Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Etiquetas | Lupa Deportiva
Adrián Candal

A base de garra

|

Quizás con más suerte que otra cosa. Seguramente de un modo distinto a lo que lo hacen otros, el Athletic Club ha salido por fin de los puestos de descenso. Y aunque solo sea por dos puntos, verse fuera de estas posiciones da una tranquilidad para el partido siguiente que resulta impensable inmerso en posiciones de acceso a segunda división.

El club bilbaíno lleva dos victorias consecutivas, la única vez en toda la temporada que logra algo así. La primera, la de la semana pasada, la consiguió en el último minuto y merced a un penalti tirado dos veces por la decisión del colegiado de repetir el primer lanzamiento. No podía ser de un modo más agónico. Y esta vez, tocó vencer en Vigo. El Celta estaba siendo, sin duda, el equipo revelación tras Osasuna de Pamplona. Acomodado en el quinto puesto, el partido ante los ‘leones’ parecía un asequible trámite.

Pero quizás lo mejor que ha hecho el equipo de Clemente fue repescar a Aduriz del Valladolid. Poco a poco se fue demostrando que hacía cosas, y sobre todo goles, que no hacían otros. ¡Y bien que lo están echando en falta por Pucela…! Su gol llegó en el minuto 7, aprovechando una pájara de la defensa celtiña. Desde ese momento, los rojiblancos retrasaron sus líneas y se encerraron a la espera del paso de los minutos. Se ampararon en las contras como única oportunidad de sentenciar el partido.

El Celta estuvo a punto de empatar el marcador en varias ocasiones. Jorge Larena en el minuto 25 se encontró a un espléndido Lafuente. Después Cannobio, Perera o De Ridder pudieron haber igualado la contienda, pero los leones resistieron y se llevaron tres balsámicos puntos.

La celebración de los jugadores del Athletic al señalarse el final del partido lo decía todo. Festejaban la victoria como si se tratase del triunfo en la final de la Copa del Mundo. Y quizás lo mejor que se llevan a Bilbao sea la unión de la plantilla, como una piña, y el aumento de la moral de un equipo que hasta hace poco carecía de nada que se le pareciese.

Ahora, con esta nueva situación, llegan dos partidos consecutivos en San Mamés, ante Espanyol y Osasuna. Los vascos no deben desaprovechar esta oportunidad, a pesar de que son de los peores equipos en su estadio. Será una buena prueba para el Athletic, que de conseguir vencer habría dicho adiós, seguramente, a la inédita amargura que lo lleva acompañando durante toda esta temporada.

A base de garra

Adrián Candal
Adrián Candal
lunes, 20 de marzo de 2006, 22:58 h (CET)
Quizás con más suerte que otra cosa. Seguramente de un modo distinto a lo que lo hacen otros, el Athletic Club ha salido por fin de los puestos de descenso. Y aunque solo sea por dos puntos, verse fuera de estas posiciones da una tranquilidad para el partido siguiente que resulta impensable inmerso en posiciones de acceso a segunda división.

El club bilbaíno lleva dos victorias consecutivas, la única vez en toda la temporada que logra algo así. La primera, la de la semana pasada, la consiguió en el último minuto y merced a un penalti tirado dos veces por la decisión del colegiado de repetir el primer lanzamiento. No podía ser de un modo más agónico. Y esta vez, tocó vencer en Vigo. El Celta estaba siendo, sin duda, el equipo revelación tras Osasuna de Pamplona. Acomodado en el quinto puesto, el partido ante los ‘leones’ parecía un asequible trámite.

Pero quizás lo mejor que ha hecho el equipo de Clemente fue repescar a Aduriz del Valladolid. Poco a poco se fue demostrando que hacía cosas, y sobre todo goles, que no hacían otros. ¡Y bien que lo están echando en falta por Pucela…! Su gol llegó en el minuto 7, aprovechando una pájara de la defensa celtiña. Desde ese momento, los rojiblancos retrasaron sus líneas y se encerraron a la espera del paso de los minutos. Se ampararon en las contras como única oportunidad de sentenciar el partido.

El Celta estuvo a punto de empatar el marcador en varias ocasiones. Jorge Larena en el minuto 25 se encontró a un espléndido Lafuente. Después Cannobio, Perera o De Ridder pudieron haber igualado la contienda, pero los leones resistieron y se llevaron tres balsámicos puntos.

La celebración de los jugadores del Athletic al señalarse el final del partido lo decía todo. Festejaban la victoria como si se tratase del triunfo en la final de la Copa del Mundo. Y quizás lo mejor que se llevan a Bilbao sea la unión de la plantilla, como una piña, y el aumento de la moral de un equipo que hasta hace poco carecía de nada que se le pareciese.

Ahora, con esta nueva situación, llegan dos partidos consecutivos en San Mamés, ante Espanyol y Osasuna. Los vascos no deben desaprovechar esta oportunidad, a pesar de que son de los peores equipos en su estadio. Será una buena prueba para el Athletic, que de conseguir vencer habría dicho adiós, seguramente, a la inédita amargura que lo lleva acompañando durante toda esta temporada.

Noticias relacionadas

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto