Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Etiquetas | Al borde del precipicio
Antonio Valencia

El actorzuelo

|

Como cada vez que un equipo español se cruza en el camino del Chelsea, hemos tenido que soportar a lo largo de la semana el comportamiento de un aspirante a actor como José Mourinho, y digo aspirante porque su papel resulta escasamente creíble.

Una vez más le vimos desviar la atención tras una derrota, cuando en vez de hablar del baño que le había dado el Barcelona trató de convencer al mundo de que la expulsión de Asier del Horno se debió al teatrismo de Messi. Afortunadamente, los ingleses no son tontos y reconocen en encuestas publicadas tras finalizar el partido la justicia de la decisión arbitral.

Esto de centrar la atención sobre uno mismo en vez de en el equipo es algo que ya comenté en su día sobre Javier Clemente. ¿Es una estrategia para que no se hable de los fallos del equipo? ¿Es que a estos entrenadores les gusta ser protagonistas más que a un tonto una tiza? ¿Las dos cosas a la vez?

Curiosamente, sus jugadores les defienden a muerte en ambos casos. Comentaba el camerunés Geremi sobre su entrenador que había dos Mourinhos: el que estaba con ellos en los entrenamientos (cercano, amable, cálido) y el de las ruedas de prensa (el que todos conocemos). Algo parecido oíamos en los tiempos como seleccionador del rubio de Barakaldo.

Es curioso lo del ex-ayudante de Robson; cuando dirigió a un equipo del montón a nivel europeo lo ganó todo a nivel continental; ahora que lo tiene todo y más no es capaz ni siquiera de llegar a una final europea. Quizá la diosa Fortuna premie a los humildes. No estaría mal, aunque es justo reconocer que las ruedas de prensa serían insoportables con tanto topicazo.

El actorzuelo

Antonio Valencia
Antonio Valencia
lunes, 27 de febrero de 2006, 00:15 h (CET)
Como cada vez que un equipo español se cruza en el camino del Chelsea, hemos tenido que soportar a lo largo de la semana el comportamiento de un aspirante a actor como José Mourinho, y digo aspirante porque su papel resulta escasamente creíble.

Una vez más le vimos desviar la atención tras una derrota, cuando en vez de hablar del baño que le había dado el Barcelona trató de convencer al mundo de que la expulsión de Asier del Horno se debió al teatrismo de Messi. Afortunadamente, los ingleses no son tontos y reconocen en encuestas publicadas tras finalizar el partido la justicia de la decisión arbitral.

Esto de centrar la atención sobre uno mismo en vez de en el equipo es algo que ya comenté en su día sobre Javier Clemente. ¿Es una estrategia para que no se hable de los fallos del equipo? ¿Es que a estos entrenadores les gusta ser protagonistas más que a un tonto una tiza? ¿Las dos cosas a la vez?

Curiosamente, sus jugadores les defienden a muerte en ambos casos. Comentaba el camerunés Geremi sobre su entrenador que había dos Mourinhos: el que estaba con ellos en los entrenamientos (cercano, amable, cálido) y el de las ruedas de prensa (el que todos conocemos). Algo parecido oíamos en los tiempos como seleccionador del rubio de Barakaldo.

Es curioso lo del ex-ayudante de Robson; cuando dirigió a un equipo del montón a nivel europeo lo ganó todo a nivel continental; ahora que lo tiene todo y más no es capaz ni siquiera de llegar a una final europea. Quizá la diosa Fortuna premie a los humildes. No estaría mal, aunque es justo reconocer que las ruedas de prensa serían insoportables con tanto topicazo.

Noticias relacionadas

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto