Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Disyuntiva
Más nos convendría bajar de los grandes vuelos a las ocurrencias pertinentes

Estados... de ánimo

|

Como dejó escrito en sus versos Benedetti, a mí me ha solido pasar, supongo que a todos en algún momento; eso de sentirnos como un ÁGUILA en pleno vuelo, alejados del fragor mundano, centrados en el propio resuello como única motivación. Por lo general, en tales dinámicas, más pronto que tarde sobreviene el choque con la realidad, lógico y archisabido, era una fantasía. Transitábamos por aires puros, sin demasiadas pulsiones de la conciencia, sin pensamientos alambicados. Como proyección momentánea era fascinante, por la sencillez de las circunvoluciones y la ausencia de interferencias. Por lo etéreo del caso, libres también de sombras preocupantes y frustraciones inoportunas.

Vuelos impresionantes sin duda, a pesar de la intranquilidad subyacente cuando el cerebro se pone en marcha y brotan las DISCORDANCIAS. Porque, cuánto de ignorancia nos acompaña en ese trayecto. Cuánto de olvido improcedente, para que pueda aparecer ese aislamiento. Cuánto a su vez de apuntes maliciosos pergeñados a través de aires tan elevados. Cuánto de alienación en suma por el distanciamiento con respecto a cuanto acontece en los entornos. Es decir, al fin no somos águilas, no podemos salirnos del tiesto que nos corresponde; si lo pretendemos en esa evasión, contumaces e irreflexivos daremos lugar a situaciones intempestivas de graves consecuencias.


Ahora bien, como estamos hartos de comprobar, no sólo se prodigan estos vuelos mentales por parte de algunos personajes, sino que prolongan los breves momentos de la ensoñación, para arreciar con acciones duraderas, con ínfulas ilimitadas, adquiriendo proyecciones AGRESIVAS. En las altas esferas de la sociedad, la mayor potencia de sus protagonistas hace que se noten más sus abusos, debido al calibre de sus intervenciones. Causan perjuicios a mucha gente, con el añadido de su persistencia, empoderados como dioses sin ninguna justificación. A menos altura, las maldades originadas también son abundantes. El ejercicio constante de estas actitudes debe alertarnos.

A mero título de EJEMPLOS clarificadores, contemplamos un espectro muy expresivo. Pujol, Rato, Urdangarín, Blesa, tramas andaluzas; entre quienes se sintieron las más potentes águilas en vuelos inalcanzables, con el total menosprecio de las personas que pudieran padecerlos.Más abajo, también adheridos a la degradación dominadora, con la razón obsesiva desatada; los sujetos de la manada, la manada de desaprensivos, el psiquiatra asesino en Pamplona y tantos otros adueñados de quienes volaban en la normalidad. Sin que olvidemos la actuaciones de quienes contimuan en el anonimato, quienes promueven algaradas agresivas a costa de quien sea, con rumbos distorsionados, por encima de la comunidad.


Volviendo a Benedetti, no faltan aquelos que se perciben en algún momento como acantilado rocoso dispuesto a una RESILIENCIA a prueba de los embates sucesivos; o bien se sienten como un cielo azul, plácido, sin las turbulencias practicadas en la convivencia alborotada. Caben, en efecto, estos momentos sensitivos cuando las circunstancias sean menos desfavorables, al menos nos reportarán un cierto remanso, que nos vendrá requetebién en los broncos ambientes habituales. Pero no justificarán los excesos de confianza, dada la fragilidad de los armazones establecidos. Contentos si nos dejan esperanzados; siempre que no nos alejen de los contactos inmediatos e insoslayables acechantes.


