Cuando te miro
llega la salvación a mi pobre
y enfermo corazón.
Cuando te siento
gano fe y comienzo a creer en Dios.
Me paso la vida imaginándote
no porque no te tenga para mí,
sino porque me gusta que existas
en mi mente y a todas horas.
Me gusta que existas en todas partes
sin frustraciones, como Dios me ha permitido.
Me gusta creer que lo que siento
es realidad, y no un simple sueño.
como el de tantos otros,
y lo mejor, que al despertar,
estás ahí para alegrarme.
Un sueño de vida y mi vida sueño es...
una vida de ensueño
y que no me llamen “la loca”
esa combinación extraña y dulce
es lo que busco para mi existencia
es lo que quiero y lo que defiendo.