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La pijota es una cría de la merluza pequeña que puede cocinarse abriendo su boca, metiendo dentro la cola y friéndola

Receta de Iceta para Cataluña: Pijota

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La pijota se forma así algo redondo, que en el argot se conoce como pijota, o pescadilla que se muerde la cola.

El símil es apropiado para tratar de entender lo que explicaba Miquel Iceta, primer Secretario del Partil dels Socialistes de Catalunya (PSC), en su reciente comparecencia en el atril de Nueva Economía Fórum en Madrid el pasado jueves. La fecha, próxima al 1-O que se recuerda ahora, era apropiada, lo presentaba la ministra de Política Territorial y Función Pública, Meritxell Batet y todo el mundo estaba expectante.


La ministra lo puso en suerte como: Referente inteligente. Persona clave para embridar la situación en Cataluña. Y hombre de Estado, que conoce el Gobierno de España por su estancia de 4 años en La Moncloa como asesor de Rodríguez Zapatero.


Iceta comenzó su discurso preguntándose ‘Qué pasa en Cataluña’, como paso previo para exponer la solución que él mismo llamó Receta de Iceta.


En el paso previo, expuso la situación desde su visión personal: Lo que tenemos que ver no tiene que ver con lo que vemos. Lo importante es que hay mucha gente en Cataluña descontenta con la relación Cataluña resto de España. Son algo más de dos millones, no son mayoría, pero son mucha gente. La solución debe ser tratar de poner de acuerdo a una mayoría Como origen del motivo de descontento, citó la Sentencia del TC contra el Estatut (en parte inconstitucional), que mantuvo la vigencia de la Constitución como boca que nutre y permite la convivencia nacional. Después, siguió añadiendo datos y visiones personales: Crisis y su impacto. A partir de 2010 el Estado se separó (¿?). El Parlament vulnera la Ley. Votación (ilegal) del 1-O. Declaración de Independencia por Puigdemont, de unos segundos de duración. Aplicación del Art. 155. Moción de censura y salida del PP. Torra con discurso por un lado y la legalidad por otro. Posiciones y propuestas distintas entre todos, incluidos los independentistas desunidos. Los ministros (del gobierno socialista) dialogan.


Y una propuesta de atisbo para la solución: “La cuestión debe ser un referéndum sobre el valor del referéndum”, como paso previo para un acuerdo político de fondo, que “primero ha de ser entre catalanes, porque no se puede acordar entre Cataluña y España si antes no hay acuerdo entre catalanes”.


Y después, la receta, en cuatro pasos: Acertar con el método y dialogar. Respeto a todas las ideas; y si los políticos no saben pactar que pregunten a los sindicalistas. Cooperación, para que se entiendan las instituciones. Y Fomentar la integración en el Estado. Un estado Plural (y plurinacional) con respeto a la Constitución.


Como fin de la receta, dos frases. Una de Pasqual Maragall, “Lo que es bueno para Barcelona es bueno para Cataluña. No olvidar que el destinatario es Cataluña toda y España toda”. Y otra suya “Suárez y Tarradellas quisieron y pudieron, nosotros si queremos lo conseguiremos”.


En eso consiste la Receta de Iceta para Cataluña. En un círculo vicioso que nace del supuesto de que una parte de lo que se haga esté al margen de la Constitución (La parte del Estatut que corrigió el TC por inconstitucional), que sigue en círculo tratando de sortear el origen y al margen de él (La Constitución y principios y legalidad que se vulneran, con acuerdo previo entre catalanes), para llegar a la cola del problema (El referéndum sobre el referéndum), que se mete en la boca del inicio (La Constitución preservada por el TC).


O, lo que es lo mismo y tiene expresión gráfica: La pijota o pescadilla que se muerde la cola.


Como remate, hay una conclusión, culinaria, que sale de la pescadilla enroscada y frita: Se puede aprovechar la parte del cuerpo comestible manteniendo la cola en la boca del animal frito y respetando la raspa del pescado. Pero si se trata de arrancar la cola de la boca, inexorablemente ocurrirá algo de esto: O se rompe la estructura de la raspa del pescado sin carne, que en el símil es la Armazón del Estado y el Estado mismo. O se rompe la boca de la pijota de la receta de Iceta, que, habíamos visto, en el símil correspondía a la Constitución, que es nuestra norma común de convivencia. 