Más que las dificultades naturales, nos abruman los trastornos provocados por el resto de los humanos, y aún por nosotros mismos en mayor o menor grado. Por eso, casi resulta lógico el estado de ánimo indolente, poco o nada esperanzado, ENCHARCADO, sin las renovaciones imprescindibles para la convivencia. Con dos versiones curiosas. La de los marginados en general, con su vaciamiento existencial, cultural, económico e incluso sin recibir un trato digno, La de gente mejor ubicada en los estratos sociales, pero desentendida de cualquier aportación positiva, con abulia intelectual, pasotismo, sin la dignidad mínima requerida para su ejercicio como personas.


Me referiré a otro estado de ánimo controvertido. Aunque puede derivar del citado encharcamiento mental, sus practicantes pueden surgir de cualquier esfera o agrupación comunitaria. Serían aquellos cuyos pensamientos huelen a podrido. Sobrepasan la charca, para ejercer como fenómenos en activa PUTREFACCIÓN. Sacan beneficios de las maldades, aparentando estar alejados de sus manejos; conocen los entresijos y se congratulan de esas conductas. En el entorno de ETA aún están activados como masas obsecuentes con la extorsión y los asesinatos efectuados, autorías todavía encubiertas. Alrededor de los pujolistas de la Generalitat constituyen legión. En torno de los núcleos de corrupción están agazapados. Ocurre algo parecido en los entornos de violadores y asesinos. ¡Qué muestrario!

Hoy en día está muy preconizada la imagen de la Naturaleza, un tanto edulcorada, lejos de los conflictos y sin adentrarse de verdad en sus cuidados. El ánimo a veces se siente como los ÁRBOLES, tenaces frente a las alteraciones circundantes, con sus ramas, hojas y frutos. Aquello de que mueren de pie, sólo se debe a su forma de secarse, les afectan un sinfín de calamidades, desde la tierra, el clima o los humanos. El plan de orientarnos por la vía natural es exigente. Requiere una atención concienzuda a las raíces, , la fluidez de las relaciones con el entorno, la ubicación conveniente, y en cuanto a los humanos, la utilización de los razonamientos, que también son naturales, aunque desmentidos por las conductas.


Así mismo, Benedetti habla de sentirnos como MANANTIALES fluyentes desde los roquedales endurecidos. Aquí podríamos añadir que no es suficiente con sentirse como tales, si mientras permanecemos agostados en hibernación a pesar de los calores. Puestos en la emisión de aportaciones, habrá que plantear bien las características del material ofrecido. En cuanto a la calidad del contenido, , a la cantidad suficiente adaptada a las necesidades, como también la generosidad para suplir carencias ajenas, que sin duda nos afectan. Porque, como lamentamos a diario, existen demasiados manantiales sulfurosos, irrespirables, plagados de víboras, cuya ponzoña empaña las posibles buenas disposiciones.


No vayamos a caer en la pretensión de encontrar AGUAS CLARAS y transparentes, si no cesamos en la acumulación de desperdicios, multiplicando los venenos con el trato despectivo hacia los ciclos naturales, hasta colocar en precario la misma existencia del agua. Cuando los tiempos nuevos requieren aportaciones creativas bien estructuradas racionalmente, con ingenio, imaginación e investigación; sin la dedicación necesaria, nos encontramos con el armazón de la necedad abandonista, preñada de conflictos desmañados, ánimos encrespados y frivolidades incoherentes. Parece claro el objetivo de rumbos en direcciones constructivas plenas de colaboraciones. Por el contrario, destaca la complacencia general en una agitación desestructurada, que apunta a mayores despropósitos.

Estados... de ánimo

Más nos convendría bajar de los grandes vuelos a las ocurrencias pertinentes
Rafael Pérez Ortolá
viernes, 26 de octubre de 2018, 08:30 h (CET)

Como dejó escrito en sus versos Benedetti, a mí me ha solido pasar, supongo que a todos en algún momento; eso de sentirnos como un ÁGUILA en pleno vuelo, alejados del fragor mundano, centrados en el propio resuello como única motivación. Por lo general, en tales dinámicas, más pronto que tarde sobreviene el choque con la realidad, lógico y archisabido, era una fantasía. Transitábamos por aires puros, sin demasiadas pulsiones de la conciencia, sin pensamientos alambicados. Como proyección momentánea era fascinante, por la sencillez de las circunvoluciones y la ausencia de interferencias. Por lo etéreo del caso, libres también de sombras preocupantes y frustraciones inoportunas.

Vuelos impresionantes sin duda, a pesar de la intranquilidad subyacente cuando el cerebro se pone en marcha y brotan las DISCORDANCIAS. Porque, cuánto de ignorancia nos acompaña en ese trayecto. Cuánto de olvido improcedente, para que pueda aparecer ese aislamiento. Cuánto a su vez de apuntes maliciosos pergeñados a través de aires tan elevados. Cuánto de alienación en suma por el distanciamiento con respecto a cuanto acontece en los entornos. Es decir, al fin no somos águilas, no podemos salirnos del tiesto que nos corresponde; si lo pretendemos en esa evasión, contumaces e irreflexivos daremos lugar a situaciones intempestivas de graves consecuencias.


Ahora bien, como estamos hartos de comprobar, no sólo se prodigan estos vuelos mentales por parte de algunos personajes, sino que prolongan los breves momentos de la ensoñación, para arreciar con acciones duraderas, con ínfulas ilimitadas, adquiriendo proyecciones AGRESIVAS. En las altas esferas de la sociedad, la mayor potencia de sus protagonistas hace que se noten más sus abusos, debido al calibre de sus intervenciones. Causan perjuicios a mucha gente, con el añadido de su persistencia, empoderados como dioses sin ninguna justificación. A menos altura, las maldades originadas también son abundantes. El ejercicio constante de estas actitudes debe alertarnos.

A mero título de EJEMPLOS clarificadores, contemplamos un espectro muy expresivo. Pujol, Rato, Urdangarín, Blesa, tramas andaluzas; entre quienes se sintieron las más potentes águilas en vuelos inalcanzables, con el total menosprecio de las personas que pudieran padecerlos.Más abajo, también adheridos a la degradación dominadora, con la razón obsesiva desatada; los sujetos de la manada, la manada de desaprensivos, el psiquiatra asesino en Pamplona y tantos otros adueñados de quienes volaban en la normalidad. Sin que olvidemos la actuaciones de quienes contimuan en el anonimato, quienes promueven algaradas agresivas a costa de quien sea, con rumbos distorsionados, por encima de la comunidad.


Volviendo a Benedetti, no faltan aquelos que se perciben en algún momento como acantilado rocoso dispuesto a una RESILIENCIA a prueba de los embates sucesivos; o bien se sienten como un cielo azul, plácido, sin las turbulencias practicadas en la convivencia alborotada. Caben, en efecto, estos momentos sensitivos cuando las circunstancias sean menos desfavorables, al menos nos reportarán un cierto remanso, que nos vendrá requetebién en los broncos ambientes habituales. Pero no justificarán los excesos de confianza, dada la fragilidad de los armazones establecidos. Contentos si nos dejan esperanzados; siempre que no nos alejen de los contactos inmediatos e insoslayables acechantes.


Más que las dificultades naturales, nos abruman los trastornos provocados por el resto de los humanos, y aún por nosotros mismos en mayor o menor grado. Por eso, casi resulta lógico el estado de ánimo indolente, poco o nada esperanzado, ENCHARCADO, sin las renovaciones imprescindibles para la convivencia. Con dos versiones curiosas. La de los marginados en general, con su vaciamiento existencial, cultural, económico e incluso sin recibir un trato digno, La de gente mejor ubicada en los estratos sociales, pero desentendida de cualquier aportación positiva, con abulia intelectual, pasotismo, sin la dignidad mínima requerida para su ejercicio como personas.


