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El verdadero revulsivo es íntimo, si renunciamos a ese potencial, quedaremos amputados omo personas

Optimismo crucial

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La vida brotó de manera radical desde orígenes indefinidos, que no conseguimos delimitar con las mentes esclarecidas, pero tan limitadas, a disposición de los afectados. Surge sin el acompañamiento de explicaciones, hablan sus expresiones; sin ambages, o mejor dicho, sobrepasando lo que pudiéramos considerar como reparos. En su devenir, la reflexión es un epifenómeno curioso de los humanos, de mucho revuelo; pero con escasas comprobaciones del enigma vital. Esa energía existencial hace acto de presencia con sus variadas manifestaciones sin pedir permiso. Desarrolla sus PULSIONES positivas cuyo sentido absoluto desconocemos y nos obsesiona.


No sé si por fortuna, pero sí por realismo auténtico, habremos de considerar como gran ventaja la AUSENCIA de una respuesta única para las cuestiones planteadas. La enorme diversidad imperante, además de estar sometida a los cambios evolutivos permanentes, dictamina las perspectivas múltiples. Las visiones particulares recorren caminos singulares adaptadas a las condiciones de sus protagonistas. El que se produzcan manipulaciones uniformistas, incluso consentidas, no desvirtúa el carácter polifacético de cuanto acontece en el devenir de las relaciones entre las personas y con sus entornos. Al menos, esta ausencia mantendrá radiante esa apertura de miras puesta a disposición general.


Una vez situados ante el panorama ambiental correspondiente, aferrados simultáneamente a las circunstancias locales y globales; la INTELIGENCIA es una de las cualidades determinante en el hecho diferencial de los humanos. Los estudios científicos han progresado sin pausa en este campo del saber, la persona inteligente presenta peculiaridades, en unos predomina la capacidad de asimilación para las emociones; mientras otras polarizaciones están orientadas a la precisión numérica, a las letras o bien a las más variadas ocupaciones. Con su potencial permite a las voluntades individuales el acercamiento a las decisiones oportunas de cara a una vida aceptable.


Aunque la diversidad de puntos de vista moviliza las más inesperadas decisiones, incluidas las contradictorias; hemos de contar con un denominador común que nos permita vislumbrar un cierto equilibrio, necesario para la mejor evolución como colectivo humano. Me refiero al poco apreciado EGOISMO Sin duda vilipendiado por su capacidad perniciosa de provocar intemperancias en la vida social, que tampoco conviene silenciar. Si bien, para conveniencia de todos, apuntan en el horizonte las mejores oportunidades; el mentado egoismo viene a ser también un buen impulsor de las actuaciones acertadas. Como en otras cuestiones, el buen uso de unas cualidades está en nuestras manos.


Las valoraciones favorables de cara a la mejor evolución de los comportamientos no están basada en el desconocimiento de las dificultades. La mencionada inteligencia, los deseos particulares, pronto descubren las innumerables LIMITACIONES surgidas desde todos los frentes, si algo nos caracteriza, es la incapacidad para el abordaje absoluto de las cuestiones importantes, el infinito o las soluciones finales no son de la incumbencia humana, aunque no siempre lo aprendemos pronto. Dicho conocimiento nos acerca a la comprensión de la realidad en la cual estamos involucrados, esa es la versión positiva de estas deficiencias. Lo contrario supondría colocarnos a un nivel de enajenación de rango superlativo.


En el coloquio amistoso con las circunstancias envolventes de la realidad personal, las limitaciones son abrumadoras, el desconocimiento inmenso. Por eso, en esta época de postverdades, al hilo de un pretendido progreso, los avances técnicos no esconden la escasa atención prestada al MISTERIO del cual no podemos escaparnos. Contra lo que pudiera parecer, la distinción entre el error y la verdad no siempre queda aclarada con los discursos enrevesados. Con frecuencia , son más elocuentes los silencios adosados a los misterios quienes nos informan de manera certera sobre la autenticidad de la presencia humana; olvidarlos nos aleja de la propia percepción como personas.


Precisamente, ese halo insondable nos constituye de manera radical; pero nos sirve de punto de partida, nos aboca a una serie de instantes maravillosos ligados a los DESCUBRIMIENTOS incesantes de todo tipo. Giran en torno a la Naturaleza y el Universo, pero también apuntan a las relaciones entrañables, a las ilusiones confirmadas en la práctica. Su fondo es una fuente ilimitada de posibilidades. Si bien pueden sobrevenirnos de forma pasiva, ajenos a su elaboración; la satisfacción personal culmina cuando hemos participado directamente en su búsqueda. Van desde la esfera íntima a la de las actividades colectivas, pendientes de la voluntad participativa individuaal.


Esa capacidad de ver las cosas sin tapujos artificiosos, con frecuencia mal intencionados; nos permite la clarificación de las percepciones. Es una cualidad imprescindible para el logro de un ADAPTACIÓN adecuada a lo que realmente somos, a la verdadera autenticidead radical al entorno. Las cuotas disponibles de libertad son engañosas, porque permiten las desviaciones estúpidas e incluso las invenciones disparatadas. También a esas desviaciones hemos de adaptarnos, al menos para estar despiertos y no dejarnos avasallar por ellas. La enajenación nos desvanece en un limbo real, pero que prescinde de las otras realidades cualitativas a disposición del género umano.


Con el conjunto de cualidades disponibles podemos trabajar en busca de la BELLEZA en todos los órdenes. Algo así como poner en funcionamiento armónico a la orquesta de la diversidad; no es propiamente una cuestión de supresiones, sino más bien de la interacion de los componentes del mosaico a través de una labor exigente, porque las discordancias surgen desde lo inesperado y desde las aviesas intenciones. A nivel individual, a nivel de los colectivos, a nivel ambiental; la belleza adquiere matices infinitos, que constituirán un reto apasionante de cara al buen vivir de todos. Las dificultades no cierran el camino de esa aventura existencial, con las opciones decisorias a nuestro alcance.

Los sentimientos son de cada uno, es evidente; movilizan las INTENCIONES en todas las direcciones; con los consiguientes encontronazos. Los intentos de aparcarlos al servicio de un dominio comun son nefastos Ahora bien, el descubrimiento y la valoración de las conexiones oportunas, permanece latente en el complejo mundo que nos ha tocado en suerte.


A pesar del acoso de las necedades, las cegueras o las carencias, sobrepasamos con creces el retroceso de las renuncias; la ambición creativa, la imaginación, la inteligencia, lo insobornable de nuestro orígen constitutivo, nos sirven de catapulta para elevarnos sobre la hojarasca. La ARMONÍA en esos tres niveles de la belleza, individual, colectivo o ambiental, es accesible. 

Optimismo crucial

El verdadero revulsivo es íntimo, si renunciamos a ese potencial, quedaremos amputados omo personas
Rafael Pérez Ortolá
viernes, 28 de septiembre de 2018, 08:25 h (CET)

La vida brotó de manera radical desde orígenes indefinidos, que no conseguimos delimitar con las mentes esclarecidas, pero tan limitadas, a disposición de los afectados. Surge sin el acompañamiento de explicaciones, hablan sus expresiones; sin ambages, o mejor dicho, sobrepasando lo que pudiéramos considerar como reparos. En su devenir, la reflexión es un epifenómeno curioso de los humanos, de mucho revuelo; pero con escasas comprobaciones del enigma vital. Esa energía existencial hace acto de presencia con sus variadas manifestaciones sin pedir permiso. Desarrolla sus PULSIONES positivas cuyo sentido absoluto desconocemos y nos obsesiona.


No sé si por fortuna, pero sí por realismo auténtico, habremos de considerar como gran ventaja la AUSENCIA de una respuesta única para las cuestiones planteadas. La enorme diversidad imperante, además de estar sometida a los cambios evolutivos permanentes, dictamina las perspectivas múltiples. Las visiones particulares recorren caminos singulares adaptadas a las condiciones de sus protagonistas. El que se produzcan manipulaciones uniformistas, incluso consentidas, no desvirtúa el carácter polifacético de cuanto acontece en el devenir de las relaciones entre las personas y con sus entornos. Al menos, esta ausencia mantendrá radiante esa apertura de miras puesta a disposición general.


Una vez situados ante el panorama ambiental correspondiente, aferrados simultáneamente a las circunstancias locales y globales; la INTELIGENCIA es una de las cualidades determinante en el hecho diferencial de los humanos. Los estudios científicos han progresado sin pausa en este campo del saber, la persona inteligente presenta peculiaridades, en unos predomina la capacidad de asimilación para las emociones; mientras otras polarizaciones están orientadas a la precisión numérica, a las letras o bien a las más variadas ocupaciones. Con su potencial permite a las voluntades individuales el acercamiento a las decisiones oportunas de cara a una vida aceptable.


