La Monarquía española está firmemente consolidada. Los ciudadanos son conscientes de lo que la figura del Rey significa. La encuesta que publicaba La Razón revelaba que para el 80% de los españoles Don Felipe ha sido ejemplo de prudencia y firmeza en sus intervenciones y consciente de su alta responsabilidad pública. Algo que fue evidente para todos, especialmente en sus palabras, medidas y claras, ante el desafío independentistas de una minoría en Cataluña. Un proceder, el del Monarca, al apoyar la ley y el orden constitucional que ha dado progreso a la Nación, que supuso el pistoletazo de salida de una campaña –difusa y renqueante– contra la institución monárquica.
El 60 por ciento de los españoles consultado por este diario afirma que los ataques de las últimas semanas del independentismo catalán contra el Rey, a cuenta del homenaje en Barcelona por el 17-A, buscan debilitar a España en la figura del Rey.
El “republicanismo” derrotado en Cataluña ha querido tentar la complicidad política allende las fronteras catalanas. Craso error. No ha encontrado respuesta y ha tenido que reconducir sus amenazas de boicot a Don Felipe hasta ahogarlas. El Estado constitucional, garantía de progreso y libertad, tiene en el Rey su mayor defensor.