Me referiré a otro estado de ánimo controvertido. Aunque puede derivar del citado encharcamiento mental, sus practicantes pueden surgir de cualquier esfera o agrupación comunitaria. Serían aquellos cuyos pensamientos huelen a podrido. Sobrepasan la charca, para ejercer como fenómenos en activa PUTREFACCIÓN. Sacan beneficios de las maldades, aparentando estar alejados de sus manejos; conocen los entresijos y se congratulan de esas conductas. En el entorno de ETA aún están activados como masas obsecuentes con la extorsión y los asesinatos efectuados, autorías todavía encubiertas. Alrededor de los pujolistas de la Generalitat constituyen legión. En torno de los núcleos de corrupción están agazapados. Ocurre algo parecido en los entornos de violadores y asesinos. ¡Qué muestrario!

Hoy en día está muy preconizada la imagen de la Naturaleza, un tanto edulcorada, lejos de los conflictos y sin adentrarse de verdad en sus cuidados. El ánimo a veces se siente como los ÁRBOLES, tenaces frente a las alteraciones circundantes, con sus ramas, hojas y frutos. Aquello de que mueren de pie, sólo se debe a su forma de secarse, les afectan un sinfín de calamidades, desde la tierra, el clima o los humanos. El plan de orientarnos por la vía natural es exigente. Requiere una atención concienzuda a las raíces, , la fluidez de las relaciones con el entorno, la ubicación conveniente, y en cuanto a los humanos, la utilización de los razonamientos, que también son naturales, aunque desmentidos por las conductas.


Así mismo, Benedetti habla de sentirnos como MANANTIALES fluyentes desde los roquedales endurecidos. Aquí podríamos añadir que no es suficiente con sentirse como tales, si mientras permanecemos agostados en hibernación a pesar de los calores. Puestos en la emisión de aportaciones, habrá que plantear bien las características del material ofrecido. En cuanto a la calidad del contenido, , a la cantidad suficiente adaptada a las necesidades, como también la generosidad para suplir carencias ajenas, que sin duda nos afectan. Porque, como lamentamos a diario, existen demasiados manantiales sulfurosos, irrespirables, plagados de víboras, cuya ponzoña empaña las posibles buenas disposiciones.


No vayamos a caer en la pretensión de encontrar AGUAS CLARAS y transparentes, si no cesamos en la acumulación de desperdicios, multiplicando los venenos con el trato despectivo hacia los ciclos naturales, hasta colocar en precario la misma existencia del agua. Cuando los tiempos nuevos requieren aportaciones creativas bien estructuradas racionalmente, con ingenio, imaginación e investigación; sin la dedicación necesaria, nos encontramos con el armazón de la necedad abandonista, preñada de conflictos desmañados, ánimos encrespados y frivolidades incoherentes. Parece claro el objetivo de rumbos en direcciones constructivas plenas de colaboraciones. Por el contrario, destaca la complacencia general en una agitación desestructurada, que apunta a mayores despropósitos.

Noticias relacionadas

Me he criado en una familia religiosa, sin llegar a ser beata, que ha vivido muy de cerca la festividad del Jueves Santo desde siempre. Mis padres se casaron en Santo Domingo, hemos vivido en el pasillo del mismo nombre, pusimos nuestro matrimonio a los pies de la Virgen de la Esperanza, de la que soy hermano, y he llevado su trono durante 25 años.

Gladio (espada en latín), fue el nombre que se le dio a la "red de agentes durmientes desplegados por la OTAN en Italia y preparados para entrar en acción en caso de que los soviéticos invadieran Europa Occidental", y serían la fuerza aliada que permanecería detrás de las líneas soviéticas para facilitar el contraataque.

El diccionario es permisivo, incluye la rigidez en la delimitación de las entradas y salidas; al tiempo que acoge la pérdida de los formatos cerebrales a la hora de regular las ideas entrantes o las emitidas tras elucubraciones varias. A veces no está tan claro si apreciamos más los desajustes o seguimos fieles a ciertos límites establecidos.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto