Después de unas temporadas en las que los clubes españoles habían bajado notablemente su rendimiento en Europa, y particularmente en la Copa de la UEFA (con la excepción del Valencia de Benítez), los resultados del pasado miércoles parecen indicar que nuestros clubes vuelven por sus fueros.

Tenemos dos victorias, las de los dos equipos sevillanos; el Betis en casa frente al AZ del ínclito Van Gaal por un tanteo tranquilizador, 2-0; y el Sevilla fuera, en un campo impracticable, se impuso por 0-1 al Lokomotiv de Moscu. Por su parte, el Espanyol cayó ante el teóricamente poderoso Schalke 04 por 2-1, lo que deja la eliminatoria muy abierta.

Lo más reseñable de estos resultados es que han sido obtenidos por equipos que podríamos calificar como "del montón" dentro de nuestra Liga. Tanto Espanyol como Betis están flirteando con el descenso desde el mismo inicio de la competición, mientras que el Sevilla mantiene una línea más o menos regular, bordeando los puestos europeos.

Este dato nos da una idea de la competitividad de nuestra Liga. Como en su día demostraron el Alavés y el Rayo (que se cruzaron en cuartos de final de la UEFA), cualquier equipo español está capacitado para llegar lejos en esta competición. Hace falta motivación, y eso pasa por no tomarse este torneo como un premio sino como un título más de la temporada por el que hay que luchar a muerte.