpresa es el papel del Barça. Está manteniendo, en líneas generales, el gran nivel de la Liga, lo que le puede llevar a conquistar la Champions por segunda vez en su historia. La piedra en el camino se llama Milan, y es más que probable que el próximo campeón de Europa salga de esa semifinal.

Claro está, esto con permiso del Villarreal, que ha demostrado ser capaz de eliminar a cualquiera (léase Inter) y de sufrir contra cualquiera (léase Glasgow Rangers). ¿Volverá a superar la ilusión y el trabajo a las grandes estrellas del Arsenal, con Henry a la cabeza?

Y nos queda el Sevilla, que ha hecho historia llegando a semifinales de la UEFA. Bien es cierto que sus rivales han sido de medio pelo en el concierto europeo y que ahora se enfrenta a un hueso duro de roer como el Schalke 04, pero ha tenido el enorme mérito de llegar donde no lo han hecho equipos como el Valencia, al que se echa de menos a estas alturas de la competición.

Así pues, eliminatorias de alto voltaje las que se presentan durante la Semana de Pascua. Y en medio, olvidada y dejada de la mano de Dios, la Copa del Rey. Pero de eso hablaremos el martes.