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Descubrir la estrella personal para seguirla es importante; no debiéramos dejarnos sobornar por mequetrefes

Decisiones radicales

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Miren por donde, hoy comienzo con un soneto dedicado a la búsqueda de las auténticas raíces personales, al margen de quienes orientados a su exclusivo beneficio e intereses manipuladores, pretendan incluirnos en sus esquemas sin contar con nosotros. Pues bien reivindiquemos el fundamento de las decisiones propias frente a las manipulaciones. Desde las raíces comienza la labor, primero en verso:


DECISIÓN RADICAL


Las mediciones no alcanzan el tope

Del Cosmos abierto allende los cielos,

En la inmensidad tenebrosa luce

El resplandor, asoma desde aislados



Reductos en donde la vida nace.

Su lenguaje muestra los universos

De esencias dispuestas para entenderse

Como unos firmes docentes sinceros.



Es radical, sin los intermediarios

Cuya tramoya aquel mensaje encubre,

Y desde la libertad percibimos.



Al fin sabré lo que la estrella dice,

Y en directa armonía mis dictados

Trazarán la directriz de mi mente.



El anhelo de un mejor conocimiento de las raíces es consciente de la imposibilidad de lograr el objetivo en su totalidad. Sus azares están envueltos de incertidumbre; por consiguiente, muy alejados de las actitudes intransigentes. Nos obligan a descartar las posturas de los radicalismos centrados en posturas cerradas en torno a personas o ideas establecidas. Esta DISTINCIÓN es crucial, máxime en los comportamientos sociales habituales, propensos a la crispación, junto al escaso diálogo. La rotundidad faltona es intemperante por su cerrazón. Hablo pues de actitudes de investigación radical, que no es lo mismo, tratando de sus aplicaciones coherentes, con sus correspondientes cuotas de responsabilidad.



El aprendizaje es necesario, amplía las posibilidades para la penetración por horizontes ignotos. Si en épocas antiguas eran escasas las bases conocidas, apenas cuatro códices y la transmisión oral; los tiempos actuales adolecen del fenómeno contrario, saturación de datos con la pretensión de certeza tomada a la ligera. En ambas situaciones, la INTERPRETACIÓN personal no admite sustitutos. Sólo la renuncia o la dejadez eliminan su potencial; las inasibles sombras forman parte de la realidad, nadie consigue librarse de ellas. De la implicación de cada sujeto dependerá su nivel de actividad en dichas lides. Después estaremos en condiciones de asumir las asociaciones con fundamento.

Pero como he insinuado, al ritmo creciente de los avances tecnológicos, la cibernética almacenará datos a los que no daremos alcance, la ingeniería de la inteligencia artificial nos aportará posibles caminos a seguir. ¿Quién será capaz de discutirles a las monstruosas maquinarias? Los trazados establecidos parecerán los únicos posibles. Las entidades instituidas en las actualidad ya insisten en esos términos. Planea el ocultamiento perverso de que tampoco semejantes montajes poseen la clave de la solución final. Por eso sigue brillando la ESTRELLA indomeñable a disposición de quienes resistan los embates de las avezadas dominaciones. Al menos existe la posibilidad esperanzada.


La manifestación de las estrellas, como es notorio no es una expresión reservada para ciertos sujetos; sus señales son una manifestación abierta. Ahora bien las características de quien las observe variarán, no habrá dos observadores iguales, ni por actitud personal ni por sus capacidades. Ocurre algo similar en casi todas las actividades humanas. Por eso, ante las señales exteriores, las respuestas estarán llenas de PERSPECTIVAS; con unas diferencias enriquecedoras, que lejos de limitar las conclusiones , las abren a una estimación integradora. Si dejo la pasividad aparcada y analizo mi posición existencial, sacaré sin duda mi propia perspectiva del asunto, para aplicaciones posteriores.