Receta de Iceta para Cataluña: Pijota

La pijota es una cría de la merluza pequeña que puede cocinarse abriendo su boca, metiendo dentro la cola y friéndola
José Luis Heras Celemín
lunes, 1 de octubre de 2018, 08:23 h (CET)

La pijota se forma así algo redondo, que en el argot se conoce como pijota, o pescadilla que se muerde la cola.

El símil es apropiado para tratar de entender lo que explicaba Miquel Iceta, primer Secretario del Partil dels Socialistes de Catalunya (PSC), en su reciente comparecencia en el atril de Nueva Economía Fórum en Madrid el pasado jueves. La fecha, próxima al 1-O que se recuerda ahora, era apropiada, lo presentaba la ministra de Política Territorial y Función Pública, Meritxell Batet y todo el mundo estaba expectante.


La ministra lo puso en suerte como: Referente inteligente. Persona clave para embridar la situación en Cataluña. Y hombre de Estado, que conoce el Gobierno de España por su estancia de 4 años en La Moncloa como asesor de Rodríguez Zapatero.


Iceta comenzó su discurso preguntándose ‘Qué pasa en Cataluña’, como paso previo para exponer la solución que él mismo llamó Receta de Iceta.


En el paso previo, expuso la situación desde su visión personal: Lo que tenemos que ver no tiene que ver con lo que vemos. Lo importante es que hay mucha gente en Cataluña descontenta con la relación Cataluña resto de España. Son algo más de dos millones, no son mayoría, pero son mucha gente. La solución debe ser tratar de poner de acuerdo a una mayoría Como origen del motivo de descontento, citó la Sentencia del TC contra el Estatut (en parte inconstitucional), que mantuvo la vigencia de la Constitución como boca que nutre y permite la convivencia nacional. Después, siguió añadiendo datos y visiones personales: Crisis y su impacto. A partir de 2010 el Estado se separó (¿?). El Parlament vulnera la Ley. Votación (ilegal) del 1-O. Declaración de Independencia por Puigdemont, de unos segundos de duración. Aplicación del Art. 155. Moción de censura y salida del PP. Torra con discurso por un lado y la legalidad por otro. Posiciones y propuestas distintas entre todos, incluidos los independentistas desunidos. Los ministros (del gobierno socialista) dialogan.


Y una propuesta de atisbo para la solución: “La cuestión debe ser un referéndum sobre el valor del referéndum”, como paso previo para un acuerdo político de fondo, que “primero ha de ser entre catalanes, porque no se puede acordar entre Cataluña y España si antes no hay acuerdo entre catalanes”.


Y después, la receta, en cuatro pasos: Acertar con el método y dialogar. Respeto a todas las ideas; y si los políticos no saben pactar que pregunten a los sindicalistas. Cooperación, para que se entiendan las instituciones. Y Fomentar la integración en el Estado. Un estado Plural (y plurinacional) con respeto a la Constitución.


Como fin de la receta, dos frases. Una de Pasqual Maragall, “Lo que es bueno para Barcelona es bueno para Cataluña. No olvidar que el destinatario es Cataluña toda y España toda”. Y otra suya “Suárez y Tarradellas quisieron y pudieron, nosotros si queremos lo conseguiremos”.


En eso consiste la Receta de Iceta para Cataluña. En un círculo vicioso que nace del supuesto de que una parte de lo que se haga esté al margen de la Constitución (La parte del Estatut que corrigió el TC por inconstitucional), que sigue en círculo tratando de sortear el origen y al margen de él (La Constitución y principios y legalidad que se vulneran, con acuerdo previo entre catalanes), para llegar a la cola del problema (El referéndum sobre el referéndum), que se mete en la boca del inicio (La Constitución preservada por el TC).


O, lo que es lo mismo y tiene expresión gráfica: La pijota o pescadilla que se muerde la cola.


Como remate, hay una conclusión, culinaria, que sale de la pescadilla enroscada y frita: Se puede aprovechar la parte del cuerpo comestible manteniendo la cola en la boca del animal frito y respetando la raspa del pescado. Pero si se trata de arrancar la cola de la boca, inexorablemente ocurrirá algo de esto: O se rompe la estructura de la raspa del pescado sin carne, que en el símil es la Armazón del Estado y el Estado mismo. O se rompe la boca de la pijota de la receta de Iceta, que, habíamos visto, en el símil correspondía a la Constitución, que es nuestra norma común de convivencia. 

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