Me enamoro
de quien menos debo,
de aquel cuyas cualidades,
criticaría
y cuyos defectos,
seguro que, alabaría,
pues es que yo soy
así.
Al revés ando por
la inmensidad
que es para mí, el mundo
y nada puedo predecir,
por veces lo blanco es negro,
por veces lo negro es gris,
por veces lo negro es negro
y lo blanco es blanco
y es que yo lo siento así...
y el amor...
el amor...
lejos aún le siento, de mí.
No sé con quién, ni cuándo
ni hasta dónde, sentiré "el amor"...
Yo soy la hija del viento,
la bruja de un cuento
que también quiere ser,
la más bella doncella.
Pero no soy la protagonista
de mi historia y mi final,
aún lo piensa un guionista
que no tiene simpatía por mí.
Me siento un jinete
que no eligió a su caballo
y sin embargo, debo dejarme llevar,
como las olas en el mar,
pues algo si que sé,
estoy sola, pienso poco
y las cosas me llegan
de repente, dejándome, perpleja.
FELIZ 2019.
En especial, al mundo animal.