Aunque la diversidad de puntos de vista moviliza las más inesperadas decisiones, incluidas las contradictorias; hemos de contar con un denominador común que nos permita vislumbrar un cierto equilibrio, necesario para la mejor evolución como colectivo humano. Me refiero al poco apreciado EGOISMO Sin duda vilipendiado por su capacidad perniciosa de provocar intemperancias en la vida social, que tampoco conviene silenciar. Si bien, para conveniencia de todos, apuntan en el horizonte las mejores oportunidades; el mentado egoismo viene a ser también un buen impulsor de las actuaciones acertadas. Como en otras cuestiones, el buen uso de unas cualidades está en nuestras manos.


Las valoraciones favorables de cara a la mejor evolución de los comportamientos no están basada en el desconocimiento de las dificultades. La mencionada inteligencia, los deseos particulares, pronto descubren las innumerables LIMITACIONES surgidas desde todos los frentes, si algo nos caracteriza, es la incapacidad para el abordaje absoluto de las cuestiones importantes, el infinito o las soluciones finales no son de la incumbencia humana, aunque no siempre lo aprendemos pronto. Dicho conocimiento nos acerca a la comprensión de la realidad en la cual estamos involucrados, esa es la versión positiva de estas deficiencias. Lo contrario supondría colocarnos a un nivel de enajenación de rango superlativo.


En el coloquio amistoso con las circunstancias envolventes de la realidad personal, las limitaciones son abrumadoras, el desconocimiento inmenso. Por eso, en esta época de postverdades, al hilo de un pretendido progreso, los avances técnicos no esconden la escasa atención prestada al MISTERIO del cual no podemos escaparnos. Contra lo que pudiera parecer, la distinción entre el error y la verdad no siempre queda aclarada con los discursos enrevesados. Con frecuencia , son más elocuentes los silencios adosados a los misterios quienes nos informan de manera certera sobre la autenticidad de la presencia humana; olvidarlos nos aleja de la propia percepción como personas.


Precisamente, ese halo insondable nos constituye de manera radical; pero nos sirve de punto de partida, nos aboca a una serie de instantes maravillosos ligados a los DESCUBRIMIENTOS incesantes de todo tipo. Giran en torno a la Naturaleza y el Universo, pero también apuntan a las relaciones entrañables, a las ilusiones confirmadas en la práctica. Su fondo es una fuente ilimitada de posibilidades. Si bien pueden sobrevenirnos de forma pasiva, ajenos a su elaboración; la satisfacción personal culmina cuando hemos participado directamente en su búsqueda. Van desde la esfera íntima a la de las actividades colectivas, pendientes de la voluntad participativa individuaal.


Esa capacidad de ver las cosas sin tapujos artificiosos, con frecuencia mal intencionados; nos permite la clarificación de las percepciones. Es una cualidad imprescindible para el logro de un ADAPTACIÓN adecuada a lo que realmente somos, a la verdadera autenticidead radical al entorno. Las cuotas disponibles de libertad son engañosas, porque permiten las desviaciones estúpidas e incluso las invenciones disparatadas. También a esas desviaciones hemos de adaptarnos, al menos para estar despiertos y no dejarnos avasallar por ellas. La enajenación nos desvanece en un limbo real, pero que prescinde de las otras realidades cualitativas a disposición del género umano.


Con el conjunto de cualidades disponibles podemos trabajar en busca de la BELLEZA en todos los órdenes. Algo así como poner en funcionamiento armónico a la orquesta de la diversidad; no es propiamente una cuestión de supresiones, sino más bien de la interacion de los componentes del mosaico a través de una labor exigente, porque las discordancias surgen desde lo inesperado y desde las aviesas intenciones. A nivel individual, a nivel de los colectivos, a nivel ambiental; la belleza adquiere matices infinitos, que constituirán un reto apasionante de cara al buen vivir de todos. Las dificultades no cierran el camino de esa aventura existencial, con las opciones decisorias a nuestro alcance.

Los sentimientos son de cada uno, es evidente; movilizan las INTENCIONES en todas las direcciones; con los consiguientes encontronazos. Los intentos de aparcarlos al servicio de un dominio comun son nefastos Ahora bien, el descubrimiento y la valoración de las conexiones oportunas, permanece latente en el complejo mundo que nos ha tocado en suerte.


A pesar del acoso de las necedades, las cegueras o las carencias, sobrepasamos con creces el retroceso de las renuncias; la ambición creativa, la imaginación, la inteligencia, lo insobornable de nuestro orígen constitutivo, nos sirven de catapulta para elevarnos sobre la hojarasca. La ARMONÍA en esos tres niveles de la belleza, individual, colectivo o ambiental, es accesible. 

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