Este fin de semana pasado en el suplemento dominical de El Mundo, Magazine, aparecía en portada el anuncio de que en páginas interiores encontraríamos la entrevista que Esther Esteban le había realizado a Josep Lluis Carod-Rovira pocos días antes.
Debo confesar que, en general, me apasionan las entrevistas que se publican en la prensa, y en especial las que protagonizan políticos, filósofos y escritores. Tres campos profesionales, en su mayoría, bien diferentes entre ellos aunque algún político alardee de filosofía y algún escritor se encuentre más cómodo en la política. Con el sugerente titular de “Soy la bestia negra” era imposible que me pasase desapercibido y, lógicamente, la entrevistadora era garantía de que el tándem (Carod-Rovira / Esteban) daría mucho juego. Así que sin detenerme en reportajes interiores y anteriores del Magazine o leer más portadas de otros suplementos dominicales me lancé a la búsqueda de la interviú (nada clásica de pregunta-respuesta que solemos encontrar en los periódicos cada día).
Algunas perlas: para el líder de ERC (Esquerra Republicana de Catalunya) España no existe, o bien, no sabe lo que es; pero sí sabe, o eso cree, lo que es Cataluña. Y define a Cataluña como “una comunidad de personas que en el territorio de lengua catalana quiere compartir un proyecto colectivo común”. Y en esa misma definición tiene el señor Carod lo que es España. Se confiesa y admite que su viaje a Perpiñán para entrevistarse con los líderes de ETA fue un error, pero no un error por ir simplemente, sino que fue un error por ir como representante del gobierno de Cataluña. Es decir que volvería a ir como representante de ERC o como diputado regional o como ciudadano de a pie para que las actividades terroristas de los vascos de ETA no fuesen en Cataluña. Ningún arrepentimiento entonces. Y, como hecho anecdótico, nos descubre que en la mili no se portó muy ortodoxamente y pasaba información al partido de los polvorines y los turnos de guardia. Pero no dice para qué. Hasta aquí el Carod político, el Carod de ERC, el Carod populista.
Lo que realmente me impresionó de la entrevista fue la mención que hace a sus hábitos lectores. En realidad, lo sorprendente es la respuesta que el político da a la referencia de cuánto, cómo, dónde y qué lee: “...lee una media de 16 libros al mes, sobre todo literatura y ensayo, y también escucha con pasión desde las obras de Mozart...”. Son palabras de Esther Esteban haciendo referencia al entrevistado. Es decir, casi a libro cada dos días. Lo siento pero no es creíble. A no ser que los únicos libros que Carod-Rovira lea sean panfletos de apenas cien páginas y tamaño cuartilla, una persona que tenga las responsabilidades políticas que tiene el líder de ERC no tiene tiempo material para leer un libro cada dos días. A no ser que sí sean libelos lo único que lea, y entonces se entiendan algunas de sus afirmaciones y actuaciones de los últimos años.
Hay políticos que alardean de ser lectores, grandes lectores, como si eso justificara sus declaraciones o ‘reflexiones’ en voz alta y en nombre de unas siglas políticas. Es peor aparentar ser un gran lector que un verdadero ignorante, porque lo primero lleva implícito lo segundo, y el ignorante siempre estará a tiempo de adquirir algo de cultura leyendo, que no aparentando que lee.