Como derivación de lo referido en el párrafo anterior, desde la apertura cósmica, el descubrimiento por un individuo de ciertas perspectivas enriquece su personalidad para poder relacionarlas con los restantes conocimientos e inquietudes. Esa reunión de percepciones, complica el panorama de cara a una búsqueda del sentido de ese conjunto, en esa persona. Surge con nitidez el paso siguiente, precisamos de una VALORACIÓN sincera y esmerada, para librarnos de los tapujos, intereses o maldades, llovidas de los entornos; aunque la sola presencia de puntos de vista dispares ya dificulta el proceso. La tarea es fascinante, difícil, pero indelegable; sin ella no pasaríamos de meros polichinelas, algo perceptible en los tiempos actuales.


Después de la interpretación de cuanto acontece, señales de propiedades variadas, influencias recibidas de las demás personas, ignorancias, penalidades o alegrías; a continuación todavía se complicarán las cosas por las respuestas personales adoptadas. Sobre todo porque la opción personal puede seguir tres caminos bien diferentes y de consecuencias a tener en cuenta. Habrá gente indiferente, dejándose arrastrar por la corriente. Cabe la posibilidad de actuar en contra de las valoraciones obtenidas, en un empecinamiento absurdo. Y queda la COHERENCIA como actitud adecuada según las características de la persona protagonista y sus responsabilidades.


Siempre coinciden una enormidad de factores, algunos de índole extravagante porque se salen de las trayectorias habituales. No hay una perspectiva única sabionda y resolutiva, quedando cada uno al cargo de sus decisiones; pero sin ninguna duda, enlazado con ese bullicio originado por la suma de elementos humanos con su carga personal de razones y sinrazones. Resulta crucial la PERSPICACIA para encontrar el hueco para la actuación propia al compás de nuestra naturaleza. La conducta elegida es individual sin dejar de ser comunitaria, con repercusiones sobre el resto. En la cuota personal de libertad radica la responsabilidad de unas vivencias que pudieron ser distintas, pero elegimos unas en concreto..


Arrastramos carencias lamentables, pero somos personas con capacidad para actuaciones honestas, en coherencia con nuestras percepciones de la realidad. Estamos en fechas propicias para celebrar esa posible EPIFANÍA del descubrimiento propio aplicado a las actividades en desarrollo. Constituye el embrujo de la gente con personalidad.

Decisiones radicales

Descubrir la estrella personal para seguirla es importante; no debiéramos dejarnos sobornar por mequetrefes
Rafael Pérez Ortolá
viernes, 4 de enero de 2019, 08:48 h (CET)

Miren por donde, hoy comienzo con un soneto dedicado a la búsqueda de las auténticas raíces personales, al margen de quienes orientados a su exclusivo beneficio e intereses manipuladores, pretendan incluirnos en sus esquemas sin contar con nosotros. Pues bien reivindiquemos el fundamento de las decisiones propias frente a las manipulaciones. Desde las raíces comienza la labor, primero en verso:


DECISIÓN RADICAL


Las mediciones no alcanzan el tope

Del Cosmos abierto allende los cielos,

En la inmensidad tenebrosa luce

El resplandor, asoma desde aislados



Reductos en donde la vida nace.

Su lenguaje muestra los universos

De esencias dispuestas para entenderse

Como unos firmes docentes sinceros.



Es radical, sin los intermediarios

Cuya tramoya aquel mensaje encubre,

Y desde la libertad percibimos.



Al fin sabré lo que la estrella dice,

Y en directa armonía mis dictados

Trazarán la directriz de mi mente.



El anhelo de un mejor conocimiento de las raíces es consciente de la imposibilidad de lograr el objetivo en su totalidad. Sus azares están envueltos de incertidumbre; por consiguiente, muy alejados de las actitudes intransigentes. Nos obligan a descartar las posturas de los radicalismos centrados en posturas cerradas en torno a personas o ideas establecidas. Esta DISTINCIÓN es crucial, máxime en los comportamientos sociales habituales, propensos a la crispación, junto al escaso diálogo. La rotundidad faltona es intemperante por su cerrazón. Hablo pues de actitudes de investigación radical, que no es lo mismo, tratando de sus aplicaciones coherentes, con sus correspondientes cuotas de responsabilidad.



