Viera, Javi Venta, Quique Álvarez, Peña, Senna, Tacchinardi, Sorín y luego Josico, Riquelme, José Mari, luego por Guille Franco, Forlán, luego por Callejo y Arruabarrena, el ídolo de la noche. Ellos son los verdaderos protagonistas del fútbol español esta semana. Lo consiguieron. Por primera vez en la historia el Villarreal consigue meterse de lleno entre los cuatro mejores equipos de Europa. Aun no se lo creen, pero ya están en las semifinales de la Champions League o la Liga de los Campeones.

El orgullo de una ciudad de tan sólo 48.000 habitantes salió a la luz más que nunca. Aunque a día de hoy, si no lo hubiesen conseguido, ese orgullo brillaría con toda su fuerza. Ya era un logro conseguir los cuartos de final y tener enfrente al que ha sido uno de los mejores equipos de Europa de todos los tiempos: el Inter de Milán, el equipo de Adriano, Cambiaso, Samuel y Figo entre otras muchas estrellas. Pero nada pudieron hacer y pecando de superioridad y confianza extrema, cayeron rendidos ante los amarillos.

Pero el gran ídolo de la noche fue sin duda Arruabarrena. El argentino logró lo que su equipo necesitaba para hacer historia: un gol. El resto luchó y peleó hasta la muerte por la otra mitad de la hazaña: que el Inter no batiera las redes de Viera. Los de Pellegrini dieron una gran lección al “gran italiano” y demostraron que en el fútbol no se acaba un partido o en este caso una eliminatoria, hasta que el árbitro no pita el final del último partido.

Ahora sólo toca esperar: Juventus o Arsenal. Nuevo papelón el que le toca al Villarreal, porque, o se miden al otro grande de Italia de todos los tiempos o se enfrentan al equipo que echó al Real Madrid de la competición. Ahí es nada. Pero a día de hoy podemos decir con certeza que el Villarreal es uno de los equipos más fuertes de la Liga y uno de los más fuertes en Europa, porque mirad dónde está.

Ayer miércoles, la Comunidad Valenciana, aparte los colores, se sintió amarilla y todos aquéllos que tuvieron la oportunidad de ver el partido en directo, sigan o no al Villarreal, se sintieron de él. España se sintió “submarino amarillo”, porque los de Pellegrini no se hundió y esperamos, de todo corazón, que salga a flote más que nunca en semifinales. Te lo mereces, campeón.