El aprendizaje es necesario, amplía las posibilidades para la penetración por horizontes ignotos. Si en épocas antiguas eran escasas las bases conocidas, apenas cuatro códices y la transmisión oral; los tiempos actuales adolecen del fenómeno contrario, saturación de datos con la pretensión de certeza tomada a la ligera. En ambas situaciones, la INTERPRETACIÓN personal no admite sustitutos. Sólo la renuncia o la dejadez eliminan su potencial; las inasibles sombras forman parte de la realidad, nadie consigue librarse de ellas. De la implicación de cada sujeto dependerá su nivel de actividad en dichas lides. Después estaremos en condiciones de asumir las asociaciones con fundamento.

Pero como he insinuado, al ritmo creciente de los avances tecnológicos, la cibernética almacenará datos a los que no daremos alcance, la ingeniería de la inteligencia artificial nos aportará posibles caminos a seguir. ¿Quién será capaz de discutirles a las monstruosas maquinarias? Los trazados establecidos parecerán los únicos posibles. Las entidades instituidas en las actualidad ya insisten en esos términos. Planea el ocultamiento perverso de que tampoco semejantes montajes poseen la clave de la solución final. Por eso sigue brillando la ESTRELLA indomeñable a disposición de quienes resistan los embates de las avezadas dominaciones. Al menos existe la posibilidad esperanzada.


La manifestación de las estrellas, como es notorio no es una expresión reservada para ciertos sujetos; sus señales son una manifestación abierta. Ahora bien las características de quien las observe variarán, no habrá dos observadores iguales, ni por actitud personal ni por sus capacidades. Ocurre algo similar en casi todas las actividades humanas. Por eso, ante las señales exteriores, las respuestas estarán llenas de PERSPECTIVAS; con unas diferencias enriquecedoras, que lejos de limitar las conclusiones , las abren a una estimación integradora. Si dejo la pasividad aparcada y analizo mi posición existencial, sacaré sin duda mi propia perspectiva del asunto, para aplicaciones posteriores.


Como derivación de lo referido en el párrafo anterior, desde la apertura cósmica, el descubrimiento por un individuo de ciertas perspectivas enriquece su personalidad para poder relacionarlas con los restantes conocimientos e inquietudes. Esa reunión de percepciones, complica el panorama de cara a una búsqueda del sentido de ese conjunto, en esa persona. Surge con nitidez el paso siguiente, precisamos de una VALORACIÓN sincera y esmerada, para librarnos de los tapujos, intereses o maldades, llovidas de los entornos; aunque la sola presencia de puntos de vista dispares ya dificulta el proceso. La tarea es fascinante, difícil, pero indelegable; sin ella no pasaríamos de meros polichinelas, algo perceptible en los tiempos actuales.


Después de la interpretación de cuanto acontece, señales de propiedades variadas, influencias recibidas de las demás personas, ignorancias, penalidades o alegrías; a continuación todavía se complicarán las cosas por las respuestas personales adoptadas. Sobre todo porque la opción personal puede seguir tres caminos bien diferentes y de consecuencias a tener en cuenta. Habrá gente indiferente, dejándose arrastrar por la corriente. Cabe la posibilidad de actuar en contra de las valoraciones obtenidas, en un empecinamiento absurdo. Y queda la COHERENCIA como actitud adecuada según las características de la persona protagonista y sus responsabilidades.


Siempre coinciden una enormidad de factores, algunos de índole extravagante porque se salen de las trayectorias habituales. No hay una perspectiva única sabionda y resolutiva, quedando cada uno al cargo de sus decisiones; pero sin ninguna duda, enlazado con ese bullicio originado por la suma de elementos humanos con su carga personal de razones y sinrazones. Resulta crucial la PERSPICACIA para encontrar el hueco para la actuación propia al compás de nuestra naturaleza. La conducta elegida es individual sin dejar de ser comunitaria, con repercusiones sobre el resto. En la cuota personal de libertad radica la responsabilidad de unas vivencias que pudieron ser distintas, pero elegimos unas en concreto..


Arrastramos carencias lamentables, pero somos personas con capacidad para actuaciones honestas, en coherencia con nuestras percepciones de la realidad. Estamos en fechas propicias para celebrar esa posible EPIFANÍA del descubrimiento propio aplicado a las actividades en desarrollo. Constituye el embrujo de la gente con personalidad.

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